El pueblo rodeado de lagos glaciares que da entrada a un rincón único del Pirineo catalán: es perfecto para visitar en otoño

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Ubicado en la provincia de Lleida, esta localidad se ha ganado un merecido puesto entre los pueblos más especiales para visitar durante la temporada invernal. Este pintoresco pueblo catalán, con menos de 200 habitantes, ha preservado su encanto en un entorno natural de gran belleza, donde lucen especialmente las construcciones de piedra y casas de pizarra, y las huellas de un rico patrimonio arquitectónico como el que encontramos en Santa María de Cabo, la iglesia de estilo románico lombardo del siglo XII-XIII.

Los visitantes tendrán la oportunidad de viajar en el tiempo mientras caminan por sus calles empedradas que conducen a rincones mágicos, y sus balcones con flores (otras tantas veces cubiertos por la nieve), que mantienen la esencia de la arquitectura típica aranesa. A una altitud de aproximadamente 1.348 metros sobre el nivel del mar, Tredòs es el último pueblo del Naut Aran, antes de llegar a las pistas de esquí de Baqueira Beret.

La "Invernalia" española está muy cerca de la desembocadura del río Aiguamòg con el río Garona y es un destino privilegiado tanto para los amantes de los deportes de invierno como para aquellos que desean sumergirse en la naturaleza en cualquier época del año.

Un rincón con encanto en el valle pirenaico catalán

Ubicado en el corazón del Valle de Arán, en la provincia de Lleida, es el mejor punto de partida para disfrutar del valle pirenaico y recorrer los más de 30 lagos glaciares que salpican el Circo de Colomers, que es la puerta de entrada al Parque Nacional de Aigüestortes. Los lagos, con sus aguas cristalinas y tonos turquesas, son el resultado de milenios de actividad glaciar, y cada uno tiene su propio carácter y encanto.

Al caminar por estas rutas, los excursionistas pueden disfrutar de un entorno de paz y tranquilidad, rodeados de la rica flora y fauna que habita en la región. Este impresionante ecosistema tiene una historia geológica fascinante. Hace millones de años, todo el Pirineo estaba sumergido bajo el mar. Las pizarras y granitos que hoy forman el paisaje de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici (el único parque nacional de Cataluña) emergieron del fondo marino hace aproximadamente 200 millones de años.

Con el paso del tiempo, estos materiales fueron moldeados por la erosión y ahora dejan a la vista una maravilla natural que parece sacada de un lienzo. La experiencia puede completarse con una escapada a los famosos Baños de Tredòs, un pequeño hotel balneario con vistas a la montaña que incluye un circuito exterior con aguas terapéuticas. La piscina termal cubierta, el jacuzzi y la sauna finlandesa ofrecen un equilibrio reparador después de una larga jornada de senderismo o esquí.