Ni Alquézar ni Lanuza: este es el pueblo medieval de Huesca que no puedes dejar de visitar estas vacaciones

• Ni Sos del Rey Católico ni Alquézar: este es el pueblo más bonito de Aragón que podría ser Patrimonio de la Humanidad
• El pueblo de España más frío en verano que está a tres horas de Madrid

Huesca, una joya en el corazón del Pirineo aragonés, es un destino que captura el alma de quienes buscan la mezcla perfecta entre naturaleza y cultura. Los pequeños pueblos que salpican esta región son auténticos tesoros, cada uno con su propio encanto y características únicas. En estas poblaciones oscenses, la historia parece haberse detenido.

Desde las calles medievales de Alquezar hasta la tranquilidad de Lanuza, pasando por la impresionante belleza de Sallent de Gállego, el ambiente rural se entrelaza con la historia y los paisajes montañosos. Sin olvidar a Jaca, con su fortaleza y su catedral, o Torla, la puerta de entrada al Parque Nacional de Ordesa, que ofrecen paisajes sacados de una postal. Las localidades de Ansó y Hecho, con sus casas de piedra y tejados de pizarra, son ejemplos vivos de la arquitectura tradicional que tanto caracteriza a esta región.

Los viajeros pueden pasear por callejuelas adoquinadas, explorar iglesias centenarias y disfrutar de la hospitalidad aragonesa, mientras el telón de fondo lo ponen las majestuosas cumbres de los Pirineos. Cada rincón, cada esquina de estos pueblos, es un recordatorio de la rica herencia cultural de Huesca, que sigue viva y vibrante, esperando ser descubierta. En medio de esta constelación de pueblos, Aínsa destaca como un auténtico refugio medieval que no puedes dejar de visitar estas vacaciones, puesto que está considerado como uno de los pueblos más bonitos de España.

Aínsa: el tesoro medieval que no puedes dejar de visitar

Este encantador pueblo, situado en la comarca del Sobrarbe, es una verdadera joya que combina a la perfección historia y naturaleza. Sus empedradas calles, la majestuosa Plaza Mayor y la imponente iglesia de Santa María, son solo algunos de los motivos por los cuales Aínsa ha sido declarado Conjunto Histórico-Artístico.

Entre las visitas imprescindibles, el Castillo de Aínsa se lleva un lugar destacado. Esta fortaleza, cuyos orígenes se remontan al siglo XI, ofrece unas vistas panorámicas espectaculares y alberga el Ecomuseo de la Fauna Pirenaica, donde se puede aprender sobre la flora y fauna de la región. En verano alberga el Festival Castillo de Ainsa, uno de los certámenes musicales de referencia en Aragón. Además, pasear por el casco antiguo, con sus callejuelas estrechas y edificios históricos, es como hacer un viaje en el tiempo.

Excursiones y actividades en los alrededores de Aínsa

Aínsa no solo es un destino en sí mismo, sino también un excelente punto de partida para explorar las maravillas naturales de sus alrededores. A tan solo unos kilómetros se encuentra el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, un paraíso para los amantes del senderismo con rutas que van desde el fácil paseo hasta desafiantes ascensos. No muy lejos, Boltaña, con su monasterio convertido en hotel y su ambiente tranquilo, es un lugar ideal para relajarse.

También es recomendable visitar la Ruta de las Ermitas de Tella, un recorrido que conecta tres ermitas medievales en un entorno montañoso impresionante. Y para los amantes de la aventura, el embalse de Mediano ofrece la posibilidad de practicar deportes acuáticos mientras se disfruta de un paisaje espectacular.

Cómo llegar a Aínsa

Llegar a Aínsa es sencillo y parte de la aventura. Si se viaja en coche desde Barcelona, la ruta pasa por Lérida y Monzón antes de adentrarse en las montañas por la A-138. Desde Zaragoza, la E-07 y la A-1229 llevan directamente hasta el corazón del Sobrarbe. Para quienes prefieren el transporte público, las compañías de autobuses Avanzabus y La Oscense ofrecen conexiones desde varias ciudades cercanas, haciendo de Aínsa un destino accesible para todos.