¿Deberían dejar subir a los gatos a los aviones igual que a los perros?

Para muchas familias, viajar en avión no es una tarea sencilla. El problema radica en sus mascotas, ya que no todas las aerolíneas permiten viajar con animales, aunque es cierto que son mayoría las que sí lo hacen, aunque con condiciones. Sim embargo, ¿es lo mismo viajar con perros, las mascotas más comunes, que hacerlo con otro tipo de animales?

Iberia, por ejemplo, acepta "perros, gatos, peces, tortugas y aves (excepto aves de rapiña)" dentro de la cabina del avión. No pueden superar los 8 kilos de peso, incluyendo la bolsa de transporte. En caso de superar ese límite, los animales tienen que ir en la bodega como "carga". El problema aparece con los gatos, ya que no todo el mundo sabe que son portadores de una proteína microscópica que puede ser muy perjudicial para las personas alérgicas.

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El Confidencial

El doctor Christopher Randolph, profesor clínico de alergia, inmunología y pediatría en la Facultad de Medicina de Yale, explica a la CNN que "estas partículas se transportan fácilmente a los rincones más recónditos de los pulmones" y lo hacen a través de la caspa. Es decir, lo que provoca estornudos y síntomas de alergia en las personas no es el pelo de los felinos, sino su caspa. Y eso, encerrados en un avión durante horas, puede llegar a ser incluso peligroso.

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Mark C. Jacobson, ex presidente de la Sociedad de Alergia e Inmunología de Illinois, también ahonda en ese peligro: "La gente no es alérgica al pelo de los animales, sino a la caspa, que no está relacionada con la longitud o la cantidad de pelo. No existen razas hipoalergénicas de gatos o perros. Y como la caspa es tan pequeña y pegajosa, se adhiere a la ropa, los muebles, el aire y los asientos de los aviones. El espacio reducido de un avión definitivamente podría representar un peligro para los pacientes con alergia a los gatos".

Para evitar posibles problemas, el doctor Randolph recomienda tomar algunos medicamentos que ayuden a prevenir los síntomas de la alergia. Así, una hora antes del vuelo habría que tomar un antihistamínico y solo 15 minutos antes de embarcar, serían necesarias dos inhalaciones de un inhalador de rescate similar al famoso Ventolin que usan los asmáticos.

También podrían ayudar las máscaras que se han convertido en habituales durante la pandemia por covid-19, así como los filtros de aire HEPA, que ya usan la mayoría de las aerolíneas. Pero si una persona alérgica tiene la mala suerte de encontrarse con un gato en el asiento contiguo, entonces casi nada de lo anterior le servirá y tendrá que pedir a la tripulación que le cambien de asiento.

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Tonya Winders, presidenta de una plataforma global de personas alérgicas, reconoce que llevan "desde 1985 tratando de crear conciencia sobre la alergia a los gatos en las cabinas de los aviones". Y aunque existe una ley en Estados Unidos que protege a las personas con discapacidades, incluidas las que sufren alergias graves, solo tiene una recomendación para las personas alérgicas: elija una aerolínea que no permita llevar gatos en las cabinas.