La extinción de un incendio que terminó en tragedia: la sorpresa que se esconde en esta llamativa ruta de Girona

• La "Venecia española" que tiene 25 kilómetros de canales navegables y puedes encontrar en este pueblo de la Costa Brava: no necesitarás el coche
• Las columnas del templo de Augusto, un tesoro de 2.000 años oculto en un barrio de Barcelona

Un rincón inesperado en los caminos verdes de Girona guarda la historia de un trágico suceso que marcó la localidad de Requesens y sus alrededores. Este paraje, conocido por sus paisajes y rutas de senderismo, esconde entre sus colinas los restos del Douglas DC6, un avión que se estrelló en 1986 mientras combatía un feroz incendio.

Mientras este hidroavión avanzaba desde la frontera francesa como parte de una operación de extinción, la tragedia se cebó con sus tripulantes: un capítulo negro en Requesens que, décadas después, continúa siendo recordada en cada pisada dejada por los excursionistas.

El 16 de julio de 1986, un incendio descontrolado en Le Perthus, Francia, traspasó la frontera hacia La Jonquera y obligó a las autoridades a desplegar un amplio operativo para intentar frenarlo. Las rachas de viento intensas en el Alt Empordà complicaron la extinción del incendio, obligando al despliegue del Douglas DC6, un hidroavión que, al descargar su primera oleada de agua, fue arrastrado por el viento y perdió estabilidad. La aeronave se estrelló en una zona montañosa cercana a Requesens, y lamentablemente, los cuatro tripulantes perdieron la vida en el siniestro.

Tras las huellas de la tragedia

Tras aquel fatídico accidente, el fuego continuó arrasando sin control, calcinando cerca de 24.000 hectáreas de bosque. La magnitud de la catástrofe obligó al cierre de la autopista A-17, la aduana de La Jonquera y la línea férrea que conecta Barcelona con Portbou, mientras los equipos de emergencia luchaban contra las llamas. Hoy, el sitio donde quedó el Douglas DC6 es una parada obligada en una de las rutas de senderismo más singulares de la región.

Para aquellos interesados en recorrer esta ruta, el camino comienza en el pequeño vecindario de Requesens, accesible desde Cantallops. La travesía, que cuenta con 7,5 kilómetros de recorrido de ida y vuelta, permite llegar a los restos del avión en unas dos horas y media. Esta caminata no solo ofrece un entorno natural incomparable con vistas al golfo de Roses y al Empordà, sino también una experiencia cargada de historia.

Al iniciar la caminata, los senderistas deben pasar por una valla destinada a controlar el ganado en la zona. Desde ahí, el sendero se adentra en el bosque, donde la tierra firme facilitan el recorrido, aunque se recomienda llevar calzado cómodo y suficiente agua. La ruta, según indican algunos senderistas, ofrece pocos puntos de sombra, por lo que también es aconsejable aplicarse protector solar.

TE PUEDE INTERESAR

Este es el bosque más mágico del Pirineo catalán que crece sobre una colada de lava, según 'National Geographic'

El Confidencial

En el kilómetro cuatro, una placa conmemorativa recuerda a los tripulantes del Douglas DC6, con la solemnidad que merece su sacrificio. A pocos metros, los restos de la aeronave se imponen entre la vegetación, creando un espacio que, más allá del dolor que evoca, invita a la reflexión sobre la tragedia ocurrida. Así, el paisaje y la historia se unen en este recorrido único.

El sendero ha atraído a visitantes y montañistas, tanto por su valor natural como por el misticismo que rodea al avión accidentado, que permanece allí como un testimonio de aquellos tiempos difíciles. Esta caminata en Requesens no solo permite disfrutar del aire libre, sino también rememorar un suceso que, aunque doloroso, ha quedado inmortalizado en el paisaje de Girona.