Es noticia
No hay quitamiedos para estas curvas: así son las carreteras más peligrosas del mundo
  1. Viajes
viajar

No hay quitamiedos para estas curvas: así son las carreteras más peligrosas del mundo

Algunas son famosas por ser escarpadas, estrechas o llenas de curvas. Si eres de los que se marea rápidamente, quizá prefieras conocerlas solo por fotografía.

Foto: Maloja Pass en Suiza. (iStock)
Maloja Pass en Suiza. (iStock)

¿Te gusta conducir? Hay gente que pone el piloto automático y puede pasar horas y horas transitando por las carreteras de la vida, de un destino a otro, sin necesidad de descansar más que alguna hora en un área de servicio perdida. El mundo está conectado de muchas formas, y sin duda las carreteras son una de las más prolíficas: desiertos, zonas heladas o pueblos remotos, todos ellos se pueden atravesar gracias a sus carreteras.

Pero algunas son más seguras que otras. Famosas por ser escarpadas, estrechas o llenas de curvas (ejemplo de ello es la fotografía que acompaña a esta noticia, el Paso Maloja en Suiza, un serpenteante puerto de montaña en los Alpes), algunas son extremadamente peligrosas y, si eres de los que se marea rápidamente, quizá prefieras conocerlas solo por fotografía. Aunque, desde luego, son una aventura.

Túnel de Guoliang (China)

Construido en 1972 y no apto para claustrofóbicos, mide 1,2 kilómetros y se encuentra en un paisaje de acantilados de las montañas Taihang. Fue cavado a mano por un grupo de Guoliang que querían que su incomunicado pueblo pudiera acceder al resto del país.

placeholder

La ruta es bastante impresionante, no solo por su historia, y atrae a muchos turistas, aunque conducir por ella es bastante complicado y se requieren paciencia y maña para evitar cualquier clase de accidente.

Carretera del Atlántico (Noruega)

Es espectacular, aunque también da un poco de miedo. Construida sobre varias islas, conectadas por las carreteras, la Carretera del Atlántico Norte pasa por la línea de costa de Hustadvika (una parte no helada del mar noruego).

placeholder

La parte más terrorífica es un pequeño tramo compuesto de ocho puentes muy estrechos que separan las poblaciones de Karvag y Bud y que está sometido a la fuerza irremediable del mar Atlántico y a los tramos congelados típicos del invierno. Se inauguró en julio de 1989, aunque el proyecto se había pensado con anterioridad.

Camino a los Yungas (Bolivia)

Son palabras mayores, y las carreteras anteriores son, en comparación, un paseo. Conocido también como Camino de la muerte, aunque hoy está destinado a uso exclusivo del ciclismo, en otro tiempo fue célebre por su peligro extremo y el número de muertes en accidentes de tráfico al año (unos 209, con 96 muertes anuales). En 1995 lo bautizaron con el honroso título del camino más peligroso del mundo.

placeholder

Tiene una extensión de unos 80 kilómetros y une la Paz (Bolivia) con la región de los Yungas, al noroeste del país. Muchos tramos solo son de tres metros aproximados de anchura, y por el camino las funestas cruces recuerdan a los que no vivieron para contar cómo la habían atravesado.

Fairy Meadows (Pakistán)

Bonita pero peligrosa. Se trata de una carretera montañosa que dura unos 16 kilómetros y donde tienes que enfrentarte a un sinfín de arena y grava, acantilados y una altitud de más de 3.000 metros con respecto al nivel del mar. De cualquier forma, si no tienes un vehículo adaptado para ello (un todoterreno, básicamente) ni lo intentes, porque te será imposible acceder.

placeholder

Hana Maui (Hawái)

La isla de Maui guarda una sorpresa: el tranquilo pueblo de Hana, al que se accede por una carretera que tiene unas vistas impresionantes. Road to Hana consta de 84 kilómetros desde Kahului, lo que puede parecer poco, pero el trayecto dura bastante más (entre dos y cuatro horas) debido a las dificultades que presenta. Curvas cerradas, estrechez y puentes angostos. Se puede pasar miedo pero, al menos, es un regalo para los ojos.

placeholder

¿Te gusta conducir? Hay gente que pone el piloto automático y puede pasar horas y horas transitando por las carreteras de la vida, de un destino a otro, sin necesidad de descansar más que alguna hora en un área de servicio perdida. El mundo está conectado de muchas formas, y sin duda las carreteras son una de las más prolíficas: desiertos, zonas heladas o pueblos remotos, todos ellos se pueden atravesar gracias a sus carreteras.

Viajes
El redactor recomienda