Ni Navès ni Tàrrega: esta pequeña villa de Lleida está considerada como una de las localidades más bellas de España

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Organizar escapadas ocasionales puede resultar una tarea ligeramente ardua en algunas ocasiones. Uno de los mayores quebraderos de cabeza viene originado al tratar de elegir destino. Y es que España dispone de algunas regiones especialmente ideales para estas circunstancias. Una de ellas es Cataluña, en la que se pueden encontrar pueblos tan bellos y tranquilos como Garós.

Esta pequeña villa, perteneciente al municipio leridano de Alto Arán, está considerada como una de las localidades más hermosas de todo el país. Situada en el Valle de Arán, en las proximidades de los Pirineos catalanes, Garós se levanta a 1.115 metros de altura, como si se tratase de la Suiza más alpina. La tranquilidad que allí se respira proviene de los apenas 100 habitantes que residen en el lugar, siendo este uno de sus principales encantos.

Gracias al paisaje verdoso de sus alrededores, combinado con el ambiente montañoso y aderezado con una gran dosis de cultura, Garós ofrece una estancia ideal para todos aquellos que quieran desconectar de la rutina frenética. Su localización se encuentra en mitad del emblemático Camin Reiau, sendas trashumantes por las que diferentes tipos de ganado siguen transitando en la actualidad.

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P. M.

En el interior de la villa, se puede observar una arquitectura muy característica en sus pequeñas calles y viviendas, en consonancia con la cultura aranesa de la zona. Son especialmente frecuentes los edificios de tres pisos construidos con piedra oscura y tejados de pizarra que los convierten en grandes refugios durante el invierno. Además de la iglesia parroquial de Sant Julià, de estilo románico y gótico, una de sus principales atracciones es la leyenda que gira en torno a la localidad. Y es que se rumorea que allí yacía un cráneo de tres metros de largo del guerrero Gegant Mandrónius, una criatura mitológica que habría luchado contra los romanos en la antigüedad.