Una maravilla de la naturaleza que tienes que ver una vez en la vida: la ruta por el desfiladero más brutal de España

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Existe un paso natural en España de imponentes paredes rocosas que sorprende por su espectacularidad y fácil acceso. Su recorrido permite adentrarse en un estrecho cañón esculpido durante millones de años, donde el sonido del agua y la luz filtrándose entre las grietas crean un ambiente único. Este enclave es una de las rutas más impresionantes del país, ideal para quienes buscan disfrutar de un paisaje excepcional sin necesidad de realizar un esfuerzo físico exigente.

Se trata del Desfiladero de la Yecla, ubicado en la provincia de Burgos, un angosto cañón de 600 metros de longitud con tramos que no superan los 2 metros de ancho. Formado por la erosión del arroyo Cauce, afluente del Mataviejas, se encuentra dentro del Parque Natural Sabinares del Arlanza-La Yecla, un entorno protegido de gran valor ecológico. Para facilitar la visita, se han instalado pasarelas y puentes colgantes que permiten recorrer el cañón sin dificultad, ofreciendo vistas espectaculares de las paredes calizas y del vuelo de buitres leonados que anidan en la zona.

El recorrido puede realizarse en dos variantes: una ruta corta de 1,5 km, perfecta para quienes desean una experiencia breve pero intensa, y un trayecto más extenso de 7 km, que parte desde Santo Domingo de Silos. En temporada de lluvias, el desfiladero adquiere un aspecto aún más impresionante, con pequeñas cascadas y pozas de agua cristalina que realzan su belleza. La senda es completamente segura y accesible, lo que la convierte en una excelente opción para familias y personas de todas las edades.

Además del desfiladero, la comarca alberga atractivos turísticos de gran interés. Entre ellos destaca el Monasterio de Santo Domingo de Silos, famoso por su claustro románico y los cantos gregorianos de sus monjes. También merece una visita la villa medieval de Covarrubias y el cementerio de Sad Hill, conocido por ser escenario de la película El bueno, el feo y el malo. Esta ruta, combinada con el rico patrimonio de la región, convierte al Desfiladero de la Yecla en un destino imprescindible para los amantes de la naturaleza y la historia.