Escápate un fin de semana y conoce este precioso pueblo de Alemania, con aire medieval y romántico

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Situado en el valle del Mosela, Bernkastel-Kues es un destino que parece sacado de un cuento medieval. Este encantador pueblo alemán, nacido de la unión de dos localidades separadas por el río Mosela, combina historia, arquitectura y paisajes de ensueño. Rodeado de viñedos y conocido por su producción de vinos Riesling, este rincón de Renania-Palatinado es perfecto para quienes buscan una experiencia auténtica y relajada.

El casco histórico de Bernkastel destaca por sus calles empedradas y casas de entramado de madera, muchas de ellas con siglos de antigüedad. Aunque sus raíces se remontan a la época celta, fue en la Edad Media cuando alcanzó su esplendor, dejando un legado que aún se respira en cada rincón. Este pueblo no solo es un tesoro arquitectónico, sino también un referente para los amantes del vino, celebrando cada septiembre la Fiesta del Vino del Mosela, una de las más importantes de Alemania.

Durante la temporada navideña, Bernkastel-Kues brilla con un encanto especial. Su plaza del Mercado se transforma con mercados tradicionales, decoraciones festivas y el famoso calendario de Adviento en el edificio del Ayuntamiento. Este ambiente convierte al pueblo en un lugar mágico que atrae a visitantes de todo el mundo.

¿Qué ver en Bernkastel-Kues? Un pueblo de cuento

El encanto medieval de Bernkastel-Kues lo convierte en un destino que parece salido de un cuento de hadas. Este pequeño pueblo alemán es famoso por su arquitectura histórica, sus calles empedradas y su ambiente romántico. A pesar de su tamaño, ofrece una gran variedad de lugares imprescindibles para visitar, desde plazas pintorescas hasta castillos en ruinas con vistas espectaculares.

• Marktplatz y la fuente de San Miguel: la Plaza del Mercado es el corazón de Bernkastel. Rodeada de coloridas casas de entramado de madera y presidida por la fuente de San Miguel, esta plaza es uno de los rincones más pintorescos del pueblo. En Navidad, el Ayuntamiento renacentista de 1608 se convierte en un calendario de Adviento que sorprende a todos los visitantes.
• Spitzhäuschen, la casa más peculiar: construida en 1416, esta curiosa casa puntiaguda es una joya arquitectónica. Su diseño, con una base más estrecha que sus plantas superiores, refleja las ingeniosas soluciones de la Edad Media. Actualmente alberga una vinoteca donde se pueden degustar los famosos Riesling de la región.
• Castillo de Landshut: en lo alto de una colina, las ruinas de este castillo del siglo XIII ofrecen vistas panorámicas del valle del Mosela. Aunque fue destruido por un incendio en 1692, su mirador y el restaurante ubicado en el lugar son paradas obligatorias para disfrutar de la naturaleza y la historia.
• Graacher Tor y el Museo Regional: la única puerta de la ciudad que se conserva alberga el Museo Regional, donde es posible sumergirse en más de 700 años de historia de Bernkastel-Kues. Una visita que combina cultura y patrimonio local.

Cómo llegar a Bernkastel-Kues

El acceso al pueblo es sencillo, especialmente si se dispone de coche. Desde ciudades cercanas como Tréveris o Coblenza, se puede llegar en menos de una hora por carretera. Otra opción es utilizar el transporte público, con conexiones de tren y autobús que facilitan el viaje. Desde España se puede llegar en avión a Frankfurt, a poco más de 100 kilómetros en coche. Este destino, ideal para una escapada de fin de semana, promete cautivar a quienes busquen un lugar con encanto, historia y paisajes únicos. D