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El espectacular pueblo que es uno de los mejores amurallados de España: una joya "abandonada" ideal para Semana Santa
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El espectacular pueblo que es uno de los mejores amurallados de España: una joya "abandonada" ideal para Semana Santa

La localidad se ha convertido en todo un icono turístico de la provincia de Cáceres, recibiendo la visita de miles de personas cada año

Foto: (Fuente: iStock)
(Fuente: iStock)

La llegada de la Semana Santa es la excusa perfecta para disfrutar destinos únicos y con encanto, alejados del bullicio de las grandes ciudades. Mientras muchos optan por la costa, lo cierto es que el turismo rural ha ganado protagonismo entre quienes buscan desconectar en la naturaleza, descubrir tradiciones locales o pasear por lugares que parecen sacados de un cuento.

Y entre los rincones más espectaculares de España se encuentra una villa amurallada que sorprende por su historia. Ubicada en la provincia de Cáceres, en Extremadura, esta localidad fue desalojada hace décadas debido a la construcción de un embalse cercano, aunque nunca llegó a inundarse.

placeholder (Fuente: Turismo de Granadilla)
(Fuente: Turismo de Granadilla)

Hoy en día, este pueblo fantasma conocido como Granadilla se ha convertido en un lugar mágico que mezcla historia, arquitectura, paisajes impresionantes y que es perfecto para disfrutar de una escapada en Semana Santa.

Granadilla destaca, entre otras cosas, por su impresionante muralla almohade que rodea todo su casco histórico, un enclave que invita a los visitantes a recorrer la zona y disfrutar de unas vistas inigualables. Desde lo alto, el embalse de Gabriel y Galán se mezcla con el verde de los bosques que rodean el lugar, creando un paisaje que enamora a todos los que lo visitan. La localidad se considera una de las amuralladas mejor conservadas de todo el país, por detrás de otras como Ávila.

Foto: (Fuente: iStock)

El desalojo de sus habitantes en la década de los 60, aunque fue trágico, permitió que el pueblo quedara prácticamente intacto. Fue declarado conjunto histórico-artístico en 1980 y ha sido objeto de diversas iniciativas de restauración que han conservado su esencia, convirtiéndolo en una joya arquitectónica. Pasear por sus calles es como un viaje al pasado.

Uno de los mayores atractivos de Granadilla es su castillo, una fortaleza del siglo XV construida por la familia Álvarez de Toledo. Su imponente torre es un recordatorio de la importancia estratégica que tuvo en otros tiempos. Y su estructura perfectamente conservada invita a todos aquellos que la visitan explorar sus rincones y dejarse maravillar por su historia.

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Junto al castillo, la Iglesia de la Asunción, de estilo gótico-mudéjar, es otra de las paradas obligatorias. Su ubicación, en el centro del pueblo, la convierte en un lugar que no pasa desapercibido para quienes buscan disfrutar de los elementos arquitectónicos más destacados de Granadilla.

La Plaza Mayor y la Casa de las Conchas, con su fachada decorada, son otros de los puntos más pintorescos de la villa. Aunque algunas de las viviendas han perdido parte de su estructura original, las restauraciones realizadas han conseguido mantener la esencia del lugar.

Qué más ver durante una visita a Granadilla

El embalse de Gabriel y Galán no solo forma parte de la historia de Granadilla, sino que también ofrece un entorno ideal para desconectar. Su presencia ha convertido a este lugar con el paso de los años en un rincón perfecto para relajarse y disfrutar de la tranquilidad que solo la naturaleza puede ofrecer.

Para quienes deseen complementar su visita, la cercana localidad de Zarza de Granadilla es otro de los puntos recomendados. Allí es posible degustar la gastronomía típica en lugares como el asador El Cordel, o bien animarse a practicar senderismo en los pinares y piscinas naturales que rodean la zona.

Hay que tener en cuenta Granadilla forma parte del Programa de Recuperación de Pueblos Abandonados, una iniciativa que ha permitido a estudiantes y voluntarios contribuir a la restauración de este tesoro histórico. Gracias a estos esfuerzos, el pueblo no solo se ha conservado, sino que ha recuperado parte de su espíritu, convirtiéndose en un lugar que transmite paz y belleza.

La llegada de la Semana Santa es la excusa perfecta para disfrutar destinos únicos y con encanto, alejados del bullicio de las grandes ciudades. Mientras muchos optan por la costa, lo cierto es que el turismo rural ha ganado protagonismo entre quienes buscan desconectar en la naturaleza, descubrir tradiciones locales o pasear por lugares que parecen sacados de un cuento.

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