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Perfecto para una escapada: el pequeño pueblo de España que enamoró a Orson Welles está en Castilla y León
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Perfecto para una escapada: el pequeño pueblo de España que enamoró a Orson Welles está en Castilla y León

Este pequeño enclave medieval, con su arquitectura intacta y su entorno natural privilegiado, ha cautivado a viajeros y cineastas por igual. Un destino ideal para una escapada con encanto

Foto: El pueblo de España que enamoró a Orson Welles que está en Castilla y León. (Turismo de Castilla y León)
El pueblo de España que enamoró a Orson Welles que está en Castilla y León. (Turismo de Castilla y León)

En lo alto de un cerro, rodeado de un paisaje que parece sacado de otra época, se encuentra una villa medieval que ha resistido el paso del tiempo. Sus calles empedradas, sus casas de adobe con vigas de madera y sus imponentes murallas hacen que este destino sea una opción ideal para quienes buscan una escapada con historia. Pero además de su valor patrimonial, este enclave cautivó a uno de los directores de cine más influyentes del siglo XX, convirtiéndose en escenario de una de sus producciones.

Un pueblo medieval con huella cinematográfica

Se trata de Calatañazor, una localidad de apenas 50 habitantes situada en la comarca de Tierra del Burgo, en la provincia de Soria. Este rincón de Castilla y León llamó la atención de Orson Welles, quien rodó allí algunas escenas de su película Campanadas a medianoche en 1965. Su paisaje intacto y su ambiente de otra era lo convirtieron en el lugar perfecto para recrear la Inglaterra medieval de William Shakespeare. Sin embargo, este pequeño pueblo esconde una historia aún más antigua, que lo vincula con una de las batallas más legendarias de la Reconquista.

Según la tradición, en el año 1002, en este lugar tuvo lugar la derrota de Almanzor, el líder militar musulmán que hasta entonces había sido invencible. Esta batalla dio origen al popular dicho: "Calatañazor, donde Almanzor perdió el tambor". Las ruinas del castillo medieval, construido en el siglo XV, y los restos de la muralla que aún rodean la villa son testigos de aquel episodio. Además, la iglesia de Nuestra Señora del Castillo, con su retablo barroco y su pila bautismal románica, añade aún más valor a este conjunto histórico.

Más allá de su legado histórico, Calatañazor está rodeado por el Sabinar de Calatañazor, un bosque con árboles milenarios que aporta un entorno natural único. A poca distancia, se encuentra La Fuentona, una surgencia de agua cristalina que esconde una cueva subterránea. Para completar la experiencia, la gastronomía local ofrece platos tradicionales como migas pastoriles, carnes a la brasa y torreznos, considerados una de las especialidades más apreciadas de la región. Un destino que, por su combinación de historia, naturaleza y cultura, sigue fascinando a quienes lo visitan.

En lo alto de un cerro, rodeado de un paisaje que parece sacado de otra época, se encuentra una villa medieval que ha resistido el paso del tiempo. Sus calles empedradas, sus casas de adobe con vigas de madera y sus imponentes murallas hacen que este destino sea una opción ideal para quienes buscan una escapada con historia. Pero además de su valor patrimonial, este enclave cautivó a uno de los directores de cine más influyentes del siglo XX, convirtiéndose en escenario de una de sus producciones.

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