El pueblo más frío de España está en esta provincia: conoce la Siberia española

• Este es el pozo más antiguo de España: en un yacimiento de la Edad de Bronce y con cerca de 4.000 años
• Escapada al “espectáculo natural más bello del planeta”: uno de los fenómenos naturales más hermosos de España

El municipio más frío de España sorprende con sus temperaturas gélidas y su valioso patrimonio histórico. Situado en una región conocida como el Triángulo del Frío, este lugar combina un clima extremo con una riqueza cultural única que atrae a visitantes cada año.

Se trata de Molina de Aragón, en la provincia de Guadalajara, que ostenta el título de la localidad con los inviernos más fríos del país. Con una mínima histórica de hasta -28,2 ºC, registrada en enero de 1952, su peculiar ubicación en una meseta rodeada de montañas genera un entorno natural donde el frío se convierte en protagonista. Este fenómeno meteorológico lo ha hecho famoso como la 'Siberia española'.

Más allá de las temperaturas, Molina de Aragón destaca por su impresionante castillo medieval, que corona una colina con su estructura fortificada. Este monumento, rodeado por una muralla y torres defensivas, ofrece unas vistas espectaculares del valle del río Gallo. Su conservación permite a los visitantes revivir épocas pasadas mientras exploran sus rincones cargados de historia.

El casco histórico de Molina de Aragón es un auténtico viaje al pasado. Iglesias como Santa Clara o Santa María del Conde San Gil, junto al Puente Viejo de arenisca roja, reflejan la riqueza arquitectónica de la villa. Además, los barrios judío y de la morería conservan una esencia medieval que transporta a los visitantes a siglos anteriores.

Durante los meses de verano, las temperaturas mínimas suelen situarse en torno a los 9 ºC, proporcionando un ambiente fresco y agradable. Sin embargo, el clima puede deparar sorpresas, como ocurrió el 12 de junio de 2019, cuando la Agencia Estatal de Meteorología registró una mínima de 0,6 ºC, un dato inusual para esa época del año.

Conocido por sus paisajes gélidos, Molina de Aragón no solo enfrenta inviernos extremos, sino también el desafío de la despoblación. En definitiva, Molina de Aragón combina un entorno natural singular con un legado arquitectónico inigualable. Un lugar que, aunque marcado por el frío, consigue calar hondo en quienes lo visitan, convirtiéndose en un destino perfecto para los amantes de la historia y la naturaleza (eso sí, bien abrigados).