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El pueblo amurallado de España que es uno de los mejor conservados de Europa: uno de los más antiguos del sur y donde hace sol a pesar de su nombre
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Con más de 40 torres defensivas

El pueblo amurallado de España que es uno de los mejor conservados de Europa: uno de los más antiguos del sur y donde hace sol a pesar de su nombre

Una localidad con un pasado milenario se esconde con una impresionante fortificación que sigue en pie. Su historia, marcada por diversas civilizaciones, la convierte en uno de los destinos más sorprendentes

Foto: El pueblo amurallado de España que es uno de los mejor conservados de Andalucía. (Ayuntamiento de Niebla)
El pueblo amurallado de España que es uno de los mejor conservados de Andalucía. (Ayuntamiento de Niebla)

En el corazón de Andalucía se encuentra una localidad que, a pesar de su nombre, disfruta de un clima soleado durante gran parte del año. Este enclave histórico esconde una de las murallas mejor conservadas del sur de España, un vestigio del pasado que ha resistido el paso de civilizaciones y conflictos. Su patrimonio, legado de romanos, musulmanes y cristianos, lo convierte en un destino fascinante para los amantes de la historia y la arquitectura medieval.

Se trata de Niebla, en la provincia de Huelva, una localidad cuyo recinto amurallado es considerado uno de los mejor conservados de Europa. Con casi dos kilómetros de extensión y más de 40 torres defensivas, la muralla de origen almohade rodea el casco histórico y se erige como el símbolo de una ciudad que ha sido testigo de innumerables episodios históricos. En su interior, el castillo de los Guzmanes, la iglesia de Santa María de la Granada y el antiguo hospital de Nuestra Señora de los Ángeles son algunos de los monumentos que narran la rica herencia cultural de la villa.

Niebla tiene sus raíces en la antigüedad, con un pasado que se remonta a los íberos, quienes la llamaban Ilípula. Más tarde, los romanos la denominaron Ilipla y, durante la dominación musulmana, se convirtió en Lebla, alcanzando la categoría de reino de taifa. Tras la conquista castellana de Alfonso X el Sabio, la ciudad adoptó su nombre actual y continuó desempeñando un papel estratégico en la región. Su resistencia a los ataques y la solidez de sus fortificaciones demuestran su relevancia en la historia de Andalucía.

Foto: El monumento neolítico que es la joya megalítica de esta provincia de España. (Dolmen de Soto)

Recorrer sus calles es viajar en el tiempo. La puerta del Socorro, la del Buey o la de Sevilla son algunas de las cinco entradas que dan acceso a este recinto amurallado. Dentro de sus límites, la iglesia de San Martín y la capilla almohade de la Epístola reflejan la fusión de estilos arquitectónicos. Además, cada verano, el castillo se transforma en un escenario cultural con el Festival de Teatro y Danza Castillo de Niebla, un evento que atrae a visitantes de toda la región.

Más allá de sus murallas, la ciudad ofrece atractivos naturales y arqueológicos de gran valor. A pocos kilómetros se encuentra el río Tinto, cuyo característico color rojizo lo convierte en un paisaje único, así como el Puente Romano, que ha resistido el paso de los siglos. También merece una visita el Dolmen de Soto, una construcción megalítica de más de 3.000 años de antigüedad que evidencia la presencia humana en la zona desde tiempos remotos.

Con una gastronomía marcada por los productos ibéricos y el marisco de Huelva, Niebla es un destino que combina historia, cultura y buen comer. Restaurantes como Casa Ramos o el Salón de la Gamba ofrecen platos tradicionales que completan la experiencia de quienes visitan este enclave andaluz. Un lugar donde el tiempo parece haberse detenido y que sigue deslumbrando a quienes se aventuran a descubrirlo.

En el corazón de Andalucía se encuentra una localidad que, a pesar de su nombre, disfruta de un clima soleado durante gran parte del año. Este enclave histórico esconde una de las murallas mejor conservadas del sur de España, un vestigio del pasado que ha resistido el paso de civilizaciones y conflictos. Su patrimonio, legado de romanos, musulmanes y cristianos, lo convierte en un destino fascinante para los amantes de la historia y la arquitectura medieval.

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