Una cueva marina escondida en pleno mar cantábrico: un tesoro de la naturaleza dentro de un acantilado

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Cabo Vidio, situado en el litoral asturiano, en el concejo de Cudillero, es uno de los cabos más importantes de la zona. Con unos imponentes 80 metros de altura, esta formación geográfica no solo tiene el último faro construido en Asturias, sino que esconde un mágico lugar secreto bajo él.

Descendiendo por la cara oeste, a través de una pendiente no muy pronunciada, la naturaleza nos revela una de las cuevas marinas más imponentes de nuestra geografía. Ayudados de una cuerda para una pequeña bajada de 2 o 3 metros, llegaremos a La Iglesiona, conocida también como Cúpula del Cantábrico.

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Descenderemos durante 10 minutos por un camino empinado de riscos y piedras en el que hay que andar con mucho cuidado. Su último tramo dispone de una cuerda que nos ayudará a descender 3 metros, la parte con más dificultad -no apta para gente que no tenga cierta fuerza- y que nos conducirá a la pared del acantilado, que bordearemos hasta descubrir una de las entradas de la cueva.

Con una altura de unos 50 metros, esta cavidad dispone de tres bocas de entrada y de una pequeña poza en la que nos podremos dar un baño. La ruta al completo puede llevarnos una hora y los que conocen la zona recomiendan hacerla con la marea baja y en calma, para así evitar quedar atrapados en su interior.

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