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El enigmático castillo medieval de Cataluña que puedes visitar en una escapada a Barcelona: tiene piezas robadas a Gaudí
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UN PECULIAR ANTICUARIO

El enigmático castillo medieval de Cataluña que puedes visitar en una escapada a Barcelona: tiene piezas robadas a Gaudí

Su creador alegó ser víctima de un malentendido, afirmando que había adquirido un lote de antigüedades sin saber que algunas de ellas habían sido sustraídas de una masía en Cervià de Ter, en Girona

Foto: Imagen del castillo de Les Fonts, en Terrasa, Barcelona. (ENFO)
Imagen del castillo de Les Fonts, en Terrasa, Barcelona. (ENFO)

Barcelona no solo se ha consolidado como una urbe cosmopolita que vio nacer las obras modernistas más brillantes de Gaudí, sino que fue tierra de batallas. Una de las grandes transformaciones de la ciudad tuvo lugar al finalizar el asedio producido tras más de un año de contención militar durante la Guerra de Sucesión. Además, la Ciudad Condal también fue residencia de nobles y albergó cientos de castillos medievales, algunos todavía en pie y en perfecto estado de conservación, mientras otros descansan sobre sus propias ruinas.

El castillo de Les Fonts, ubicado en Terrassa, es una impresionante fortaleza que se alza a solo media hora de Barcelona, fusionando historia y arte en un entorno urbano. Su construcción comenzó en los años 60 del siglo XX, impulsada por la visión de un propietario que deseaba erigir un monumento monumental en plena ciudad. Esta peculiaridad, junto con su diseño extravagante, lo convierte en un punto de interés arquitectónico y cultural, destacando no solo por su magnitud, sino también por la belleza de sus detalles.

Foto: Imagen del Castell de les Sitges, otro de los más emblemáticos de Lleida. (Castells de Lleida)

Con vistas a la Estación de Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya, el castillo de Les Fonts es una manifestación única de eclecticismo arquitectónico, donde se unen elementos de distintas épocas y estilos. Así podrás ver en sus fachadas exteriores cómo conviven grandes ventanales, santos, gárgolas esculpidas sobre la piedra, así como torres defensivas y figuras de hierro forjado. Esta amalgama que se prolonga hacia el cielo contrasta con la parte trasera del edificio, realizada en granito, mucho más austera y con una distribución de los elementos que no tiene ninguna lógica.

Una rareza arquitectónica en Terrasa

Los visitantes se ven sorprendidos por su imponente tamaño en medio de una zona completamente urbanizada, muy cerca de la riera de Rubí. Se trata de una fortaleza de inspiración medieval que está impregnada de surrealismo daliniano, como si fuera una postal fuera del tiempo, que es la vez real, onírico y melancólico.

La singularidad de esta fortaleza no solo radica en su diseño, sino también en la historia de su creador, Jacinto García Mas. Este empresario, apasionado por las antigüedades y el arte, inició la construcción del castillo con la visión de levantar un monumento que reflejara su amor por el pasado. Sin embargo, su entusiasmo no fue suficiente para completar esta ambiciosa obra, lo que ha dejado al castillo como un legado inacabado, lleno de misterio y encanto.

García Mas era un enamorado del enoturismo, pero aún más de las antigüedades. Por eso, el empresario quiso construir un anticuario donde pudiera guardar todas las piezas que conformaban su colección personal y que encontraba en sus viajes y masías abandonadas de Cataluña. Su pasión por estos objetos puso a funcionar su mente y soñar a lo grande. Así es como surgió la idea de crear la fortaleza medieval. Las intenciones eran buenas, pero su proyecto nunca llegó a terminarse.

Foto: La imponente torre del homenaje del Alcázar de Segovia, que se alza a 50 metros de altura, ofrece una vista panorámica incomparable de la ciudad. (Turismo de Observación)

Su apariencia caótica y desordenada pone en entredicho su esencia y su coherencia visual: sus obras robadas a Gaudí y su apuesta por el poco creíble "homenaje" artístico en cada estancia le convierten en un "genio" del pastiche. Sin embargo, sus defensores ven en esta diversidad una representación de la personalidad de su creador, Jacinto García Mas, quien quiso plasmar su visión de forma única. Algunas de las piezas de Gaudí que se encuentran en su interior destacan las estatuas de Sant Ramon y Sant Domènec, salidas de la famosa Casa Batlló o las puertas con grabados japoneses que utilizó el arquitecto en la etapa primigenia de La Pedrera.

Estas piezas, muchas de ellas casi imposibles de conseguir, desató una serie de sospechas en su momento, culminando en la detención de Jacinto García en 1983, acusado de tener en su poder piezas de arte robadas. García defendió su inocencia, afirmando que todo era fruto de un malentendido por parte de las autoridades. Según su versión, había adquirido un lote de antigüedades valorado en 450.000 pesetas por solo 150.000. Al analizar las piezas con más atención, se dio cuenta de que su verdadero valor era mucho más alto, lo que le llevó a intentar deshacerse de ellas con presteza.

Después de que la policía realizara las investigaciones pertinentes, el vendedor confesó que las antigüedades habían sido sustraídas de una masía abandonada en Cervià de Ter, en Girona, lo que justificó la detención de García. A pesar de devolver gran parte del botín, el autor de "El Cinto" (como se conocía al castillo) hizo acopio de algunas piezas como compensación por la inversión inicial que había hecho. Este incidente no solo ensombreció su legado, sino que también añadió un toque de intriga a su historia personal y al castillo postindustrial que hoy forma parte del patrimonio cultural de Terrassa.

Barcelona no solo se ha consolidado como una urbe cosmopolita que vio nacer las obras modernistas más brillantes de Gaudí, sino que fue tierra de batallas. Una de las grandes transformaciones de la ciudad tuvo lugar al finalizar el asedio producido tras más de un año de contención militar durante la Guerra de Sucesión. Además, la Ciudad Condal también fue residencia de nobles y albergó cientos de castillos medievales, algunos todavía en pie y en perfecto estado de conservación, mientras otros descansan sobre sus propias ruinas.

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