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Un paseo por 'The Poison Garden', el jardín más peligroso de Inglaterra
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Un paseo por 'The Poison Garden', el jardín más peligroso de Inglaterra

Cicuta, belladona, ricina... Sus puertas solo se abren a visitas guiadas y está prohibido oler, tocar o probar cualquiera de las plantas que forman parte de este mortífero lugar

Foto: Foto: Alamy
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"Estas plantas pueden matar", advierte un letrero a su entrada. Por si a alguien se le ocurre que es una broma, una calavera acompaña el mensaje: cuidado, en serio, este es el jardín más peligroso del mundo. En el llamado 'Poison Garden' (o Jardín venenoso) de la localidad inglesa de Northumberland, en el noreste de Inglaterra, nada es, naturalmente, una broma; todo es de verdad, todo tiene vida, y no quieres que algo, cualquier pequeño detalle o rincón de este espacio, acabe con la tuya.

Probablemente, cuando imaginas un lugar peligroso no lo visualizas lleno de flores y plantas, mucho menos de flores y plantas controladas y cuidadas, pero desde luego ese lugar existe, y lo más curioso es que está abierto al público. Para visitarlo y apreciarlo de cerca solo tienes que tener en cuenta un puñado de precauciones, que no es poco, como un manual de instrucciones de vida o muerte que durante su recorrido deberás mantener bien anclado a tu memoria. De lo contrario, cualquier descuido puede acabar fatal.

Foto: Fuente: Wikipedia.

Allí, dentro del Alnwick Garden ubicado a su vez dentro de la pequeña localidad o villa de Alnwick más de 100 plantas tóxicas, intoxicantes y narcóticas conviven en un ambiente que han convertido en mortal. Todas ellas necesitan un mantenimiento específico y minucioso, pues juntas no solo dirigen su veneno a humanos y animales. Según explica Dean Smith, guía en Poison Garden al periodista Chris Griffiths para un artículo publicado por 'BBC Travel', si sus tallos crecen demasiado cerca unos de otros, envenenarán el suelo, haciendo que lo que pueda crecer en él sea entre poco y nada.

Origen e historia

Lo cierto es que muchas de las plantas que crecen en este peculiar jardín son, en realidad, bastante comunes. La mayoría, de hecho, crecen de forma silvestre por todo el territorio de Reino Unido, y además "son alarmantemente fáciles de cultivar", según apunta Smith. Pero antes, vayamos al origen de todo esto. ¿Por qué habría de reunir tantas especies venenosas? ¿Cuál es el propósito? Y sobre todo, ¿quién hay detrás de que se volviera posible?

placeholder The Poison Garden. Fuente: Wikimedia.
The Poison Garden. Fuente: Wikimedia.

Todo fue idea de Jane Percy, que si no te suena de nada a partir de ahora sí lo hará. En 1995, Percy se convirtió en la duquesa del condado Northumberland, que se extiende hasta la frontera con Escocia. Con el título llegó el castillo de Alnwick, la sede tradicional del Duque de Northumberland (escenario de Hogwarts en las dos primeras películas de 'Harry Potter'). Imagínate, tanto espacio en el que acomodarse. ¿Qué puede hacerse en esos casos? Parece ser que dar rienda suelta a tus intenciones más avariciosas y, como poco, estrafalarias: a los jardines, que hasta ese momento eran espacio para la silvicultura comercial en desuso, repletos de filas y filas de árboles de Navidad (como si ya esto no fuera lo suficientemente singular), habría que hacerles algún cambio.

¿Plantar plantas aromáticas, rosas, arbustos, sembrar un huerto? Demasiado normal. En 1996, Percy contrató a Jacques y Peter Wirtz, arquitectos paisajistas que habían trabajado previamente en el Jardín de las Tullerías de París y los jardines de la residencia del presidente de Francia, con la idea de reimaginar a lo grande el jardín de Alnwick.

Algo "realmente diferente"

"Me di cuenta de que podía hacer algo realmente grande si tuviera un buen equipo", decía en su momento la propia duquesa. Ella, que odiaba, en sus propias palabras, "la estandarización de todo en los tiempos que corren", no se lo pensó dos veces: "Vamos a tratar de hacer algo realmente diferente". Primero un jardín botánico, más tarde un jardín medicinal tal vez... Hasta que durante un viaje a Italia visitó los famosos jardines de los Medici, bien conocidos entre otras cosas (y para lo que aquí nos concierne) por cultivar plantas venenosas. La duquesa quedó cautivada con aquella picaresca de la más alta aristocracia renacentista: crear un jardín de plantas que podrían matar en lugar de curar. ¡Bingo!

placeholder Planta de Atropa belladonna. Fuente: iStock.
Planta de Atropa belladonna. Fuente: iStock.

Parece que, desde aquel momento, el interés de Percy por esta posibilidad no dejó de crecer, pues más tarde decidió visitar la zona arqueológica del hospital más grande de la Escocia medieval, y allí se enteró de la existencia de esponjas soporíferas empapadas en beleño, utilizadas para anestesiar amputados durante las cirugías del siglo XV. Que no se hable más.

Así, la remodelación del jardín empezó en 1997. Desde entonces, puso a su equipo de trabajadores manos a la otra hasta reunir un centenar de especies de plantas muy peligrosas. Desde la cicuta, dedalera, Atropa belladonna y la strychnos nux-vomica, que es de donde proviene la estricnina hasta la planta Rincinus communis, de la que se extrae el aceite de ricino, pero también nos da ricina, que es un veneno. No obstante, lo más extraordinario de este rincón del jardín de Alnwick que en la actualidad recibe 600.000 visitantes cada año, son las plantas y árboles más comunes. ¿Qué hacen allí laureles o azaleas, por ejemplo? Fácil, porque que sean bien conocidos no quiere decir que no sean venenosos.

Prohibido oler, tocar y probar

"Los visitantes a menudo se sorprenden al saber que el seto de laurel, casi omnipresente en los jardines ingleses, puede ser altamente tóxico. Algunos visitantes han tenido experiencias con este lado siniestro del árbol tras intentar cargar sus coches con ramas y hojas que provocan que se queden dormidos al volante debido a los gases tóxicos que emiten. También hace unos años, siete personas se desmayaron por inhalar estos gases mientras simplemente caminaban por el jardín. Es una planta muy bonita y olorosa, pero no todo el mundo sabe que produce cianuro", explica al respecto Smith.

placeholder Planta de Ricina. Fuente: iStock.
Planta de Ricina. Fuente: iStock.

Una de las plantas peligrosas que se cultiva aquí es el acónito, o maldición del lobo, que contiene aconitina, una neurotoxina y una cardiotoxina. Pero esa no es la peor: "Probablemente, la planta más venenosa que tenemos aquí es la ricina (que contiene la toxina ricina), mejor conocida como ricino o planta de aceite de ricino", dijo Smith. De hecho, el 'Libro Guinness de los Récords Mundiales' considera que es la planta más venenosa del mundo.

Asimismo, a lo largo del recorrido también puedes toparte con Strychnos nux-vomica (fuente de estricnina), cicuta, Ricinus communis (fuente de aceite de ricino inofensivo, pero también de ricina mortal), dedalera, Atropa belladonna, Brugmansia y Laburnum. La misión del 'Poison Garden', además, también incluye un programa de educación sobre drogas, por lo que cuenta con plantaciones de cannabis, coca y amapola Papaver somniferum.

placeholder Planta de Cicuta. Fuente: iStock.
Planta de Cicuta. Fuente: iStock.

Debido a las cualidades peligrosas de todas estas y más plantas presentes, los visitantes tienen prohibido oler, tocar o probar cualquiera de ellas, informan desde la misma página web del lugar. Sin embargo, incluso bajo un estricto protocolo, cada año hay alguna víctima. Según los últimos informes presentados por el equipo encargado del jardín, el verano pasado se desmayaron hasta siete personas por respirar los gases tóxicos que se acumulan más de la cuenta algunas veces.

Actualmente, el Alnwick sigue siendo el jardín más ambicioso creado en el Reino Unido desde la Segunda Guerra Mundial, con un coste total de desarrollo informado situado en 42 millones de libras esterlinas. En su interior, aunque separado por una hilera de enormes vallas de hierro negro, el Poison Garden solo abre sus puertas a visitas guiadas.

"Estas plantas pueden matar", advierte un letrero a su entrada. Por si a alguien se le ocurre que es una broma, una calavera acompaña el mensaje: cuidado, en serio, este es el jardín más peligroso del mundo. En el llamado 'Poison Garden' (o Jardín venenoso) de la localidad inglesa de Northumberland, en el noreste de Inglaterra, nada es, naturalmente, una broma; todo es de verdad, todo tiene vida, y no quieres que algo, cualquier pequeño detalle o rincón de este espacio, acabe con la tuya.

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