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Playas salvajes, miradores y acantilados: así es la ruta entre mar y montaña para hacer en la Costa da Morte
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EN 8 ETAPAS Y MÁS DE 200 KM

Playas salvajes, miradores y acantilados: así es la ruta entre mar y montaña para hacer en la Costa da Morte

Transcurre al borde del mar y ofrece vistas espectaculares a lo largo de un recorrido que va desde Malpica hasta Finisterre, pasando por algunos de los faros más emblemáticos de la costa gallega

Foto: Dos personas observan el mar desde el santuario de A Barca, en el concello coruñés de Muxía. (EFE)
Dos personas observan el mar desde el santuario de A Barca, en el concello coruñés de Muxía. (EFE)

En el corazón de la Costa da Morte, donde el Atlántico se muestra en su versión más indómita, se extiende el Camiño dos Faros: una travesía épica de más de 200 kilómetros que une naturaleza, historia y aventura a lo largo de ocho etapas. En este recorrido de más de 200 kilómetros serpentean playas vírgenes, acantilados escarpados, miradores espectaculares y pueblos con encanto.

El punto de partida se encuentra en el faro de Punta Nariga, el más novedoso de la Costa da Morte, ubicado en Malpica. Inaugurado en 1998 y diseñado por el arquitecto César Portela, su estructura, que imita la proa de un barco, se eleva hasta los 50 metros de altura y proyecta su luz a una distancia de 22 millas náuticas.

Foto: La Nacional VI, conocida también como la Carretera de La Coruña, es una de las principales carreteras radiales de España. (Imagen de archivo)

Desde aquí, el camino te llevará por una sucesión de playas de ensueño, como la de Niñóns, atravesando montes y formaciones rocosas que parecen esculpidas por el viento y las olas. Este primer tramo, que cubre un total de 22 kilómetros, es solo el inicio de un viaje donde el Atlántico es el gran protagonista.

Una alternativa al Camino de Santiago

En etapas posteriores, el recorrido te permitirá explorar joyas arqueológicas como el castro de Borneiro y el dolmen de Dombate, vestigios de la Galicia milenaria. También pasarás por la cima del Monte Castelo de Lourido, el punto más alto de la ruta, desde donde se contemplan vistas panorámicas que cortan la respiración antes de descender hacia Laxe.

A mitad de camino, la ruta se vuelve algo más accesible con paradas icónicas como la Playa de los Cristales, un arenal lleno de fragmentos de vidrio erosionados por el mar, o el mítico Cementerio de los Ingleses, testigo de trágicos naufragios. También destacan construcciones como el Faro Vilán y la Ermita de la Virgen del Monte, lugares cargados de simbolismo y rodeados de una belleza natural incomparable.

La recta final del Camiño do Faros no es menos impresionante. La etapa Camariñas-Muxía es la más larga de la ruta y recorre toda la Ría de Camariñas. A lo largo del recorrido, los senderistas disfrutarán de paisajes suaves, playas tranquilas y pintorescas aldeas que añaden un encanto especial al trayecto. En el segundo tramo, destacan la desembocadura del río Grande y la famosa Playa del Lago, dos puntos que ofrecen vistas espectaculares antes de llegar a Muxía.

Este pequeño municipio es conocido por su Santuario de la Virgen de la Barca, un lugar de gran significado religioso, y el Paseo de la Memoria, dedicado a rendir homenaje a las víctimas del desastre del Prestige, un trágico episodio de la historia reciente de la costa gallega.

Desde Muxía hasta el faro de Finisterre, el paisaje se vuelve aún más indómito, con playas solitarias y acantilados vertiginosos. Es en este tramo donde se encuentra el emblemático faro de Touriñán, el punto más occidental de la España peninsular.

Es la penúltima etapa de la ruta, donde se revela la costa más agreste y salvaje, con una gran variedad de terrenos que pondrán a prueba a los senderistas antes de llegar a la playa de Moreira. La etapa culmina en la playa virgen de Nemiña, un lugar de gran belleza, que marca el final de esta etapa, con unas vistas espectaculares hacia el entorno natural y la ría de Lires.

El tramo entre Nemiña y el Cabo Finisterre cierra un recorrido de más de 200 kilómetros a lo largo de la Costa de la Muerte, un recorrido que ofrece paisajes impresionantes de acantilados y playas vírgenes. Esta etapa es especialmente rica en historia, como se puede ver en Punta do Rostro, donde ocurrió el trágico naufragio del Casón, o en el Castro de Castromiñán, un importante vestigio de la Edad de Hierro que aún no ha sido excavado.

En los últimos kilómetros, antes de llegar a Finisterre, se pueden admirar desde la cima de Cabo de la Nave los últimos acantilados, playas y montes de este increíble paisaje. El camino continúa a través de los acantilados de Corticeiras, la fiera playa de Mar de Fora y el místico Monte del Facho, hasta llegar al Cabo Finisterre, conocido como el "fin del mundo" en la antigüedad, marcando el final de esta emblemática ruta.

Esta ruta no solo es una oportunidad para conectar con la naturaleza, sino también para sumergirse en la esencia de Galicia, con sus aldeas tradicionales, su gastronomía única y su historia milenaria. El Camiño dos Faros es mucho más que un itinerario de senderismo: es un homenaje a la Costa da Morte y una experiencia transformadora para los amantes del mar y la montaña.

En el corazón de la Costa da Morte, donde el Atlántico se muestra en su versión más indómita, se extiende el Camiño dos Faros: una travesía épica de más de 200 kilómetros que une naturaleza, historia y aventura a lo largo de ocho etapas. En este recorrido de más de 200 kilómetros serpentean playas vírgenes, acantilados escarpados, miradores espectaculares y pueblos con encanto.

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