Ni Brujas ni Amberes: esta es la ciudad belga casi desconocida y con aire medieval ideal para viajar este verano

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Si estás planeando una escapada por Europa este verano y buscas un destino que ofrezca historia, belleza arquitectónica y una atmósfera animada, Gante es la opción perfecta. Esta joya oculta de Bélgica se encuentra estratégicamente situada entre Bruselas y Brujas, a solo media hora en tren de ambas ciudades. A diferencia de sus vecinas más famosas, Gante ofrece un encanto único y menos multitudes, haciendo de ella una alternativa ideal para los viajeros que buscan algo diferente.

Con una rica historia que se remonta al siglo IX, Gante ha sabido conservar su esencia medieval mientras se adapta a los tiempos modernos. La ciudad combina lo mejor de ambos mundos: asombrosos edificios históricos y una vibrante vida cultural y universitaria, ya que alrededor del 20% de su población son estudiantes. Este equilibrio entre lo antiguo y lo nuevo le da a Gante una energía particular que se percibe en cada esquina.

Gante es famosa por su impresionante arquitectura y sus canales pintorescos. Las restauraciones llevadas a cabo en los años ochenta han revitalizado la ciudad, limpiando sus edificios históricos y purificando sus canales, lo que ha convertido a Gante en un destino cada vez más popular entre los viajeros.

Lugares de Interés en Gante

A continuación, te ofrecemos una guía de los lugares imprescindibles que debes visitar en esta ciudad belga tan fascinante.

• Catedral de San Bavón (Sint-Baafskathedral): la construcción de esta catedral llevó tres siglos y alberga tesoros como La Adoración del Cordero Místico de Van Eyck. Es también el lugar donde fue bautizado Carlos V.
• Castillo de los Condes de Flandes (Gravensteen): este castillo medieval fue una fortaleza defensiva y prisión. Hoy en día, es un museo que incluye una colección de instrumentos de tortura.
• Plaza de Korenmarkt: una animada plaza llena de terrazas y situada en el corazón del casco histórico, donde se encuentran la Iglesia de San Nicolás y edificios históricos.
• Iglesia de San Nicolás (Sint-Niklaaskerk): construida en el siglo XIII, esta iglesia gótica es conocida por su impresionante interior y sus vidrieras.
• Torre Belfort: este campanario de 91 metros de altura ofrece una panorámica increíble de la ciudad y es uno de los emblemas más reconocibles de Gante. Su mirador, a 65 metros de altura, ofrece las mejores vistas de la ciudad.
• Stadhuis: este impresionante edificio no pasa desapercibido, debido a su doble personalidad: por un lado, cuenta con la fachada Hoogpoort del gótico tardío flamenco de principios del siglo XVI y, por el otro, la fachada de la Botermarkt de estilo renacentista.
• Iglesia de San Miguel: construida entre 1440 y 1825, tiene una torre de 24 metros, aunque en un principio se querían alcanzar los 134 metros.
• Puente de San Miguel: se encuentra sobre el río Lys y entre los dos anteriores muelles. Desde aquí se tienen unas vistas sorprendentes de todas las fachadas a orillas del río.
• Muelle de Graslei y Korenlei: estos muelles a orillas del río Lys ofrecen unas vistas espectaculares y están rodeados de históricas casas gremiales, como la de los navegantes o los medidores de grano, así como la Casa del impuesto o la Casa del ángel, que reflejan la riqueza del pasado de Gante.

Cómo Llegar a Gante

La forma más sencilla de llegar a Gante es coger un tren desde Bruselas. Estos salen con frecuencia, el trayecto dura aproximadamente 35 minutos y el billete cuesta alrededor de 10 € por trayecto. También se pueden contratar excursiones organizadas en minibús que incluye una visita guiada en español por unos 40 euros por persona. También se pueden disfrutar de visitas guiadas en español por unos 15 euros por persona en los que el visitante conocerá a pie los puntos más destacados de la ciudad.

Alrededor del 20% de su población son estudiantes universitarios, lo que otorga a Gante de un ambiente joven con gran esencia medieval

Gante es una ciudad que sorprende a cada paso. Desde sus monumentos iluminados que la convierten en una de las ciudades mejor iluminadas de Europa, hasta su vibrante vida nocturna y su exquisita gastronomía. Es un destino perfecto para perderse por sus calles, disfrutar de su ambiente y descubrir una Bélgica diferente.