España ofrece un enorme repertorio de termas naturales repartidas en diferentes entornos. Sus propiedades terapéuticas suponen numerosos beneficios para la salud y su ubicación, un deleite para los sentidos. Lejos de los destinos más ruidosos, darse un baño en las aguas minerales de estos escenarios naturales puede ayudarnos a desconectar del todo antes de volver de vacaciones.
Estos regalos de la naturaleza emergen del subsuelo y tienen aguas de diferentes temperaturas. Podemos encontrarlas en valles y montañas, pero también en costas y bosques, representando a menudo una ocasión perfecta para mejorar nuestra circulación y tratar diferentes dolencias físicas. Además, suponen una oportunidad para entrar en contacto con otras costumbres, conformando una experiencia enriquecedora.
Las termas de Ourense reparten sus 3 millones de litros de agua en diferentes enclaves de su geografía, tanto dentro de la propia ciudad, como a lo largo del río Miño. Las más destacadas son A Chavasqueira, Outariz y Muíño da Veiga. La zona -que solo es superada en Europa por Budapest, en calidad y cantidad- fue lugar de relajación predilecto para las legiones de César y Augusto.
Estas aguas termales presentan temperaturas que oscilan entre los 36ºC y los 60ºC y son ricas en sodio y calcio. Están diseñadas con el propósito de optimizar al máximo la experiencia rejuvenecedora dentro del marco incomparable de los verdes parajes que se extienden junto al río Miño.
Un baño en estas aguas, contribuye a la relajación articular y muscular, y nos ayuda a liberar endorfinas y a mantener una buena salud cardiovascular. Asimismo, al estar ubicadas en espacios naturales, contribuyen a la disminución del cortisol, lo que se traduce en un descenso en los niveles de estrés y ansiedad.
No obstante, los expertos recomiendan hidratarse antes de zambullirse en ellas, ya que sus elevadas temperaturas pueden acelerar la pérdida de líquidos y minerales esenciales para nuestro cuerpo.
España ofrece un enorme repertorio de termas naturales repartidas en diferentes entornos. Sus propiedades terapéuticas suponen numerosos beneficios para la salud y su ubicación, un deleite para los sentidos. Lejos de los destinos más ruidosos, darse un baño en las aguas minerales de estos escenarios naturales puede ayudarnos a desconectar del todo antes de volver de vacaciones.