No es la de Ávila: la muralla más peculiar de España está en esta ciudad y es Patrimonio de la Humanidad

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Las antiguas murallas han sido clave en la defensa de muchas ciudades a lo largo de la historia, pero pocas han resistido el paso del tiempo como esta. Su estructura sigue intacta después de más de 17 siglos, convirtiéndose en un símbolo de resistencia y en un testimonio único del pasado. Aunque muchas fortificaciones en España han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad, esta destaca por ser la única que se conserva en su totalidad.

Un legado intacto de la época romana

Se trata de la Muralla Romana de Lugo, un monumento construido a finales del siglo III con el objetivo de proteger la ciudad de Lucus Augusti, uno de los principales asentamientos romanos en la península ibérica. Su estado de conservación la ha convertido en un referente histórico y le ha valido el reconocimiento de la Unesco en el año 2000. Con una longitud de 2.120 metros, una altura que varía entre los 8 y 12 metros y un grosor de hasta 7 metros, es una de las estructuras defensivas más imponentes de su tiempo.

La muralla cuenta con 10 puertas y mantiene en pie 71 torres de las 85 originales, permitiendo a los visitantes recorrer su parte superior y disfrutar de unas vistas privilegiadas de la ciudad. Además de su valor arquitectónico, la estructura está envuelta en leyendas, como la que indica que su construcción se llevó a cabo para proteger el Bosque Sagrado de Augusto, que daría origen al nombre de la ciudad.

Quienes atraviesan sus accesos descubren un casco histórico lleno de monumentos emblemáticos, como la Catedral de Lugo, el Museo Provincial y restos de antiguas termas romanas. Este conjunto monumental hace de Lugo un destino imprescindible para quienes desean conocer la auténtica huella del Imperio Romano en la península. Pasear por su muralla es sumergirse en la historia, contemplando un legado que ha sobrevivido al tiempo y que sigue siendo una de las grandes joyas arquitectónicas de España.