El pueblo que fue una antigua villa medieval y es considerado uno de los más bonitos de toda España
El castillo y su casco histórico, lleno de calles estrechas y empedradas, son dos de los principales atractivos de esta localidad que ya se ha convertido en todo un referente de la zona
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El turismo en España continúa creciendo a ritmo frenético. Sin embargo, si hay algo que parece estar cambiando es el modo de practicarlo. Frente a los tradicionales hoteles, cada vez son más los viajeros que apuestan por los conocidos como alojamientos turísticos extrahoteleros, que incluyen apartamentos, campings, alojamientos de turismo rural y albergues. De hecho, las pernoctaciones en estos espacios han superado los 26 millones durante el mes de agosto, una cifra que supone un incremento de un 1,5% respecto a las mismas fechas del año pasado.
Este tipo de alojamientos, como los campings o los albergues, se han vuelto cada vez más frecuentes entre las opciones de los viajeros. Y es que son muchos los turistas que en los últimos años han cambiado los destinos de costa por las zonas de interior. Uno de los motivos, entre otros muchos, es la gran variedad de preciosos y desconocidos pueblos que se encuentran distribuidos por el territorio nacional y que son auténticas joyas para realizar una escapada. Uno de ellos es, por ejemplo, Castro Cardelas, un pequeño municipio de Orense que es considerado uno de los más bonitos del país.
Castro Cardelas fue una antigua villa medieval que, en la actualidad, se ha convertido en todo un referente turístico de Galicia al ser considerado como uno de los pueblos más bonitos de España. Además de caracterizarse por su belleza y por formar parte de la comarca de Terra de Caldelas, destaca por la gran cantidad de enclave con los que cuenta en su territorio y que lo convierten en un lugar ideal para disfrutar de una escapada.
Entre los lugares que no hay que perderse durante una visita a la localidad, destaca su espectacular castillo, que fue construido en el siglo XIV como una fortaleza defensiva. La fortificación se encuentra ubicada en lo alto de una colina y ofrece una panorámica única del río Sil. Además, el castillo fue clave y marcó un antes y un después en la historia de las guerras medievales en Galicia.
Sin embargo, no es lo único de lo que hay que disfrutar durante una visita al municipio. Su casco histórico, característico por sus calles estrechas y empedradas que conservan su encanto medieval, ha sido declarado Bien de Interés Cultural (BIC). Y hay algo que también hace especial a Castro Cardelas es su entorno. El motivo no es otro que el hecho de que se encuentra ubicado rodeado de montañas, ríos y viñedos en las laderas de las colinas.
Además, cerca de la localidad pasa el río Sil, concretamente por una zona que se ha convertido en un lugar perfecto para todos aquellos que desean realizar rutas de senderismo.
A pesar de que la viticultura y el cultivo de productos agrícolas tradicionales son aspectos claves para la economía del municipio, lo cierto es que en los últimos años ha ganado importancia el turismo, sobre todo el vinícola. Castro Caldelas se encuentra en la Denominación de Origen Ribeira Sacra, conocida por la producción de vinos de gran calidad, por lo que son muchos los turistas que no quieren perderse la oportunidad de presenciar los viñedos.
Aunque es un pueblo relativamente pequeño, está muy bien comunicado por carretera, lo que favorece la llegada de los turistas en cualquier época del año. Eso sí, el clima en el municipio es oceánico, con inviernos fríos y veranos suaves, por lo que las mejores épocas para visitarlo son la primavera y los meses de junio, julio y agosto.
Castro Caldelas es, además, una villa de tradiciones, entre las que destacan la fiesta de los Fachós, que se celebra la noche del 19 de enero. En esta celebración en honor a San Sebastián, los habitantes realizan una procesión alrededor del castillo y se lleva una imagen del santo hecha también de paja, precedida por una larga antorcha de hasta 30 metros.
Qué comer y dónde comer en Castro Caldelas
La gastronomía de Castro Caldelas está completamente ligada a la tradición gallega y se ha convertido, sin duda, en uno de los principales atractivos para los turistas. Sin embargo, además de elaboraciones típicas de Galicia, también se puede disfrutar de especialidades de la comarca de la Ribeira Sacra.
Entre los platos más típicos se encuentra el pulpo a feira, servido con sal gruesa, pimentón y aceite de oliva sobre un plato de madera, o el churraco de ternera. También destacan elaboraciones como el caldo gallego o el lacón cocido con grelos y patatas.
Además, la localidad cuenta con varios restaurantes muy bien valorados entre los clientes. Uno de ellos es el Mesón O Castillo, uno de los lugares más recomendados para degustar la gastronomía local. También están otros como el Restaurante Caldelas Sacra, ubicado en pleno corazón del pueblo y que incluye platos elaborados con productos locales y de temporada. Los amantes de los dulces tienen una parada obligatoria, la pastelería Galicia, un lugar perfecto para probar la famosa bica de Castro Caldelas.
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El turismo en España continúa creciendo a ritmo frenético. Sin embargo, si hay algo que parece estar cambiando es el modo de practicarlo. Frente a los tradicionales hoteles, cada vez son más los viajeros que apuestan por los conocidos como alojamientos turísticos extrahoteleros, que incluyen apartamentos, campings, alojamientos de turismo rural y albergues. De hecho, las pernoctaciones en estos espacios han superado los 26 millones durante el mes de agosto, una cifra que supone un incremento de un 1,5% respecto a las mismas fechas del año pasado.