Dicen de ella que es la ermita más bonita de España: con formaciones rocosas de cuarzo de hace más de 40 millones de años

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Vizcaya es una provincia que destaca por su extraordinaria riqueza paisajística y natural, un territorio donde la belleza de sus montes, valles y ríos se entrelaza con una historia y cultura profundamente arraigadas. La geografía del lugar, caracterizada por una impresionante diversidad de ecosistemas, ofrece un contraste singular entre sus zonas de montañas abruptas, sus frondosos bosques y sus costas recortadas.

La Ermita de San Miguel de Arretxinaga marca la confluencia de los ríos Artibai y Urko, en la comarca de Markina-Xemein, en Vizcaya. Este pequeño santuario, de planta hexagonal y con una espadaña que remata su techo, combina su espiritualidad medieval con un fenómeno geológico único en el mundo. Etimológicamente, Arretxinaga se traduce como "lugar donde yacen las piedras", haciendo referencia a un proceso hidrotermal ocurrido hace unos 40 millones de años que conforma el paisaje rocoso que se eleva en su interior.

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El Confidencial

Es una parada imprescindible para los peregrinos que se encuentran en la quinta etapa del Camino de Santiago del Norte, donde se unen las localidades de Markina con Guernika. Cuando los visitantes cruzan la puerta del templo, se sorprenden con los tres gigantescos peñascos de cuarzo que se sujetan entre sí. Estas peculiares formaciones rocosas se han mantenido inamovibles desde hace 40 millones de años y forman a su vez un coqueto santuario que alberga en el centro la figura del arcángel San Miguel, empuñando una lanza contra un demonio alado al que pisa y consigue dominar.

Peregrinaje para los solteros

A lo largo de los siglos, la ermita ha sido un lugar de culto ininterrumpido, con menciones documentadas desde el siglo XV, pasando por diversas reformas y restauraciones, como la llevada a cabo en el siglo XVIII. Hoy en día, el 29 de septiembre, día de San Miguel, sigue siendo un lugar de celebración, con la danza tradicional Mahai Ganeko (Sobre la mesa) como parte de las festividades que recuerdan su profunda conexión con la comunidad local.

La historia de la Ermita de San Miguel de Arretxinaga se remonta al año 1355, cuando se funda la localidad de Markina y empieza a circular el rumor de que la iglesia de Xemein había sido abandonada porque sus feligreses sentían mayor devoción por otro templo sagrado cerca de aquel lugar. No es hasta 1451 cuando por primera vez se documenta la presencia de la ermita, frecuentada por freilas y ermitaños. Tras una larga espera, el altar de San Miguel fue consagrado, al constatar su gran similitud con el del Monte Gargano, situado en el norte de la región italiana de Apulia.

Hoy en día, muchas personas acuden a la ermita para ver si Cupido les bendice con su flecha. Es una de las leyendas que envuelve el santuario: hay que pasar tres veces por debajo de las piedras, sin tocar las paredes. Según cuenta la tradición, quien visite el santuario y pida con fe encontrar pareja o casarse, verá su deseo cumplido en el plazo de un año.

No podemos dejar Markina-Xemein sin descubrir otro de los grandes emblemas de su historia, profundamente ligada a una de las tradiciones más populares del País Vasco: la Cesta Punta, también conocida como Jai Alai (que significa "fiesta alegre" en euskera). Este deporte, que ha sido parte fundamental de la cultura local, tiene en Markina-Xemein su cuna, convirtiendo al municipio en un referente del mismo.