Así es el pueblo marinero del País Vasco más bonito: ideal para una escapada de fin de semana
Mundaka es una de las localidades de Euskadi más destacables de toda la región, siendo de especial interés para los más amantes de la naturaleza y la historia, siendo este un pueblo de leyenda.
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La llegada del otoño ya es oficial. Esta es, sin duda, una noticia triste para muchos ciudadanos, ya que con ella también aparece el retorno a la rutina habitual. No obstante, son muchos los que aprovechan algunos días libres de su jornada laboral para escaparse unos días de su residencia y visitar algunos de los parajes naturales que se extienden por todo nuestro país.
Hay muchos destinos ideales para este tipo de situaciones pero entre todos ellos destaca uno de los pueblos marineros más bonitos, no solo del País Vasco, sino de toda España. Se trata del municipio vizcaíno de Mundaka. Este maravilloso paraje, reconocible por sus afamadas aguas cristalinas, encuentra su nombre en la denominación en latín Munda acua, que significa ‘agua limpia’.
Dicha localidad se muestra protagonista de multitud de leyendas. Algunas de ellas cuentan que, en las costas que la forman, encontraban cobijo las lamias, criaturas pertenecientes a la mitología vasca que presentan grandes similitudes con las populares sirenas. Otras tratan sobre varias de las visitas que Ernest Hemingway realizó a dicho lugar durante su vida, calificándolo como uno de los pueblos más hermosos de la región, lo que lo llena de motivos para ostentar el título de ser una de las localidades más atractivas de la zona.
Paraje natural e histórico
Mundaka se ubica en la parte derecha de su ría homónima, formando parte de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, la cual recibió dicho título en 1984 por la UNESCO. Y es que este se trata del humedal más importante de toda Euskadi, por lo que sitúa a la localización como una de las más interesantes para los amantes de la naturaleza.
Por otro lado, se pueden encontrar algunos lugares por los que debemos pasar sí o sí para disfrutar de todo lo que nos ofrece Mundaka. Entre ellos se encuentra la Ermita de Santa Catalina, ubicada en una de las entradas al propio pueblo. Levantada en la época de la Edad Media, se empleó para dar cobijo a marineros y centinelas que controlaban los barcos que accedían o salían de la propia ría. Aunque la construcción original fue derribada por el oleaje, su predecesora se construyó a finales del siglo XIX, desde la cual disfrutaremos de todas las vistas que ofrece su elevada posición.
Sin embargo, y como todo pueblo marinero que se precie, uno de los mayores intereses de Mundaka reside en su puerto. Además de las llamativas viviendas marineras, con sus multicolores puertas y contraventanas, encontraremos sus populares tabernas, en las que podremos disfrutar de la gastronomía local de la manera más tradicional. De toda ella, destacan sus elaborados pintxos, los cuales se podrán consumir en alguna de las muchas terrazas que se encuentran en la zona.
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