El pueblo más mágico de España para viajar en Navidad está en Asturias: muchas luces y solo 37 habitantes

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Una decoración navideña del pueblo para el pueblo. Fue el propósito hace 15 años de los miembros de la Asociación Vecinal Canor Fandos para hacer brillar a este rincón de Asturias situado en el concejo de Quirós, en las proximidades del embalse de Valdemurio. Entre sus cumbres montañosas descansa el valle escondido de Quirós, meca de escaladores y atril natural que multiplica su belleza en invierno.

Desde entonces, esta preciosa iniciativa se ha convertido en tradición, atrayendo la atención de cientos de turistas que sienten curiosidad por conocer su alumbrado navideño. Este pueblo de encanto rural cada año se transforma en un cuento de Navidad, donde las luces titileantes dan la bienvenida a los visitantes en un recorrido por sus calles. Cuando cae la noche, los turistas levantan la mirada hacia la hilera luminosa que alumbra los hórreos y casas de sus 37 habitantes.

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Se trata de Aciera, un remanso de paz alejado del bullicio de las urbes del Principado de Asturias que sorprendentemente tiene más bombillas por habitante que Vigo, lo que ha hecho que se gane a pulso el título de "pueblo más navideño de España". Hay casas cubiertas de luces, trineos de madera y figuras gigantes de Papá Noel.

Un esfuerzo comunitario que merece una visita

Entre los eventos más destacados de la localidad asturiana durante estas fechas destacan el sorteo de "La Cestona" que ya tiene afortunada, la chocolatada popular preparada por el alcalde que acompañó el encendido de luces y un concurso de decoración, organizado por el Ayuntamiento de Quirós, que busca fomentar la participación y creatividad de sus vecinos.

Los premios que serán entregados tras la cabalgata de Reyes están valorados entre los 150 y 800 euros. El jurado tendrá en cuenta la originalidad de las propuestas y el uso de materiales reciclados. Aunque las heladas de este pueblo de montaña ya dominan el paisaje durante las primeras horas de la mañana, la Navidad no se detiene. En las calles, se oyen gaitas y villancicos que encapsulan la magia de este pequeño paraíso asturiano.

Aunque el Ayuntamiento se encarga de la iluminación de las calles, no reciben respaldo de otras entidades, por lo que son los miembros de la asociación, en su mayoría jubilados, quienes dedican más tiempo, especialmente en el mes de noviembre, para llevar a cabo la decoración. Cada uno aporta lo que puede dentro de sus posibilidades, dejando su huella en el espíritu navideño del pueblo.

"Desde el puente hasta el final de la Navidad, los fines de semana y vacaciones, esto es, como decimos en Asturias, una romería. No paran de llegar visitantes y muchos niños ilusionados", apunta Miguel San José, presidente de la Asociación. Hay de adornos de todo tipo: encontraremos gnomos, ovejas, belenes, realizados con figuras de Playmobil o en madera, y guirnaldas luminosas en farolas y cuadras.

Este pintoresco pueblo está ubicado estratégicamente cerca de algunos de los destinos más destacados de la región. A pocos kilómetros se encuentra el Parque Natural de las Ubiñas-La Mesa, una joya natural que ha sido reconocida por la UNESCO como Reserva de la Biosfera, ofreciendo un sinfín de rutas senderistas para explorar su impresionante paisaje montañoso y su rica biodiversidad.

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A tan solo unos minutos, también podrás explorar el embalse de Valdemurio, ideal para disfrutar de la tranquilidad de sus aguas y el paisaje circundante, que también invita a practicar deportes acuáticos o paseos en sus alrededores. Y si eres amante de las rutas a pie, la Senda del Oso, un antiguo trazado ferroviario convertido en vía verde, te llevará a través de un paisaje espectacular, cruzando túneles y puentes, en una de las rutas más emblemáticas de Asturias