La ruta de senderismo por la montaña palentina que atraviesa un bosque de tejos milenarios y que es ideal para este otoño

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Los Parques Naturales de España ofrecen un sinfín de maravillas para los amantes del turismo de naturaleza y las rutas de senderismo. Con una riqueza paisajística que abarca desde montañas escarpadas hasta tranquilos valles y frondosos bosques, cada parque tiene su propio encanto único. Para quienes disfrutan de la observación de flora y fauna, o simplemente de una caminata relajante, estos espacios protegidos son destinos imprescindibles.

Uno de los mejores momentos para disfrutar de estos parques es el otoño, cuando los colores del paisaje se transforman en una explosión de tonos ocres, rojizos y dorados. Además, las temperaturas suaves hacen que caminar por estas rutas sea más agradable. Aunque en toda España existen rutas que destacan por su belleza, algunas regiones del norte cuentan con entornos naturales especialmente atractivos para esta estación.

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Jorge García González

El Parque Natural Montaña Palentina, ubicado en la provincia de Palencia, es uno de estos rincones ideales para una escapada. En su interior, se encuentra la Tejeda de Tosande, un bosque milenario de tejos que ofrece una experiencia única a los senderistas. Este tipo de árbol, que puede vivir miles de años, es el protagonista indiscutible de una ruta que atraviesa paisajes que parecen sacados de un cuento.

Ruta de la Tejada de Tosande

La ruta de la Tejada de Tosande es un recorrido ideal para los amantes del senderismo que buscan una experiencia en plena naturaleza. Con una longitud de 10,5 kilómetros y una duración de unas tres horas y media, este sendero ofrece una mezcla de paisajes variados, donde se alternan prados abiertos, frondosos bosques de hayas y tejos milenarios, una de las concentraciones más importantes de esta especie en España.

El punto de partida de la ruta se encuentra Cervera de Pisuerga. Este acceso es sencillo y está bien señalizado, por lo que resulta fácil comenzar el recorrido sin complicaciones. A medida que avanzas por el sendero, el camino te llevará por el Valle de Tosande, un paisaje marcado por la belleza del entorno y el contraste entre las distintas especies vegetales.

El primer tramo transcurre por un prado amplio, rodeado de hayas que le otorgan un aire casi mágico al lugar. La ruta, con un desnivel positivo y negativo de 300 metros, comienza a mostrar un ligero ascenso que se vuelve más pronunciado conforme te acercas a la zona de los tejos. A mitad del recorrido, se comienza a divisar el imponente bosque de tejos, donde algunos ejemplares superan el metro y medio de diámetro y tienen edades cercanas al milenio. Los majestuosos tejos, con su corteza rojiza y su porte imponente, crean una atmósfera única que invita a detenerse para contemplar su grandeza.

El sendero está bien señalizado, lo que facilita seguir la ruta sin perderse. Tras atravesar el bosque, la ruta te conduce hasta un mirador desde el que se pueden apreciar vistas panorámicas del valle y las montañas circundantes. Desde este punto, puedes optar por regresar sobre tus pasos o seguir un recorrido alternativo que hace que la ruta sea más circular, ampliando aún más la experiencia de exploración por este enclave natural de la Montaña Palentina.

Flora y fauna del entorno

El entorno natural de la Tejeda de Tosande alberga una diversidad botánica que incluye especies como el roble albar, la encina, el rebollo y el haya, además de matorrales como los brezales de Daboecia cantábrica. La fauna que habita en la zona es igualmente variada. En este ecosistema se pueden observar especies de mamíferos como el jabalí, el ciervo y el corzo, que encuentran en el valle un hábitat ideal. También es un refugio para aves como el buitre leonado y el águila culebrera, entre otras.

Cómo llegar y consejos prácticos

Para llegar a la Tejeda de Tosande, la opción más sencilla es tomar la carretera CL-626 desde Cervera de Pisuerga en dirección a Guardo. A solo 6 kilómetros de distancia se encuentra el aparcamiento donde comienza la ruta. Durante los meses de otoño e invierno, es recomendable llevar calzado adecuado para terreno montañoso, ya que algunas zonas pueden volverse resbaladizas. Además, conviene consultar la previsión meteorológica antes de partir, sobre todo si se espera lluvia o nieve, lo que podría dificultar el recorrido.