El Parador más bonito del norte de España a menos de 1 hora de Bilbao: perfecto para una escapada de otoño

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A tan solo 50 minutos de Bilbao, el Parador de Argómaniz se erige como un auténtico refugio de paz en el corazón de Álava. Este histórico palacio renacentista, construido en 1712, combina lujo, historia y naturaleza, convirtiéndose en una elección ideal para quienes buscan una escapada otoñal. Situado sobre la llanura alavesa y con vistas privilegiadas a la Sierra de Gorbea, el parador ofrece un entorno único que invita a desconectar del bullicio de la vida cotidiana.

El edificio, inicialmente construido como el convento de los Carmelitas Descalzos, adoptó el nombre de Palacio de la familia Larrea, por sus antiguos propietarios. Además, sirvió como cuartel general de Napoleón durante la Guerra de la Independencia, sino también por su armonía entre el encanto histórico y las comodidades modernas.

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Marina Velasco

Como apuntan desde Turismo de Euskadi, en él se alojó el emperador francés antes de asaltar Vitoria-Gasteiz. El palacio, que posteriormente fue remodelado y transformado en residencia privada, presenta una fachada majestuosa con el escudo de los Larrea, lo que da cuenta de la prominencia de sus antiguos propietarios. Al entrar, se puede respirar la elegancia de sus amplios salones, que combinan el mobiliario de madera noble con la atmósfera serena y acogedora de un entorno histórico.

Con vistas a la llanura alavesa

Sus habitaciones, decoradas con esmero, ofrecen vistas espectaculares que van desde paisajes verdes hasta el azul sereno del embalse de Ulibarri-Gamboa, cercano al lugar. Las vigas de madera en algunas de sus estancias crean una sensación de elegancia atemporal. El edificio está rodeado de amplios jardines que se abren hacia un paisaje espectacular, donde el verde de los campos y la cercanía de los montes Vascos permiten que los huéspedes disfruten de vistas inolvidables.

Uno de los mayores atractivos del Parador de Argómaniz es su restaurante Aletegui, ubicado en el antiguo granero del palacio. Este espacio, que conserva el artesonado original del siglo XVIII, ofrece una experiencia culinaria basada en la cocina vasca de temporada. Platos tradicionales como el bacalao a la vizcaína, el pastel de setas silvestres sobre salsa de hongos, las carnes locales y los "sukalkis" a fuego lento se elaboran con productos de cercanía, incluyendo delicias como el queso Idiazabal y el goxua, un postre típico vasco. Todo ello se marida con una cuidada selección de vinos de la Rioja Alavesa.

Más allá del lujo y la gastronomía, el parador es el punto de partida perfecto para explorar las maravillas de Álava. A tan solo 12 kilómetros se encuentra Vitoria-Gasteiz, con su casco histórico lleno de encanto medieval, su imponente Catedral de Santa María y su vibrante ruta de arte urbano. Los amantes de la naturaleza pueden disfrutar de paseos por el Parque Natural de Gorbea, los humedales de Salburua o el embalse de Ulibarri-Gamboa, que incluso cuenta con playas con bandera azul.

Con tarifas desde 86 euros por noche durante el otoño, el Parador de Argómaniz ofrece una oportunidad única para disfrutar del norte de España sin comprometer el presupuesto. Su ubicación estratégica le convierte en una base excelente para visitar destinos como Bilbao, San Sebastián, Logroño o incluso Burgos, todos a menos de 100 kilómetros.

Ya sea para una escapada romántica, una celebración especial o simplemente para desconectar en un entorno único, Argómaniz ofrece todo lo necesario para que los visitantes vivan una experiencia inolvidable. La armonía entre el confort, la gastronomía y la naturaleza convierte a este parador en un lugar privilegiado para descubrir la esencia del País Vasco en todo su esplendor.