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Ni un pueblo ni un decorado: el curioso rincón de Castilla y León que su creador define como "la escultura más grande del mundo"
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Ni un pueblo ni un decorado: el curioso rincón de Castilla y León que su creador define como "la escultura más grande del mundo"

La crisis del año 2008 dejó sin trabajo como ceramista a Félix que, durante 16 años, ha trabajado en levantar un curioso pueblo medieval en la provincia de Burgos

Foto: Territorio Artlanza (@territorioartlanza)
Territorio Artlanza (@territorioartlanza)

"¡Espectacular! Tiene detalles supercuidados y muchísimo trabajo y dedicación, es un pueblo en miniatura. Te hace recordar un montón de cosas", "es alucinante todo lo que hay montado hecho a mano desde cero" o "precioso, es como un poblado medieval, con los oficios de antiguamente. Está todo cuidado y al detalle. Un gran trabajo, Félix lo ha hecho solo durante 15 años con material reciclado"; son algunas de las reseñas que han dejado en Google quienes han visitado este curioso "pueblo".

En realidad, Territorio Atlanza, así es como se conoce este lugar, que recrea un poblado medieval de Castilla, no es como tal un pueblo, ya que allí no vive nadie; tampoco es un decorado, aunque en él se han grabado cortos, videoclips, trabajos universitarios... Entonces, según ha explicado su creador en diferentes ocasiones, es una escultura, una muy grande, "la más grande del mundo creada por una sola persona".

El autor de este espectacular lugar es Félix Yáñez, que hace ya más de 16 años empezó a construir Territorio Artlanza sin ser consciente de que llegaría a convertirse en algo tan grande.

Cuando él comenzó a construirlo, su idea era tan solo montar una placita típica castellana al lado de su taller de cerámica

En la actualidad, ocupa 30.000 metros cuadrados; cuando él comenzó a construirlo, su idea era tan solo montar una placita típica castellana al lado de su taller de cerámica. Quería que los alrededores de su taller fueran más bonitos y lo consiguió, pero no se conformó con esa plaza; ya que ahora, en este espacio se pueden visitar también varios museos, una taberna, una escuela, un parque, dos corrales de comedia... y hasta una ermita.

Félix lleva 16 años poniendo piedras (y materiales reciclados) a este curioso rincón, ubicado en la localidad de Quintanilla del Agua (Burgos), que visitan miles de personas cada año.

Materiales con historia

Los materiales que Félix ha utilizado para crear Territorio Atlanza son reciclados. Algunos los ha encontrado tirados en vertederos y otros han sido donaciones que le han hecho algunos vecinos. Gracias a ello, este pueblo consigue tener una profundidad emocional mucho más amplia, ya que sus visitantes más mayores y de la zona, en ocasiones, son capaces de reconocer a quiénes pertenecían puertas o vigas que a día de hoy forman parte de esta enorme escultura.

Estos materiales han servido a Félix para crear esta enorme escultura por la que se puede pasear de lunes a domingo, eso sí, pagando la entrada. Para los adultos, visitar Territorio Atlanza cuesta ocho euros y cuatro para los niños.

Es más, gracias también a las donaciones de estos elementos, el creador de Territorio Atlanza ha podido nutrir sus completos e interesantes museos.

Tres partes muy distintas

El "poblado" medieval no ha dejado de crecer desde hace 16 años y en él se pueden distinguir y visitar tres zonas muy distintas. El primer edificio que ve cualquier turista al llegar, que funciona paralelamente como taquilla, es el taller de cerámica de Yáñez y una sala de exposiciones donde este coloca sus esculturas de terracota.

La segunda parte, la más grande, es la escultura en sí misma, el "pueblo", que llama la atención por el detalle y mimo con el que está construido. Es más, en los balcones se puede ver incluso ropa tendida, lo cual añade un extra de realismo a la visita; al igual que sucede cuando en verano los corrales de comedia se utilizan para el Festival Nacional de Teatro de Cámara que desde 2013 se celebra allí.

Lo último que ha construido Félix ha sido la parte infantil, la más colorida. Aunque las construcciones son más pequeñas, no pasan en absoluto desapercibidas por los colores que el ceramista ha utilizado en sus fachadas.

Félix supo reinventarse cuando la crisis en el año 2008 le dejó sin trabajo y, aunque jamás había soñado con construir algo parecido, con sus propias manos ha conseguido levantar uno de los rincones más curiosos y turísticos de la provincia de Burgos.

"¡Espectacular! Tiene detalles supercuidados y muchísimo trabajo y dedicación, es un pueblo en miniatura. Te hace recordar un montón de cosas", "es alucinante todo lo que hay montado hecho a mano desde cero" o "precioso, es como un poblado medieval, con los oficios de antiguamente. Está todo cuidado y al detalle. Un gran trabajo, Félix lo ha hecho solo durante 15 años con material reciclado"; son algunas de las reseñas que han dejado en Google quienes han visitado este curioso "pueblo".

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