¿Qué hace este macrohotel de lujo en medio de la nada?

Alrededor del Hilton Salwa Beach Resort & Villas no hay prácticamente nada. Miles y miles de kilómetros cuadrados de desierto rodean a este hotel de lujo que ha abierto en el sur de Qatar, apenas a 20 kilómetros de la frontera con Arabia Saudí. Pero su lujo y sus dimensiones son tan extraordinarias que aspiran a convertirse en un centro de peregrinaje para los turistas que visiten el Golfo Pérsico.

Lo cierto es que, visto desde el aire, parece un pueblo costero al que no le falta de nada: tiene un puerto central, dos playas vírgenes a ambos lados y edificios que se mezclan con piscinas y con una exuberante vegetación, a pesar de estar en pleno desierto. Se inauguró en febrero de 2022, convirtiéndose en un éxito entre los cataríes, pero con la llegada del Mundial de fútbol, el resort se ha llenado de turistas y hombres de negocio procedentes de diferentes países.

El director general del hotel, Etienne-Charles Gailliez, explica a la CNN que disponen de 246 habitaciones y suites, 31 apartamentos y villas de estilo árabe y 84 villas de lujo, de entre dos y cuatro dormitorios, que son la joya de la corona. Los precios de estas últimas ascienden a un mínimo de 1.500 euros por noche, aunque a cambio, los clientes disfrutarán de piscinas privadas y accesos directos a las playas vírgenes.

Un parque temático en su interior

Pero el Hilton Salwa Beach Resort & Villas no es solo un hotel. También cuenta con un spa con suites VIP, instalaciones deportivas, salas de reuniones y conferencias, un puerto deportivo y más de 20 puntos diferentes donde comer y beber, entre ellos siete restaurantes gourmet. Y, por si fuera poco, en su interior se ubica el parque temático más grande de Qatar.

El complejo ocupa 320 hectáreas de terreno y comenzó a construirse en 2015, aunque su inauguración se demoró por culpa de la pandemia. De hecho, las restricciones de viaje les llevó a ir abriendo el hotel por etapas, por lo que aún hay zonas que no se han terminado, como un centro de buceo y una academia deportiva de última generación.

El objetivo es atraer a clientes de Qatar y de Arabia Saudí por igual, aprovechando la cercanía de la frontera, y para conseguirlo no van a escatimar en gastos. En todo el complejo trabajan un total de 1.200 personas y quieren convertirse en un destino de lujo en el que no falte de nada… incluido un parque de atracciones. En Oriente Medio, todo es posible.