El camping de interior que es considerado uno de los mejores de España y es perfecto para hacer rutas

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Que cada vez son más los ciudadanos que cambian los hoteles y apartamentos turísticos por una estancia en un camping es toda una realidad. Y es que, en los últimos años, se ha visto como este tipo de alojamientos han ido cobrando cada vez más protagonismo en las vacaciones de los españoles. De hecho, según los últimos datos publicados por la Federación Española de Campings (FEEC), la ocupación media este verano se ha situado en torno al 85% y 90%, llegando muchos campings a colgar al cartel de 'completos' hasta finales de julio y la semana de agosto.

Los motivos por los que cada vez más españoles se decantan por este tipo de alojamientos son muy variados. Normalmente, los campings permiten a los huéspedes una inmersión completa con el entorno, además de una desconexión completa con todo tipo de comodidades. Además, en los últimos años, los campings han crecido a tal ritmo que, en la actualidad, nada tienen que envidiar a un hotel. Y esto, sumado a sus diferentes ubicaciones —tanto en la playa como en el interior— ha hecho que se haya convertido el tipo de alojamiento favorito de muchos.

A pesar de que los campings de playa cada vez están cobrando más protagonismo, la realidad es que los de interior siguen siendo la preferencia para muchos. Y de todos los que hay en España destaca uno por haber sido considerado como uno de los mejores de España. Se trata del Camping Pineta (Huesca), que ya se ha convertido en todo un referente de la en la zona, entre otros motivos, por la cantidad de visitantes que recibe cada año.

El Camping Pineta se encuentra en una de las áreas más impresionantes del Pirineo aragonés, ofreciendo una ubicación privilegiada en pleno Valle de Pineta y a solo 8 km del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Este entorno natural es perfecto tanto para los aficionados a la montaña como para quienes buscan desconectar por completo en una de las zonas más espectaculares del país.

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Rodeado de montañas y frondosos bosques de pinos, hayas y abetos, este camping se ha presentado en los últimos años como un destino ideal para unas vacaciones familiares y fines de semana llenos de experiencias.

En cuanto al tipo de alojamiento y su capacidad, el camping ofrece parcelas para tiendas, caravanas y autocaravanas, así como diferentes bungalows completamente equipados para quienes prefieren más comodidad. Estos bungalows pueden ser máximo para 4 o 6 personas y cuentan con algunos servicios como nevera con congelador, microondas, placa vitrocerámica, cafetera, televisión, baño con ducha, etc. En cuanto a los precios, estos bungalows se pueden reservar por entre los 70 y 200 euros, dependiendo de la cantidad de huéspedes y de si es temporada alta, media o baja.

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Además, no solo los bungalows cuentan con todo tipo de comodidades, sino que el propio camping ofrece servicios como restaurante, bar, supermercado, piscinas, zona de juegos, duchas con agua caliente, lavandería y Wi-Fi en áreas comunes. Y gracias a su cercanía con el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, es un lugar ideal para disfrutar durante el tiempo libre de actividades de aventura, senderismo o bicicleta.

De hecho, entre las actividades más destacadas que se ofrecen desde el camping se encuentran los paseos de en torno a unas dos horas y sin dificultad técnica, las excursiones de media jornada y con una duración de unas 4 horas y excursiones de una jornada completa que por su duración, de entre 5 y 8 horas, se debe invertir un día entero.

Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido

Ubicado en la provincia de Huesca, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es uno de los tesoros naturales más importantes de España. Este impresionante enclave, que fue declarado Parque Nacional en 1918 por el rey Alfonso XIII, está considerado como uno de los primeros espacios protegidos de Europa.

Con una extensión que abarca el Valle de Ordesa, el Cañón de Añisclo, la Garganta de Escuaín y la cabecera del Valle de Pineta, el entorno es una verdadera joya para los amantes de la naturaleza. Su paisaje montañoso, coronado por el Monte Perdido, no deja indiferente a ninguno de los aproximadamente 600.000 visitantes que lo visitan cada año.

Además, el parque es un verdadero paraíso para los senderistas, que pueden explorar joyas como el Tozal del Mallo, la Cascada del Estrecho o las Gradas de Soaso, auténticas maravillas que enamoran cada año a todos aquellos que la visitan.