Solo 11 personas viven en este rincón escondido de Extremadura en pleno Parque Nacional de Monfragüe
La pequeña aldea, ubicada en un entorno protegido, es el único núcleo habitado dentro del Parque Nacional de Monfragüe. Su historia, ligada a la vigilancia de caminos, contrasta con la tranquilidad que hoy define a sus escasos habitantes
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Ff3d%2Ff22%2F085%2Ff3df22085bd4aabae3405aab5e7cbab7.jpg)
- Descubre gratis el templo visigodo de Extremadura que casi desaparece y pocos conocen
- El templo milenario de Extremadura que puedes visitar gratis y que guarda un enigma arqueológico
El Parque Nacional de Monfragüe, uno de los espacios naturales más emblemáticos de Extremadura, destaca por su riqueza en biodiversidad y sus paisajes de dehesas, ríos y miradores. En su interior, oculto entre senderos y formaciones rocosas, se encuentra un pueblo con solo 11 habitantes (según los datos más recientes del INE).
Se trata de Villarreal de San Carlos, una pedanía del municipio de Serradilla (provincia de Cáceres) con una historia singular. Fundado en el siglo XVIII por orden de Carlos III, nació con la misión de proteger a los viajeros de los asaltos que eran frecuentes en la zona, como ha recordado recientemente la revista digital España Fascinante.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Feb8%2Fc1b%2F719%2Feb8c1b719c674bf85f22a36f93da0679.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Feb8%2Fc1b%2F719%2Feb8c1b719c674bf85f22a36f93da0679.jpg)
A pesar de su origen estratégico, la población nunca creció demasiado, convirtiéndose con los años en un punto de referencia para los visitantes del parque. Su época de mayor densidad demográfica fue durante los años 60 del siglo pasado, cuando llegó a tener 180 habitantes debido a la construcción de los pantanos Tajo-Tiétar.
Un destino clave para el turismo en Monfragüe
A pesar de su reducida población, este enclave tiene una importancia fundamental dentro del Parque Nacional de Monfragüe. Cuenta con varios centros de interpretación, donde los visitantes pueden conocer más sobre la flora, la fauna y la geología de la zona antes de recorrer los senderos que parten desde el pueblo.
El turismo ornitológico es una de las grandes atracciones del parque, y Villarreal de San Carlos se ha consolidado como uno de los mejores puntos para la observación de aves. Es habitual que los aficionados acudan en busca de especies emblemáticas como el buitre negro, la cigüeña negra o el águila imperial ibérica, cuya presencia es un símbolo de la riqueza natural del entorno.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F743%2Fd7d%2F38d%2F743d7d38d8e2fffe870733f756a55ac9.jpg)
Además de su papel como centro de información y punto de inicio de rutas, la aldea acoge cada año la Feria Internacional de Turismo Ornitológico (FIO), un evento que atrae a expertos y aficionados de diferentes países. Su estratégica ubicación la convierte en un lugar clave para quienes buscan explorar los rincones más representativos del parque.
Aunque su población es mínima, el lugar mantiene su esencia a través de sus construcciones tradicionales y la tranquilidad que lo define. Los habitantes que aún residen en la aldea conviven con el turismo y con un entorno natural protegido, en el que cada detalle está pensado para preservar la riqueza ecológica de Monfragüe.
Villarreal de San Carlos representa un caso singular en España: un pueblo que, a pesar de su escasa población, sigue siendo un punto clave para el turismo y la conservación. Su historia, ligada a la protección de caminos, ha dado paso a un presente en el que la naturaleza y el patrimonio conviven en armonía, ofreciendo a sus visitantes una experiencia única en Extremadura.
- Descubre gratis el templo visigodo de Extremadura que casi desaparece y pocos conocen
- El templo milenario de Extremadura que puedes visitar gratis y que guarda un enigma arqueológico
El Parque Nacional de Monfragüe, uno de los espacios naturales más emblemáticos de Extremadura, destaca por su riqueza en biodiversidad y sus paisajes de dehesas, ríos y miradores. En su interior, oculto entre senderos y formaciones rocosas, se encuentra un pueblo con solo 11 habitantes (según los datos más recientes del INE).