El pueblo de las cascadas único en España: un enclave estratégico en la Edad Media que debes visitar este otoño

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Situado en la provincia de Guadalajara, Trillo se alza como uno de los destinos más encantadores de la Alcarria, un lugar en el que el tiempo parece haberse detenido. En la Edad Media, este pintoresco pueblo ocupaba un punto estratégico, pues su situación a orillas del río Tajo lo convertía en un lugar clave en el camino que conectaba el centro de Castilla con Levante. Rodeado de montañas y ríos, Trillo conserva su esencia histórica y natural, invitando a quienes lo visitan a explorar sus bellos paisajes y rincones llenos de historia.

El río Cifuentes es, sin duda, el gran protagonista de Trillo. Este caudal, que serpentea por el pueblo, da lugar a una serie de cascadas que culminan en su unión con el Tajo, creando uno de los espectáculos naturales más bellos de la zona. Estas aguas, que fluyen incesantes desde la época romana, han moldeado la historia del lugar, siendo testigo de importantes eventos y contribuyendo a su desarrollo económico y cultural a lo largo de los siglos. No es de extrañar que el escritor Camilo José Cela quedara fascinado por este paraje, inmortalizándolo en su famosa obra Viaje a la Alcarria.

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Este destino, rodeado de exuberante vegetación y frondosos bosques, también ofrece un remanso de paz y bienestar gracias a sus aguas termales. Desde tiempos antiguos, los baños termales de Trillo han sido famosos por sus propiedades curativas, y hoy en día sigue siendo un enclave perfecto para quienes buscan desconectar en un entorno único.

Qué ver en Trillo

El principal atractivo de Trillo son las cascadas del río Cifuentes, un espectáculo natural que no deja indiferente a nadie. El agua del Cifuentes recorre el pueblo en forma de varios saltos que culminan en la impresionante cascada de El Chorrerón, una caída de agua de unos 15 metros de altura. Estas cascadas, rodeadas de una vegetación exuberante, ofrecen una experiencia perfecta para quienes buscan disfrutar de la naturaleza en estado puro.

El paseo por las orillas del río permite descubrir antiguas infraestructuras hidráulicas, como la Casa de los Molinos, que utilizaba la fuerza del agua para moler grano en la Edad Media. Además, el pueblo cuenta con interesantes puntos históricos como el Monasterio de Santa María de Óvila, las Tetas de Viana (dos montículos gemelos visibles desde Trillo) y el Centro de Interpretación de la Energía Prometeion.

Trillo también destaca por sus espacios dedicados al bienestar. El Real Balneario Carlos III, un complejo termal con más de dos siglos de historia (fue inaugurado en 1778), es el lugar ideal para relajarse. Las propiedades medicinales de sus aguas, ya conocidas desde la época romana. El balneario dispone de piscinas con aguas terapéuticas y un spa que invita a mimar cuerpo y mente, siendo un destino muy apreciado por los visitantes.

Situado en un entorno natural privilegiado, Trillo ofrece un espectáculo visual con las cascadas del río Cifuentes que atraviesan el pueblo

Los alrededores de Trillo no se quedan atrás en cuanto a belleza y patrimonio. A pocos kilómetros se encuentran los pueblos de Brihuega y Pastrana, dos joyas de la Alcarria con un rico legado histórico y cultural. Brihuega, conocida como el ‘Jardín de la Alcarria’, deslumbra con sus campos de lavanda y su encanto medieval, mientras que Pastrana es famosa por su conexión con la princesa de Éboli y su arquitectura renacentista. Estos destinos complementan a la perfección una visita a Trillo, ofreciendo una ruta por algunos de los parajes más bonitos de Guadalajara.

Cómo llegar a Trillo

Llegar a Trillo es sencillo desde Guadalajara, tomando la N-204 en dirección a Cifuentes y continuando unos kilómetros más. En total 45 minutos de travesía para recorrer 69 kilómetros. Si partes desde Madrid, por la A-2 y luego siguiendo el camino anterior, en poco más de una hora y media estarás en este rincón único, ideal para una escapada de fin de semana en plena naturaleza.