La escapada de 4 días poco conocida a los Pirineos catalanes: con una ruta de cascadas y un pueblo famoso por su queso

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Paisajes de montaña que parecen sacados de un cuento, cascadas de aguas cristalinas y pueblos con un encanto especial esperan en un recorrido poco conocido por el Val d'Aran. En apenas cuatro días, es posible descubrir algunos de los rincones más sorprendentes de los Pirineos catalanes, desde saltos de agua impresionantes hasta aldeas donde la tradición y la gastronomía marcan la diferencia.

Día 1: el pueblo más alto del valle

El primer día arranca con una de las cascadas más espectaculares del Pirineo: Saut deth Pish. Ubicada en un paraje natural impresionante, este salto de agua está compuesto por dos niveles, con una caída principal de unos 20 metros. La ruta que conduce hasta la cascada es sencilla y atraviesa el Plan des Artiguetes, ofreciendo vistas panorámicas del valle.

Después de esta primera inmersión en la naturaleza, el recorrido continúa hacia Bagergue, el pueblo más alto de la Val d'Aran, situado a 1.419 metros de altitud. Este encantador enclave, reconocido dentro del movimiento Viles Florides, destaca por sus casas de piedra, balcones repletos de flores y calles empedradas que conservan el estilo tradicional aranés. Además, aquí se encuentra la quesería más alta de los Pirineos, donde los hermanos Tarrau han logrado reconocimiento con sus elaboraciones artesanales.

Día 2: Arties y la ruta de las cascadas

El segundo día es perfecto para sumergirse en la ruta de las cascadas Uelhs deth Joeu, un fenómeno natural excepcional. Esta cascada recibe aguas procedentes del glaciar del Aneto, que, tras recorrer varios kilómetros de forma subterránea, reaparecen en este enclave del valle de Artiga de Lin. El recorrido es accesible y permite disfrutar de un entorno rodeado de montañas y bosques frondosos.

Por la tarde, la mejor opción es visitar Arties, un pueblo ubicado a 1.143 metros de altitud en la unión entre los ríos Valarties y Garona. Con su iglesia de Santa María de Arties y sus calles de piedra, este destino es ideal para conocer la historia del Val d'Aran. Además, Arties es famoso por su gastronomía, con restaurantes que ofrecen platos típicos como la olla aranesa y quesos artesanales de la zona.

Día 3: senderismo en el Circ de Colomèrs

El tercer día es perfecto para los amantes del senderismo. La Ruta del Circ de Colomèrs permite descubrir un impresionante conjunto de siete lagos de origen glaciar, rodeados de cimas imponentes. Este recorrido de dificultad media requiere unas cuatro horas de caminata, pero el esfuerzo se ve recompensado con paisajes de postal.

Tras la caminata, la tarde puede dedicarse a explorar Garòs y Tredós, dos de los pueblos con más encanto del Val d'Aran. Garòs destaca por su iglesia de Sant Julià, con una imponente torre-campanario, mientras que Tredós conserva construcciones románicas que transportan a otra época.

Día 4: Santuario de Montgarri

El último día de la escapada comienza con la visita al Santuario de Montgarri, un lugar lleno de historia y espiritualidad. Situado junto al río Noguera Pallaresa, este enclave se construyó entre 1117 y 1119 y se ha convertido en un destino perfecto para quienes buscan tranquilidad en plena naturaleza.

Para cerrar el viaje, nada mejor que conocer Bausen y Bossòst, dos pueblos con un encanto especial. Bausen conserva su arquitectura tradicional y un entorno natural privilegiado, mientras que Bossòst es conocido por su iglesia románica y su animada vida local, con comercios y restaurantes donde despedir la escapada con lo mejor de la gastronomía aranesa.

Este recorrido por el Val d'Aran permite descubrir algunos de los lugares más espectaculares de los Pirineos catalanes en apenas cuatro días. Naturaleza, tradición y gastronomía se combinan en un viaje perfecto para desconectar y explorar una de las regiones más auténticas del norte de España.