La espectacular catedral española de estilo gótico, renacentista y árabe que es un auténtico tesoro arquitectónico

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En cuanto a catedrales, España goza de un rico catálogo que forma parte del patrimonio más valioso de Europa. Son muchos los estilos arquitectónicos que caracterizan estas construcciones de gran valor histórico. La Sagrada Familia, las catedrales de Santiago de Compostela, la de Córdoba o Salamanca son algunas de las más populares. Y todavía quedan algunas por descubrir que son una maravilla.

La Catedral de Santa María de la Huerta, ubicada en Tarazona (Zaragoza) es un verdadero tesoro arquitectónico que combina estilos gótico, renacentista y mudéjar, convirtiéndose en una joya única del patrimonio español. Su construcción comenzó en el siglo XII y, a lo largo de los siglos, ha sido testigo de numerosas reformas que la dotan de un carácter excepcional.

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El templo se alza majestuoso en la ciudad y destaca por su imponente cimborrio, torre campanario y claustro, que reflejan la influencia mudéjar, mientras que su estructura original sigue manteniendo la esencia del gótico francés. Durante su proceso de restauración, que se extendió por casi 30 años, se encontraron numerosos elementos que enriquecen su patrimonio, como mosaicos policromos de la época romana y pinturas renacentistas que habían permanecido ocultas bajo capas de pintura durante siglos.

El interior de la catedral es una muestra de la evolución arquitectónica que ha experimentado a lo largo de los siglos. Su nave principal conserva la verticalidad característica del gótico, con arcos apuntados y pilares fasciculados, mientras que las intervenciones renacentistas añadieron elegancia y sofisticación, con detalles como las pinturas a grisalla del cimborrio, obra del artista Alonso González, que aportan un toque de distinción.

Otro aspecto fascinante es su portada principal, que se reformó en el siglo XVI y muestra esculturas de los Padres de la Iglesia y diversas virtudes, como la Fe, Esperanza y Caridad. El retablo mayor conserva de su primera versión del siglo XV únicamente la imagen de la Virgen de la Huerta. Esta pieza final del siglo XVII es uno de los elementos más destacados de la catedral. En los trabajos de restauración se incluyeron policromías, esgrafiados y detalles dorados que muestran la maestría de los artistas de la época

Esta catedral no solo es un referente en la arquitectura religiosa de España, sino también un lugar que alberga reliquias y testimonios de la evolución histórica de Tarazona. Desde su origen románico hasta las influencias del barroco en el pórtico de entrada, cada rincón de este templo narra un fragmento de la historia, destacando su capacidad para adaptarse y reinventarse a lo largo del tiempo.