Ofrecido por

La villa de Madrid a orillas del Lozoya que esconde el secreto de Picasso

Por EC Brands
Buitrago
Vista aérea de Buitrago de Lozoya. Foto: iStock

Más allá de los rascacielos, las avenidas, los monumentos y la vibrante vida de la capital, la Comunidad de Madrid esconde otros muchos tesoros culturales ubicados en entornos naturales únicos. Lugares con un encanto especial que te transportan a otro tiempo y en los que poder disfrutar y conocer el otro Madrid; el de los pueblos con historia, el de la gastronomía local más auténtica, el de los paisajes entre valles, ríos y montañas.

En estos parajes encontrarás las Villas de Madrid, 11 pueblos unidos por su singularidad, por su entorno natural privilegiado y por su legado cultural, que se convierten en una de las mejores opciones de ocio para escapar del ruido y el estrés de la ciudad y comenzar a conocer algunos de los secretos mejor guardados de la capital.

Apenas a una hora del centro de la capital, a los pies de la sierra de Guadarrama, encontrarás una de las más pintorescas e interesantes, Buitrago del Lozoya.

Ubicada en un paraje único, es el lugar perfecto para disfrutar de la naturaleza, recorriendo alguna de sus rutas senderistas, a pie o a caballo, atreviéndose con la piragua en su conocida presa, refrescándose en sus piscinas naturales o contemplando unas vistas inigualables desde su mirador. Pero además de naturaleza en estado puro, Buitrago esconde muchos más encantos.

Buitrago
Puerta arqueada bajo la muralla. Foto: iStock

Este conjunto histórico-artístico declarado Bien de Interés Cultural desde 1993 es uno de los mayores atractivos del valle de Lozoya donde disfrutar, no solo de su entorno natural, sino de algunos de los ejemplos de arquitectura medieval más importantes de la comunidad.

La historia del municipio se remonta nada menos que al siglo IX, cuando se convirtió en un punto neurálgico para la Reconquista de Castilla. Su ubicación, en un promontorio elevado sobre las aguas del Lozoya, lo convirtieron en una de las atalayas más relevantes en la época musulmana, cristiana y después castellana, lo que ha hecho de Buitrago uno de los mejores vestigios de la arquitectura medieval de toda la región.

Su muralla de origen musulmán, declarada Monumento Nacional en 1931, forma el único recinto amurallado que se conserva completo en toda la Comunidad de Madrid. Además, su adarve es visitable, solo tendrás que subir por su escalera situada al lado del conocido como Arco de las Nieves y recorrer su parte superior en la que, además de unas buenas vistas sobre el pueblo y el valle, podrás descubrir una curiosa exposición de armas medievales perfectamente conservadas.

Son 800 los metros de muralla que rodean, y protegen, un casco urbano lleno de vestigios medievales. Desde la Torre del Reloj, el principal acceso a la muralla desde la plaza de la Constitución con más de 16 metros de altura; hasta la Iglesia de Santa María del Castillo, un ejemplo de arquitectura mudéjar que, a pesar de ser arrasada durante la Guerra Civil, gracias a su reconstrucción en los años 80, nos permite disfrutar de uno de los techos artesonados de estilo mudéjar más interesantes en la Comunidad de Madrid.

Iglesia de Santa María del Castillo
Iglesia de Santa María del Castillo. Foto: iStock

Y recorriendo sus empedradas calles llegarás a otra joya de la arquitectura medieval, el Castillo de los Mendoza. Construido como un alcázar de estilo mudéjar, se aleja de las líneas de los castillos castellanos que encontramos en otras localidades. Aunque su interior sigue en obras y no se puede visitar, pasear por sus alrededores y apreciar la inmensidad de la construcción es todo un viaje al medievo.

Además de naturaleza e historia, esta villa también guarda secretos para los paladares más exigentes. Típicos son sus chuletones y judiones con morcilla, dos delicias gastronómicas que no puedes dejar de pedir en cualquiera de los restaurantes a orillas del Lozoya.

El Barbero de Picasso

Pero Buitrago aún guarda una sorpresa con la que seguro no dudarás en convertir a esta Villa de Madrid en tu próximo destino. En 1982, el peluquero Eugenio Arias, donó una impresionante colección de más de 70 obras firmadas por Picasso a la diputación de Madrid. Dibujos, cerámicas, carteles, litografías, incluso una caja de peluquero pirograbada por el genio malagueño, con la única condición de que se expusieran en su pueblo natal, Buitrago de Lozoya. De este modo, desde 1985 las dependencias del Ayuntamiento de esta localidad acogen el Museo Picasso, colección Eugenio Arias, otro ‘imprescindible’ de una visita a esta pintoresca villa.

Museo Picasso
Interior del Museo Picasso, colección Eugenio Arias. Foto: Amador Toril - Comunidad de Madrid

Pero ¿cómo es posible que un peluquero de la sierra madrileña hubiese aglutinado esa excepcional colección picassiana? Para conocer esta curiosa historia hay que remontarse a 1945, al sur de Francia, concretamente a la ciudad de Vallauris.

Allí se exilió Eugenio Arias tras haber formado parte del bando republicano durante la Guerra Civil. Y allí vivía ya Picasso desde hacía algunos años tras dejar París. Cuando se enteró de que un nuevo exiliado español llegaba a la ciudad, no dudó en ir a probar los servicios del barbero compatriota; desde ese momento surgió una amistad que le acompañaría hasta el fin de su vida. De hecho, fue el propio Arias quien amortajó el cadáver de Picasso con una capa española y veló su cuerpo toda la noche.

Durante aquellos años de amistad, en los que compartieron charlas, ideas y proyectos, Picasso regalaba a su barbero alguna de sus obras, firmadas y dedicadas la mayoría, que hoy forman la colección de esta pequeña joya contemporánea de Buitrago de Lozoya. Una excusa más para acercarse a esta Villa de Madrid y descubrir la otra cara de la región madrileña.