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Ni el de Versalles ni el de Schönbrunn: el palacio más grande del mundo está en Italia, es del siglo XVIII y lo encargó "el mejor alcalde" de Madrid
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PATRIMONIO DE LA UNESCO DESDE 1997

Ni el de Versalles ni el de Schönbrunn: el palacio más grande del mundo está en Italia, es del siglo XVIII y lo encargó "el mejor alcalde" de Madrid

Considerado el palacio más grande del mundo, esta joya arquitectónica del siglo XVIII deslumbra con sus imponentes jardines, opulentas estancias y una historia que combina poder, arte y un diseño visionario

Foto: Este palacio italiano fue construido por orden del 'mejor alcalde' de Madrid (reggia-di-caserta.com)
Este palacio italiano fue construido por orden del 'mejor alcalde' de Madrid (reggia-di-caserta.com)

El palacio más grande del mundo, un auténtico icono del siglo XVIII que sigue cautivando por su grandiosidad y elegancia arquitectónica, se encuentra en Italia, a unos 30 kilómetros de Nápoles. Esta mansión real, conocida como el ‘Versalles italiano’, fue erigido en 1752 por encargo del rey Carlos VII de la casa Borbón-Dos Sicilias, quien buscaba una residencia a la altura de la corte francesa y que, con los años, se convertiría en el rey Carlos III de España. Es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1997 y se trata del Palacio Real de Caserta.

El arquitecto Luigi Vanvitelli, autor del proyecto, dio vida a una obra monumental que revolucionaría la arquitectura barroca y sería fuente de inspiración para palacios de toda Europa. El diseño incluye espacios multifuncionales que integran residencias reales, una biblioteca, un teatro y una capilla, todo rodeado de una estructura que combina elegancia con suntuosidad. La Gran Escalera de Honor, las fuentes y la alineación de los jardines crean un efecto visual (el llamado ‘efecto telescopio’) que hace que las distancias parezcan más cortas, un recurso innovador que Vanvitelli perfeccionó para asombrar a quienes recorren el palacio.

Las cifras de este colosal palacio son abrumadoras. Con 47.000 metros cuadrados de superficie y cinco plantas, el edificio alberga más de 1.200 habitaciones, 1.742 ventanas, 34 escaleras. Pero no solo eso, tiene 61.000 metros cuadrados de jardines y un acueducto de 40 kilómetros, la estructura se extiende en una longitud de hasta cuatro kilómetros. Este acueducto, conocido como el Acueducto Carolino, atravesaba cinco montañas y tres ríos para abastecer las fuentes y estanques del parque, así como a la ciudad de Caserta.

Qué ver en el Palacio Real de Caserta

El Palacio Real de Caserta es un recorrido interminable de arte, lujo y esplendor que invita a adentrarse en cada uno de sus espacios para descubrir los detalles de la vida cortesana del siglo XVIII. Cada estancia revela aspectos únicos de la arquitectura y decoración de la época, haciendo de este palacio una joya sin igual. Aquí hay una selección de las estancias más destacadas y lo que los visitantes pueden esperar encontrar en su interior.

  • Gran Escalera de Honor: es una de las joyas arquitectónicas de Vanvitelli, que logra impactar a quienes la recorren desde sus primeros escalones. Esta majestuosa escalera cuenta con una estructura de 116 escalones de mármol y está flanqueada por estatuas que representan la virtud y la fuerza. Uno de los detalles más singulares de esta escalera es el ingenioso diseño que oculta el espacio destinado a la orquesta, creando un efecto de ‘coro invisible’ que acompaña las ceremonias y actos en el palacio sin que los músicos sean visibles.
  • Apartamentos Reales: divididos entre los apartamentos del siglo XVIII y los del siglo XIX, cada sección cuenta con decoraciones que muestran la evolución del gusto y la decoración palaciega. En los Apartamentos del siglo XVIII se conserva un marcado estilo barroco, mientras que en los del XIX predominan los elementos decorativos neoclásicos. En estos espacios, se pueden apreciar los frescos originales, lujosos muebles, cortinas de sedas y porcelanas de la época.
  • Sala del Trono: uno de los espacios más impresionantes del palacio, diseñado para las recepciones oficiales y decorado con lujo y detalles en dorado. Aquí se encuentra el trono del rey, flanqueado por columnas corintias, frescos y ornamentos en cada rincón que enfatizan la magnificencia del espacio, diseñado para inspirar reverencia.
  • Capilla Palatina: inspirada en la Capilla Real de Versalles, fue diseñada con detalles arquitectónicos que combinan estilos renacentistas, manieristas y barrocos. Este espacio no solo servía para ceremonias religiosas, sino que también era un punto de encuentro de la nobleza.
  • Biblioteca Palatina: ubicada en los Apartamentos Antiguos, esta biblioteca, con su decoración en nogal y caoba, alberga alrededor de 14.000 libros, algunos de gran valor histórico. Incluye documentos y manuscritos que reflejan la cultura europea y napolitana de la época.
  • Teatro Real de la Corte: inspirado en el Teatro di San Carlo de Nápoles, este teatro en forma de herradura fue construido para las funciones privadas de la corte, su acústica es reconocida como una de las mejores de la época, lo que lo convertía en un espacio ideal para eventos musicales y teatrales exclusivos de la nobleza.
  • Galería de Imágenes: esta galería es una verdadera colección de historia en forma de arte, con pinturas que datan del siglo XVI al XIX. Las obras están distribuidas en nueve salas temáticas, donde se exhiben retratos de la Familia Real, paisajes y naturalezas muertas, proporcionando un vistazo a las distintas facetas artísticas que florecieron en la época.
  • El Parterre y el Bosque Viejo: inspirado en los jardines franceses, el Parterre es un amplio espacio ajardinado que se abre justo al salir del palacio. Diseñado por Vanvitelli, recuerda las alfombras florales de los jardines de Versalles y está rodeado por el Bosque Viejo, un espacio boscoso que ya existía antes de la construcción del palacio y que proporciona un ambiente más natural y salvaje.
  • Jardín Inglés: este jardín, creado bajo la supervisión de Carlo Vanvitelli y el jardinero inglés John Andrew Graefer, fue un encargo de la reina María Carolina de Austria para emular la belleza del Petit Trianon de Versalles. El Jardín Inglés cuenta con una rica diversidad de especies botánicas traídas de distintos lugares del mundo, un laberinto de senderos y pequeños lagos con nenúfares, creando una experiencia de ensueño en medio de la naturaleza. Alberga también ruinas romanas.
  • Las fuentes: desde el Acueducto Carolino hasta el Jardín Inglés, las fuentes del Palacio Real de Caserta representan un despliegue de ingeniería y estética. La Fuente de Diana y Acteón y la gran cascada son especialmente destacadas por sus efectos visuales y su simetría, y están situadas de forma que se integran armoniosamente con el entorno.
  • Saint Leucio Belvedere: en la colina de San Leucio, al noreste del Palacio, se encuentra el Belvedere de San Leucio, una residencia y fábrica de seda donde se producen algunas de las sedas más prestigiosas del mundo. Aquí, los visitantes pueden explorar los telares antiguos y conocer de cerca el proceso tradicional de producción de seda.

Con cada uno de estos espacios, el Palacio Real de Caserta ofrece un viaje por los gustos y la ostentación de una de las épocas más fascinantes de la historia europea, mostrando el ingenio arquitectónico de Vanvitelli y la visión ambiciosa de la corte borbónica.

Curiosidades del Palacio

Este palacio alberga numerosas historias y curiosidades. Una de las más peculiares ocurrió tras la unificación de Italia en 1861, cuando los oficiales del ejército piamontés, desconocedores de ciertas comodidades de la corte, catalogaron un bidé como un “objeto desconocido en forma de guitarra”. Además, el parque, con su “ruta del agua”, un sistema de fuentes y canales alimentado por el Acueducto Carolino, crea un ambiente mágico en sus jardines y cascadas.

Además, durante la Segunda Guerra Mundial, el palacio fue utilizado como cuartel general por las fuerzas aliadas, y fue aquí donde las tropas alemanas firmaron la rendición incondicional en 1945, un episodio histórico que consolidó la importancia del palacio más allá de su papel como residencia real. En cualquier caso, el recorrido por el palacio y los jardines resultará una experiencia mágica para los visitantes que pueden invertir fácilmente cuatro horas en la visita.

El palacio más grande del mundo, un auténtico icono del siglo XVIII que sigue cautivando por su grandiosidad y elegancia arquitectónica, se encuentra en Italia, a unos 30 kilómetros de Nápoles. Esta mansión real, conocida como el ‘Versalles italiano’, fue erigido en 1752 por encargo del rey Carlos VII de la casa Borbón-Dos Sicilias, quien buscaba una residencia a la altura de la corte francesa y que, con los años, se convertiría en el rey Carlos III de España. Es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1997 y se trata del Palacio Real de Caserta.

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