Viaja a Atenas sin salir de España: el pueblo de Extremadura con casas blancas de estilo mudéjar y una gastronomía envidiable
Este municipio de la Campiña Sur con palacetes señoriales se ha hecho famoso por haber competido en el 'Grand Prix', y que además vio nacer a un medallista olímpico que ha dado muchas alegrías este año en París
Llerena es un pueblo de particular encanto ubicado al sur de Badajoz. (iStock)
La arquitectura blanca y encalada del sur de Extremadura, con las torres-campanarios (y templos del gótico isabelino) que desprenden un aire mudéjar y el sabor inigualable a cerdo ibérico, se despliega en todo su esplendor en Llerena. Este municipio de Badajoz, que evoca la magia de los rincones más mágicos de Grecia, con las flores rosas que decoran los balcones, optó al título de Pueblo Mágico de España, en 2019, aunque finalmente fue destronado por Cangas de Onís, en Asturias.
A los pies de la Sierra de San Miguel, se enmarca Llerena, ciudad declarada Conjunto Histórico Artístico en 1966, que fue residencia habitual de los Maestres de la Orden de Santiago. El pueblo extremeño tiene a su particular mujer-milagro, como recoge la leyenda más conocida en sus calles, que, como cualquier otra, esconde un halo de misterio.
La leyenda del Rey Jayón es un hermoso relato que destaca la conversión y el poder transformador del amor y la fe. En la Campiña Sur de Cáceres, entre las localidades de Llerena y sus alrededores, se cuenta que el Rey Jayón, un rey moro ciego, gobernaba con justicia, pero su ceguera le impedía disfrutar plenamente de su reino y de la compañía de su querida hija, la princesa Erminda.
Donde se obró el milagro
Un día, mientras jugaba en el campo, la joven princesa observó algo extraordinario sobre una encina. Intrigada por las luces brillantes que se manifestaban en la cima del árbol, se acercó, descubriendo que era una aparición de la Virgen María, resplandeciente con una aureola deslumbrante.
Movida por su amor hacia su padre, Erminda le pidió que le devolviera la vista. La respuesta fue clara: la Virgen accedió, pero con una condición: tanto el rey como su hija debían convertirse al cristianismo. Y así lo hicieron. Tras la obra divina, se construyó una ermita en agradecimiento a la Virgen de Ara, conocida como "la Capilla Sixtina de Extremadura", que a lo largo del tiempo se ha convertido en un lugar de devoción y peregrinaje para los habitantes de la región.
Sus calles empedradas y su rica historia te invitan a perderte en un laberinto de tradiciones, donde cada rincón cuenta una historia. Fruto de sucesivos gloriosos períodos históricos, Llerena envuelve a sus visitantes en su atmósfera mística, donde la luz del sol resbala suavemente sobre las fachadas blancas de sus casas mudéjares, creando un juego de sombras que invita a explorar sus rincones más desconocidos.
Llerena ha sido bautizada como "la pequeña Atenas" de Extremadura por la blancura que impregna la villa y el valioso patrimonio arquitectónico que alberga, donde asoman palacetes señoriales, casas nobiliarias y conventos de estilo gótico-mudéjar. La plaza mayor porticada es la puerta de entrada a su nervio artístico. La iglesia de Nuestra Señora de la Granada es una joya que espera que alces tu mirada para admirar su particular toque manual.
Las campanas de su torre han recibido una distinción muy especial de la UNESCO: son parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Los maestros campaneros, guardianes de esta tradición, son quienes mantienen viva esta herencia. Su habilidad para tocar las campanas con destreza no solo es un arte, sino también un vínculo con el pasado, que se transmite de generación en generación.
Por otro lado, los aromas de la gastronomía local te seducen: un buen plato de migas o un dulce "pestiño" te transportan a las tradiciones más auténticas de la región. Este municipio de la Campiña Sur se ha hecho famoso por haber competido en el programa Grand Prix (Televisión Española). Además, Llerena vio nacer a un medallista olímpico que ha dado muchas alegrías este año en los Juegos Olímpicos de París. Se trata de Álvaro Martín Uriol, oro en el Maratón de Marcha mixta por relevos y bronce en la categoría individual de los 20 kilómetros.
La arquitectura blanca y encalada del sur de Extremadura, con las torres-campanarios (y templos del gótico isabelino) que desprenden un aire mudéjar y el sabor inigualable a cerdo ibérico, se despliega en todo su esplendor en Llerena. Este municipio de Badajoz, que evoca la magia de los rincones más mágicos de Grecia, con las flores rosas que decoran los balcones, optó al título de Pueblo Mágico de España, en 2019, aunque finalmente fue destronado por Cangas de Onís, en Asturias.