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Siete estaciones y un destino: todos los deportes que puedes practicar en Aragón este invierno

Por Ec Brands

Con 395 kilómetros esquiables, Aragón se ha convertido en uno de los destinos favoritos de los amantes de los deportes de nieve y turismo de montaña. Astún, Candanchú, Panticosa…

Hacemos un repaso a las novedades de sus seis estaciones

Con las primeras nevadas y el invierno asomando en el horizonte, los amantes del esquí comienzan a preparar sus equipos y a planificar esas escapadas blancas con las que llevan meses soñando. Junto a la ilusión, a menudo surge la incertidumbre de elegir ese destino ideal que les ofrezca, además de paisajes impresionantes, estaciones para todos los niveles. Ahí es precisamente donde Aragón se quiere posicionar como el destino preferido de nieve y montaña.

El primer punto fuerte es su entorno: el Pirineo es un enclave privilegiado y, en concreto, el Pirineo central permite que los amantes del deporte y de las actividades de invierno disfruten de su práctica inmersos en escenarios de enorme belleza. Durante esta temporada, los valles y picos quedan cubiertos por un manto de nieve, creando un contraste espectacular con el azul intenso del cielo despejado de montaña. Bosques de pinos y abetos, lagos helados, valles y cañones, cumbres nevadas y amplios horizontes son el marco ideal para dar rienda suelta a la pasión del deporte al aire libre.

Otro reclamo es su diversidad: no solo es un destino para esquiadores tradicionales, también lo es para quienes quieren practicar snowboard, raquetas de nieve o montañismo. Por otra parte, al tener en su proximidad localidades como Jaca y Benasque, permite combinar el deporte con visitas culturales y gastronómicas, disfrutando de la rica historia y tradición de la región.

Pero, sin duda, la clave que ha llevado a Aragón a convertirse en un destino de referencia son sus seis estaciones de esquí alpino que, en conjunto, suman 395 kilómetros esquiables. En el Pirineo aragonés se encuentran cuatro de ellas: Astún y Candanchú en el valle del Aragón; Formigal-Panticosa en el valle de Tena y Cerler en el valle de Benasque. Las sierras turolenses albergan los centros invernales del grupo Aramón: Javalambre y Valdelinares.

Candanchú

Nos acercamos a la frontera con Francia y allí, a tan solo dos kilómetros del país vecino, llegamos a Candanchú, una de las estaciones de esquí más antiguas de España y de Europa. Inaugurada en 1928, se encuentra en el Valle del Aragón y debe su nombre a su ubicación, cerca del Puerto de Candanchú, un paso histórico que formaba parte del Camino de Santiago.

La Escuela de Esquí de Candanchú, la primera de España, también se fundó en ese mismo año. Esta escuela pionera se estableció para enseñar el esquí de manera estructurada, en una época en la que el deporte aún no estaba tan extendido en el país. A lo largo de los años, la escuela ha formado a generaciones de esquiadores y se ha consolidado como una institución clave en el desarrollo de los deportes de invierno en España.

En la actualidad, tanto si quieres iniciarte en este deporte (la Pista Grande es una de las mejores zonas del país para este fin) como si lo que buscas es perfeccionar tu técnica, esta escuela ofrece cursos de esquí para todas las edades.

Casi todos los descensos de Candanchú son pistas míticas. El Tobazo es una de ellas. La Tuca Blanca, con sus 2.400 metros, ejerce de techo de la estación y, si asciendes hasta ella, disfrutarás de espectaculares paisajes con la nieve como protagonista.

Astún

Situada en un enclave espectacular, en pleno valle del Aragón y a poco más de 30 kilómetros de Jaca, la estación de esquí de Astún cuenta con una orientación privilegiada que la protege de las corrientes de viento y permite disfrutar al máximo de la nieve.

Sus cotas oscilan entre los 1.658 y los 2.300 metros. Son, en total, 50 kilómetros esquiables con una gran variedad de pistas para todos los niveles de dificultad, desde aquellas pensadas para quienes se están iniciando hasta esas otras reservadas a los más experimentados.

Aunque ha sido tradicionalmente un destino con un fuerte carácter de estación familiar, en los últimos años, y gracias a su afán de mejora, Astún se ha convertido en una estación invernal de gran éxito entre los más jóvenes. De hecho, hoy es uno de los templos del snowboard en España, pero no por ello ha renunciado a la esencia que le dio fama y que conquistó a distintas generaciones de esquiadores.

Su cercanía al bello monasterio de San Juan de la Peña y a rincones llenos de magia como la Cueva de la Güixas, en Villanúa, unida a las posibilidades que ofrece su entorno para la práctica de otros deportes (senderismo, escalada, paseos a caballo…), incrementan el atractivo de pasar unos días a pie de pista. Y, en verano, sus telesillas siguen en funcionamiento para acercarte al inicio de inolvidables excursiones entre ibones y altas cumbres.

Aramón Formigal-Panticosa

Situado en el Valle del Tena (Huesca), se trata de uno de los complejos de esquí más grandes de España: seis valles, 180 kilómetros esquiables y alrededor de 140 pistas de todos los niveles te invitan a disfrutar de la nieve en este entorno pirenaico.

La de Formigal es una de las estaciones más animadas del Pirineo, y no solo para practicar deporte, sino también para pasar un buen rato. De hecho, es famosa por su vibrante après-ski, especialmente en los locales a pie de pista en donde los esquiadores se reúnen al terminar el día.

La estación, que cuenta con 137 kilómetros esquiables, se divide en cuatro sectores principales: Anayet, Portalet, Izas-Sarrios, y Sextas, cada uno con su propio carácter y diversidad de pistas, lo que permite a los visitantes explorar diferentes tipos de terreno y experiencias. Mientras Sextas está más orientada a principiantes, Izas-Sarrios cuenta con mayoría de pistas negras y Nayet es la zona más familiar.

Además del esquí alpino, la estación ofrece snowboard, snowpark, raquetas de nieve, esquí de montaña y trineos. Los deportes de nieve se complementan con actividades como el snowbike o el tobogganing, así como un área de slalom cronometrado. Formigal es también especialmente conocida por su área de freeride en el Valle de Culibillas y otros sectores que permiten la práctica de esquí fuera de pista. También ofrece descensos exigentes y pistas míticas como Tres Hombres, una de las más empinadas y desafiantes.

El acceso a la zona de pistas es fácil y cómodo, y cuenta con cuatro áreas de aparcamiento. Si te alojas en Formigal y no quieres coger el coche, te gustará saber que la estación cuenta con un servicio gratuito de bus que en pocos minutos une el centro de la urbanización con las principales entradas a la estación.

De día podrás disfrutar de las múltiples actividades programadas en pistas, animadas permanentemente por la música de los mejores dj´s. Si se te abre el apetito, tienes para elegir 28 puntos de restauración que encontrarás repartidos por todo el dominio esquiable. Si vas con peques, visita con ellos el iglú de Sarrios y el poblado indio del bosque. Y, al caer la noche, la diversión continúa: Formigal te ofrece la posibilidad de realizar paseos nocturnos en motos de nieve o trineos tirados por perros.

Panticosa tiene un carácter más familiar, pero esto no supone ninguna limitación: con 39 kilómetros esquiables, la oferta de Panticosa se abre a todo tipo de expectativas y permite tanto a principiantes como a esquiadores intermedios y avanzados disfrutar de sus descensos. La estación tiene 41 pistas en total: 5 verdes, 14 azules, 16 rojas y 6 negras.

Sin salir de pistas, pequeños y mayores lo pasaréis en grande haciendo descensos en Petrosos Park, una divertida área de trineos y juegos en la nieve. Cuenta con una zona de debutantes y un área de juegos para niños donde pueden iniciarse en el esquí en un ambiente seguro. Además, se organizan actividades familiares, como paseos en trineo o excursiones con raquetas de nieve.

Panticosa destaca por sus vistas panorámicas, ya que desde las pistas se pueden admirar las montañas y valles circundantes, incluyendo el embalse de Búbal y el propio Valle de Tena, un entorno natural que añade una experiencia de disfrute visual para los esquiadores y visitantes. Además, a sus paisajes hay que sumar los típicos pueblos de montaña que plagan el valle. Recorre alguno de sus múltiples senderos y relájate en Panticosa Resort, un complejo termal histórico que ofrece baños termales, spa y tratamientos de relajación. Si vas con niños, acércate hasta Lacuniacha (en Piedrafita de Jaca), el parque faunístico de los Pirineos.

Al acabar la jornada de esquí, la diversión continúa con una completa animación après-ski para toda la familia. Y si vienes en verano, no olvides que Panticosa abre por vacaciones. Súbete al telecabina Los Lagos y, una vez arriba, sus senderos te conducirán hasta varios ibones y miradores desde los que obtendrás unas vistas espectaculares.

Aramón-Cerler

Si tu pasión son los grandes descensos, Cerler te está esperando. Emplazada en el valle de Benasque y rodeada por más de 60 tresmiles, la estación de Aramón Cerler te impresionará por su entorno natural y te permitirá disfrutar de las bajadas más largas del Pirineo: cuenta con el mayor desnivel esquiable del Pirineo (1.130 metros) y con 68 pistas aptas para distintos niveles repartidas a lo largo de dos valles (Cerler y Ampriu) en los que encontrarás todos los servicios necesarios.

Galardonada en varias ocasiones como una de las mejores estaciones de esquí de España, es la estación más alta del Pirineo Aragonés, con una cota mínima de 1.500 metros y una máxima de 2.630 metros en el pico Gallinero, lo que le permite ofrecer una excelente calidad de nieve durante toda la temporada. El sector de Gallinero es uno de los más conocidos de Cerler, ya que ofrece descensos largos y técnicos, con pendientes pronunciadas y zonas de freeride. Asimismo, la estación cuenta con una pista conocida como el Descenso de los 9 km, que es la pista balizada más larga de España. Comienza en la cota máxima de Gallinero y desciende hasta el pueblo, ofreciendo un recorrido ininterrumpido con paisajes espectaculares y diferentes tipos de terreno.

En su oferta se encuentra también el snowpark más grande de España, en el que esquiadores y snowboarders podrán dar rienda suelta a vuestra pasión por el freestyle. En el sector Ampriu podrás disfrutar, además, de un circuito balizado para esquí de travesía y otro para raquetas.

La estación cuenta con zonas específicas para principiantes, como la zona de Cota 2.000, que es ideal para quienes están aprendiendo a esquiar. Además, Cerler tiene una área familiar en la que los niños y familias pueden disfrutar de la nieve en un ambiente seguro y adaptado a sus necesidades. También hay una pista de trineos, un snowpark, un jardín de nieve y zonas de esquí tematizadas.

Aramón Valdelinares

Al sur de Teruel, en plena sierra de Gúdar y cerca de localidades como Alcalá de la Selva, Linares de Mora, Rubielos de Mora o Mora de Rubielos, también podrás disfrutar de la nieve. Valdelinares es la estación preferida por los esquiadores valencianos, ya que se encuentra a tan solo una hora y media de Valencia.

En ella encontrarás un total de 17 kilómetros esquiables a lo largo de 16 pistas diferentes: 6 verdes, 4 azules, 4 rojas, 1 Snowpark y 1 Funny Track. A ellas se puede acceder mediante 13 remontes en forma de cintas transportadoras, telesquís y telesillas, alguno de los cuales llega hasta la máxima altura de la estación a 2.000 metros.

En la pista de Villarejo podrás divertirte en el snowpark, un área dedicada al freestyle. Y, si eres novato en esto del esquí, dispones de una zona para debutantes en la parte alta de la estación. Si, por el contrario, eres un esquiador experimentado, en Valdelinares encontrarás también pistas de mayor dificultad que te permitirán disfrutar de sensaciones únicas.

En pareja, con amigos, en familia… da igual con quién vayas. La estación de Aramón Valdelinares atrae por su comodidad, sus modernas instalaciones y sus hermosos bosques de pino negro. Pero la nieve es solo un motivo más para visitar esta zona de Aragón. El entorno de las estaciones de Valdelinares y Javalambre te ofrece muchos otros atractivos: una completa red de senderos que discurren por parajes naturales, pueblos con encanto que no te puedes perder y una exquisita gastronomía local que tiene en la trufa negra su mejor exponente.

Aramón- Javalambre

La estación de Javalambre es una de las dos estaciones de esquí situadas en la provincia de Teruel, en la sierra del mismo nombre. Junto con su estación hermana, Valdelinares, forma una de las pocas opciones para esquiar en el Sistema Ibérico y es un destino muy popular para esquiadores del centro y este de España, dada su cercanía a ciudades como Valencia, Zaragoza y Madrid.

Si quieres entrar en contacto por primera vez con el deporte blanco, la estación turolense Aramón Javalambre es una excelente opción. Aunque es de tamaño moderado en comparación con las grandes estaciones del Pirineo, Javalambre cuenta con 15 kilómetros de pistas bien cuidadas y variadas, diseñadas principalmente para principiantes y esquiadores de nivel intermedio. Dispone de unas 18 pistas en total, divididas en 3 verdes, 4 azules, 9 rojas y 2 negras.

La estación se encuentra a una altitud que oscila entre los 1,650 metros y los 2,000 metros, lo que permite mantener la nieve en buenas condiciones durante la temporada de invierno. Gracias a su sistema de cañones de nieve artificial, Javalambre garantiza la cobertura de nieve en la mayoría de sus pistas, incluso en inviernos con precipitaciones moderadas.

Cuando cae la noche, la estación te invita a tocar las estrellas, ya que las sierras de Gúdar y Javalambre son idóneas para verlas. Si tienes tiempo, merece la pena que descubras el entorno que rodea a la estación; una forma de hacerlo es a pie, a través de sus casi 1.000 kilómetros de rutas señalizadas que te permitirán admirar sus parajes. Piérdete por sus pueblos, repón fuerzas en alguno de sus increíbles restaurantes y degusta su exquisita gastronomía local. El toque de trufa negra no falta en cualquier plato.

Espacios Nórdicos de Aragón

Si buscas un lugar donde se unen la naturaleza y la diversión, si quieres disfrutar de la montaña en invierno en un lugar privilegiado, los Espacios Nórdicos de Aragón te están esperando. No hay ruidos ni remontes, tan solo belleza y aire puro. Con esquís o con raquetas, o simplemente con unas buenas botas, sus bosques y valles se abren ante ti.

En ellos podrás practicar actividades como esquí de fondo, raquetas o cross country disfrutando de su entorno natural. Siete de ellos están en los Pirineos: Llanos del Hospital (Benasque), Candanchú, Pineta (Bielsa), Balneario de Panticosa, Oza-Gabardito (valle de Hecho), Lizara (Aragüés del Puerto) y Linza (Ansó). En la Sierra de Albarracín (Teruel) encontrarás el espacio nórdico de La Muela de San Juan.

Pero, la oferta de deportes de invierno de la región no acaba aquí. Aragón cuenta con multitud de zonas montañosas de acceso libre en las que seguir disfrutando de su naturaleza siempre con precaución, responsabilidad y teniendo en cuenta las recomendaciones que se pueden encontrar en Montaña Segura.