Parece una cueva de 'El Señor de los Anillos' pero está en España: con una iglesia troglodita escondida entre montañas

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Los paisajes de fantasía no solo existen en la gran pantalla. En un rincón oculto de España, un antiguo monasterio parece sacado de una historia épica, con cascadas que descienden entre acantilados y una iglesia excavada en la roca. Un lugar que, por su atmósfera mística y su entorno natural, podría recordar a los escenarios de la Tierra Media.

Sant Miquel del Fai es un enclave único dentro de la reserva natural de los Cingles de Bertí, a unos 50 kilómetros de Barcelona. Este conjunto monumental, cuyo origen se remonta a más de mil años, está formado por una iglesia troglodítica protegida por una gruta, una casa prioral y una ermita medieval, todo ello rodeado por impresionantes saltos de agua. Tras cinco años de restauración, el paraje reabrió en 2023 y actualmente se puede visitar con reserva previa.

Para acceder a este santuario escondido, es necesario cruzar el puente del Rossinyol de estilo románico, construido en 1592, y atravesar un paso fortificado del siglo XVI. Una vez dentro, la vista se abre a un espectáculo geológico fascinante, donde la arquitectura medieval se funde con la naturaleza. Las cascadas del río Tenes, que se precipitan desde más de 100 metros de altura, crean un entorno de estalactitas y estalagmitas que refuerzan la sensación de estar en un mundo perdido.

La magia de Sant Miquel del Fai no solo reside en su entorno natural y su arquitectura medieval, sino también en la atmósfera de serenidad que lo envuelve. El sonido del agua cayendo por los riscos, el eco dentro de las cuevas y la sensación de estar en un refugio oculto hacen de este lugar un destino perfecto para quienes buscan desconectar del bullicio urbano. Además, su acceso relativamente sencillo y la posibilidad de disfrutar de cada rincón sin prisas, descubriendo la huella del tiempo en sus muros de piedra y en las formaciones geológicas que han dado forma a este impresionante paisaje.

Para llegar al destino desde Barcelona en coche, hay que tomar la carretera C-59 desde hasta alcanzar Sant Feliu de Codines. Al llegar, toma un desvío a la derecha que te conectará con la carretera BV-1485, la cual llevará directamente hacia Sant Miquel del Fai.

El recorrido continúa por senderos tallados en la roca, conduciendo a la ermita de Sant Martí y a la cueva de Les Tosques. Estos espacios, moldeados por la erosión del agua a lo largo de siglos, refuerzan el aire enigmático del lugar. La fusión entre historia y paisaje convierte a Sant Miquel del Fai en un destino imprescindible para los amantes de la naturaleza y la cultura, ofreciendo una experiencia que transporta a otros tiempos y escenarios casi irreales.