Este paisaje gallego oculta en medio de un bosque una cascada de 40 metros y un antiguo molino

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Aún no se han inventado en la RAE sustantivos suficientes para describir todo lo que Galicia nos puede ofrecer. Ríos y rías; pazos y pozas; y otras decenas de accidentes geográficos que solo se conjugan con un género, como playas, castillos y cascadas. La mayoría de estas fantasías de la naturaleza se pueden visitar a través del Camino de Santiago. Hoy te traemos un paraje que podrás visitar a tu paso por el Camino Primitivo.

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A. Rodríguez

En la provincia de A Coruña y más concretamente en la parroquia de Santa Mariña das Brañas encontramos un espectacular salto de agua de casi 40 metros de altura nacidos de la unión del Rego da Pedra con el Rego Salgueira en la que da lugar el río Furelos. La cascada de brañas (Fervenza das brañas en gallego) se encuentra en el enclave de la Sierra de Careón, catalogada como Lugar de Importancia Comunitaria y Zona de Especial Protección de los Valores Naturales.

Si llegamos a la cascada de Brañas en coche, partiremos de Melide por la DP-4604 en dirección a Friol durante 9 kilómetros hasta el lugar de Ínsua y, 500 m después de Ínsua, nos desviaremos siguiendo ya la señalización hacia este salto de agua. Si vamos andando a través del Camino Primitivo, simplemente seguiremos las señales propias del Camino de Santiago hasta llegar al lugar.

¿Qué hacer en Fervenza da Brañas?

Lo más popular en la zona es la ruta circular, con un nivel de dificultad bajo y una duración aproximada de dos horas y media, alrededor de 6,5 kilómetros. El recorrido comienza en el Área Recreativa do Río Furelos, desde donde iniciaremos la caminata bordeando el río que lleva el mismo nombre, entre castaños y robles.

Avanzaremos por un camino pavimentado hasta llegar a la Fervenza das Brañas. Esta magnífica caída de agua fluye por una pared rocosa, asemejándose a un manto blanco que cubre las piedras. Además, la belleza del entorno se ve enriquecida por una edificación interesante: un antiguo molino que utilizaba el agua de la cascada hasta la década de los setenta.

Tras disfrutar del paisaje, continuaremos la ruta ascendiendo hacia la Serra do Careón, para apreciar la cascada desde las alturas y contemplar el Valle del Furelos. Finalmente, al llegar a la aldea de Prados, tomaremos un desvío a la derecha y empezaremos a descender por un camino forestal y luego por la margen opuesta del río, hasta regresar al punto de partida.