El desconocido monasterio modernista de Barcelona con unas increíbles vistas al mar

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Antoni Gaudí, sin duda, es el máximo exponente de la arquitectura modernista y sus obras son visitadas por millones de personas de todo el mundo. Pero Barcelona esconde edificios de otros autores menos conocidos y que no es habitual encontrarlos en los itinerarios turísticos. Auténticas joyas con un gran valor histórico y artístico que sus residentes tienen el privilegio de poder incluir en sus paseos cuando quieran.

Pero puede que los barceloneses tampoco sepan del Monasterio de Santa Maria de Valldonzella, un enclave modernista situado a los pies del Tibidabo que, además de su impresionante arquitectura, ofrece unas espectaculares vistas al mar Mediterráneo.

La joya arquitectónica que mezcla el modernismo y el estilo neogótico.

Este monasterio, diseñado por el arquitecto Bernardí Martorell, fue construido entre 1911 y 1922, y es un ejemplo perfecto de la mezcla entre el modernismo catalán y el estilo neogótico. Los ladrillos marrones que adornan su fachada, junto con los arcos y columnas, recuerdan a las obras mudéjares, otorgándole un aire majestuoso y a la vez acogedor. A pesar de su elegancia, el monasterio sigue siendo un lugar de recogimiento, albergando a una comunidad de monjas cistercienses.

A pesar de estar algo alejado de las rutas turísticas tradicionales, el Monasterio de Santa Maria de Valldonzella merece una visita para los amantes de la arquitectura y de la historia. Su iglesia, con su estructura gótica y vitrales coloridos, es uno de los puntos más destacados del conjunto, junto con los detalles ornamentales que recuerdan a las influencias medievales que inspiraron a su arquitecto.

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El Confidencial

El Monasterio de Valldonzella ha tenido una historia de cambios y reconstrucciones. Fundado originalmente en el siglo XIII, ha pasado por varias ubicaciones y destrucciones, como la que sufrió durante la Semana Trágica de 1909. Fue en ese momento cuando la comunidad monástica decidió construir el actual monasterio, buscando un lugar más seguro y adecuado para sus necesidades.

Hoy en día, el monasterio destaca no solo por su valor arquitectónico, sino también por su entorno privilegiado. Situado en una zona tranquila de Barcelona, ofrece a los visitantes la oportunidad de disfrutar de un espacio de paz, mientras contemplan las vistas del mar y la ciudad.