Así es el pueblo de vértigo a menos de 2 horas de Barcelona: con masías catalanas al borde de un acantilado y declarada BIC

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Tavertet, un pequeño pueblo de la comarca de Osona, es uno de los destinos rurales más cautivadores de Cataluña. Ubicado a poco más de una hora de Barcelona, este enclave se asienta al borde de un acantilado, ofreciendo unas vistas panorámicas que parecen sacadas de una postal. Declarado Bien de Interés Cultural (BIC), combina historia, naturaleza y tranquilidad, convirtiéndose en un refugio perfecto para quienes buscan recargar energías y escapar del estrés diario.

El pueblo, compuesto por apenas cuarenta casas y con una población que ronda los 100 habitantes, está rodeado de majestuosos riscos que delimitan el valle del Ter. A sus pies se encuentra la presa de Sau, cuya belleza complementa los paisajes de Tavertet. Entre los elementos históricos más destacados se encuentran los restos del castillo de Cornil, una fortaleza del siglo XII situada en el Puig de la Força, a la que se accede a través de un sendero señalizado, y la iglesia románica de San Cristóbal, que data de al menos el año 1070.

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P. M.

En los alrededores, los visitantes pueden explorar rincones llenos de encanto, como La Miradora, el balcón natural que ofrece vistas espectaculares del valle del Sot de Balà, y disfrutar de rutas de senderismo que permiten recorrer los acantilados de Collsavenc, Moltorer y Baumes, considerados los más altos del municipio. Otro punto de interés es la cascada del Molí Bernat, un lugar ideal para quienes desean adentrarse en la riqueza natural de la región.

El encanto de un pueblo entre las nubes

Tavertet también destaca por su patrimonio arquitectónico, con diversas masías catalanas que rodean la localidad. Entre ellas, la masía de la Torre, con una torre de vigilancia, y el casal de l'Avenc, del siglo XIII, que representa el gótico rural catalán. Los amantes de la historia podrán visitar dólmenes como el de San Cornelio y el de Ranjols, o adentrarse en el museo local, donde se exhiben restos arqueológicos y piezas de gran valor etnológico. Además, también se podrán degustar platos típicos de la zona como la carne a la brasa, la butifarra con judías blancas o el redondo con setas.

Acceder a Tavertet desde Barcelona es como abrir la puerta a un mundo diferente. A tan solo una hora y media en coche por la C-17, te embarcas en un trayecto que se convierte en un preludio a la belleza natural que te espera. A medida que te alejas de la metrópoli, el paisaje se transforma, y los sonidos del tráfico dan paso al susurro del viento y el canto de los pájaros. Como miembro de la iniciativa Villas Floridas de la Confederación de Horticultura Ornamental de Cataluña (CHOC), este encantador pueblo ha tomado la delantera en la promoción de espacios verdes, transformando sus calles en auténticos oasis florales.

Al llegar a este pueblo de ensueño, uno no puede evitar sentirse cautivado por su singularidad. No puedes olvidar detenerte en los cingleros que adornan la zona. Tavertet, con sus escasas casas de piedra que parecen fundirse con la roca, te invita a descubrir su esencia.

Los alrededores ofrecen un panorama espectacular que abarca valles profundos y montañas imponentes, creando un telón de fondo perfecto para cualquier actividad al aire libre. Sus paisajes de vértigo, su legado cultural y el encanto de su tranquilidad lo convierten en un destino único para desconectar y disfrutar de una experiencia inolvidable a pocos kilómetros de Barcelona.