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Así es el pueblo abandonado a menos de 1 hora de Tarragona envuelto de misterios y leyendas: ideal para una escapada en Halloween
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FOCO DE SUCESOS PARANORMALES

Así es el pueblo abandonado a menos de 1 hora de Tarragona envuelto de misterios y leyendas: ideal para una escapada en Halloween

Hoy, sus edificios derruidos y sus callejones silenciosos atraen a curiosos, fotógrafos y amantes de lo insólito

Foto:  Según cuenta la leyenda, La Mussara, en Tarragona, es un umbral dimensional, y aquellos que se adentran en su bruma pueden experimentar fenómenos inexplicables. (Turismo Cataluña)
Según cuenta la leyenda, La Mussara, en Tarragona, es un umbral dimensional, y aquellos que se adentran en su bruma pueden experimentar fenómenos inexplicables. (Turismo Cataluña)

Situada en la sierra del Baix Camp, y a solo unos 50 minutos de Tarragona, La Mussara es una aldea fantasma que conserva una atmósfera llena de enigmas y un toque espeluznante perfecto para una visita en Halloween. Este pueblo deshabitado desde 1959, perteneciente al municipio de Vilaplana, parece anclado en el tiempo, mostrando las ruinas de antiguas viviendas, la iglesia de San Salvador y, según los rumores, una conexión con lo paranormal que ha atraído a curiosos y amantes de lo sobrenatural.

El misterio de La Mussara no solo reside en sus paredes derruidas, sino en las leyendas que la rodean. A mediados del siglo pasado, los últimos habitantes abandonaron el pueblo debido a la filoxera, una plaga que afectó sus cultivos, la sequía y la falta de servicios básicos.

Foto: ¿Te atreverás a adentrarte en las ruinas del Belchite Viejo?

Sin embargo, los relatos de desapariciones inexplicables en su densa niebla y rumores de una puerta dimensional hacia otra realidad han mantenido viva la fascinación por este sitio. Para algunos, la niebla es más que un fenómeno natural; se cree que, al envolver la aldea, transporta a quienes la cruzan a un plano paralelo. Es el verdadero latir de su reputación siniestra.

La niebla como portal dimensional

Uno de los lugares más emblemáticos es la iglesia medieval de San Salvador, que, aunque en ruinas, todavía conserva un aire de misterio. Según los visitantes, en sus paredes pueden verse restos de grafitis de temática esotérica, y las psicofonías son un tema recurrente entre quienes se atreven a entrar.

Por las noches, especialmente cuando la niebla sube desde las montañas, algunos aseguran haber escuchado campanas fantasmales provenientes de este templo, pese a que carece de ellas desde hace décadas. Estos fenómenos, unidos al ambiente de ruinas desoladas y al silencio profundo del lugar, hacen que la experiencia en La Mussara sea difícil de olvidar.

El caso de Enrique Martínez Ortiz, un joven desaparecido en 1991 mientras recolectaba setas en los alrededores de La Mussara, es otro de los eventos que alimenta la intriga en torno a este lugar. Según la historia, tras separarse de sus amigos en una densa niebla, jamás se le volvió a ver. Aunque los equipos de rescate revisaron la zona intensamente, el caso es un misterio sin resolver. Historias como estas se han convertido a La Mussara en un enclave perfecto para los amantes de lo paranormal y un destino ineludible para quienes buscan fuertes emociones en Halloween.

Además de sus historias de fantasmas, La Mussara cuenta con un atractivo visual único. Su ubicación a más de 1.000 metros sobre el nivel del mar ofrece vistas impresionantes que en días despejados alcanzan hasta el Delta del Ebro y, en ocasiones, incluso al Pirineo de Mallorca. Este lugar abandonado es también un imán para fotógrafos y exploradores urbanos que buscan capturar su belleza decadente y las misteriosas sombras que se proyectan entre sus paredes de piedra.

Mientras recorre sus calles desoladas y la niebla densa lo envuelve todo en un manto de silencio, el visitante no puede evitar recordar las desapariciones inexplicables ni los ecos de campanas fantasmagóricas que algunos aseguran haber oído.

Foto: El icono del complejo de turismo familiar en los 2000. (EFE/Andreu Esteban)

Al caer la tarde, cuando el sol se esconde y las sombras se alargan, La Mussara adquiere un aire cinematográfico. Este enclave, más que un simple vestigio del pasado, se presenta como un símbolo de la España despoblada y un atractivo cultural en el que convergen historia y misticismo, ofreciendo una experiencia completa para quienes buscan una exploración más allá de lo convencional.

Situada en la sierra del Baix Camp, y a solo unos 50 minutos de Tarragona, La Mussara es una aldea fantasma que conserva una atmósfera llena de enigmas y un toque espeluznante perfecto para una visita en Halloween. Este pueblo deshabitado desde 1959, perteneciente al municipio de Vilaplana, parece anclado en el tiempo, mostrando las ruinas de antiguas viviendas, la iglesia de San Salvador y, según los rumores, una conexión con lo paranormal que ha atraído a curiosos y amantes de lo sobrenatural.

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