La asombrosa piscina natural de agua turquesa, escondida en un pueblo de Valencia, que se puede visitar todo el año
Un rincón escondido entre montañas, aguas turquesas y un paisaje espectacular te esperan en Valencia. Este mágico enclave ofrece una experiencia apta para toda la familia donde el senderismo y la naturaleza son protagonistas
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A una hora del bullicio de la costa valenciana, un remanso de paz aguarda a los amantes de la naturaleza y del turismo de interior. Este lugar, perfecto para aquellos que desean escapar de las multitudes, ofrece una experiencia única lejos de las rutas convencionales. En un entorno rodeado de paisajes que cortan la respiración y una flora que se mantiene verde todo el año, este sitio se presenta como la alternativa ideal para desconectar y disfrutar de la tranquilidad sin tener que renunciar a un baño refrescante.
Hablamos del Charco Azul, ubicado en Chulilla, en la provincia de Valencia. A tan solo kilómetro y medio del pueblo, este enclave es accesible a través de una ruta de senderismo que promete no solo llevarte al corazón de un cañón, sino también a un idílico embalse natural. La claridad de sus aguas turquesas y la serenidad del ambiente lo convierten en un destino ideal para los que buscan un respiro en la naturaleza.
Este lugar tan especial, enclavado en un municipio conocido por su rica historia y sus casas blancas adornadas con flores, es un auténtico regalo de la naturaleza. Además de su impresionante belleza, ofrece una interesante ventana al pasado con vestigios de una presa construida por los árabes que aún hoy canaliza las aguas del río. La vista de las montañas rocosas completa el cuadro, haciendo de este espacio un punto de encuentro entre historia, cultura y naturaleza.
Ruta hacia El Charco Azul
El recorrido hacia El Charco Azul comienza en la Plaza de La Baronía de Chulilla. Desde este punto, la ruta sigue el sendero SL-CV 74, una travesía circular que bordea el cañón del Turia. Durante el paseo, los visitantes disfrutarán de la imponente vista de las paredes verticales de más de 60 metros de altura, formadas por la erosión del río a lo largo de los siglos. El camino es fácil y accesible para todos, ideal para familias, incluidos niños y perros.
Con una duración aproximada de 1 hora y 30 minutos y una longitud de 3,8 kilómetros, la ruta destaca por su belleza paisajística y la serenidad de sus entornos. A medida que los senderistas avanzan, el cañón se abre paso hacia el remanso de aguas cristalinas del Charco Azul, un embalse natural que se convierte en el protagonista del recorrido. La caminata, además de ser un deleite visual, permite disfrutar de la flora autóctona, con pinares, higueras y esparragueras que flanquean el sendero.
El Charco Azul es ideal para darse un baño, especialmente en los meses más cálidos, aunque también es posible visitarlo durante todo el año. El acceso es seguro y no presenta dificultades significativas, lo que hace que este sendero sea una opción perfecta tanto para los amantes de la naturaleza como para aquellos que buscan una escapada tranquila en un entorno natural privilegiado. Es recomendable llevar calzado ligero, ropa cómoda y agua.
Cómo llegar a El Charco Azul
Para llegar a Chulilla y comenzar tu aventura hacia El Charco Azul, puedes tomar la carretera CV-35 desde Valencia. Al llegar al pueblo, encontrarás señalizaciones que te dirigirán hacia el inicio de la ruta en la Plaza de La Baronía. Si optas por el transporte público, hay servicios de autobús que conectan Valencia con Chulilla, aunque es recomendable verificar los horarios, ya que pueden variar, especialmente en fin de semana.
Ideal para darse un baño en los meses más cálidos, también se puede visitar el resto del año
Explorar El Charco Azul es sumergirse en un capítulo vivo de la historia natural y cultural de Valencia, disfrutando de una jornada de senderismo accesible y enriquecedora. Eso sí, no olvides llevar tu cámara, pues cada rincón de esta ruta ofrece instantáneas dignas de ser capturadas y compartidas.
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A una hora del bullicio de la costa valenciana, un remanso de paz aguarda a los amantes de la naturaleza y del turismo de interior. Este lugar, perfecto para aquellos que desean escapar de las multitudes, ofrece una experiencia única lejos de las rutas convencionales. En un entorno rodeado de paisajes que cortan la respiración y una flora que se mantiene verde todo el año, este sitio se presenta como la alternativa ideal para desconectar y disfrutar de la tranquilidad sin tener que renunciar a un baño refrescante.
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