Descubre 5 de las estaciones de esquí más desconocidas de Europa

Si todavía no has tenido la oportunidad de disfrutar de la nieve mientras esquías y estás pensando en hacer una escapada este invierno, quizás sea el momento perfecto para deslizarte por alguna de las montañas nevadas de Europa. El viejo continente tiene innumerables estaciones de esquí. Algunas de ellas son muy conocidas, pero, afortunadamente, aún quedan tesoros escondidos por descubrir, según el periodista deportivo Rob Hodgetts.

Su primera opción es el Val d'Anniviers (Suiza), enclavada en una de las orillas del tranquilo valle del Ródano y rodeada de pueblos tradicionales suizos. Un refugio secreto que ofrece más de 100 kilómetros de soleadas pistas, aunque está ganando fama gracias al enlace del teleférico con las estaciones de los preciosos pueblos alpinos de Grimentz y Zinal. Otros dos pueblos, algo maa1s separados, pero también conectados, son St-Luc y Chandolin con otros 60 kilómetros para esquiar.

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Al otro lado de la frontera, en Italia, se encuentra Champoluc que destaca por su anónimo encanto, por dar acceso a la travesía de Alagna y tener unas vistas espectaculares del Monte Cervino. Con 180 kilómetros de pistas preparadas, está a solo una hora por carretera de Turín, y ofrece un agradable remanso de paz frente al valle de Aosta. Es perfecta para esquiadores de nivel intermedio y conecta con Gressoney y Alagna, donde los más expertos suben al remonte Indren (a 3.275 metros) para realizar extensas carreras fuera de pista en el flanco sur del macizo del Monte Rosa, la segunda cordillera más alta de Europa occidental.

Baqueira-Beret​, desconocida en Europa

La vecina Francia ofrece Sainte Foy como refugio para aquellas personas que buscan una estación todoterreno, pero de lo más tranquila. En el pasado fue la reserva francesa de polvo elegida por instructores y guías para disfrutar esquiando mientras huían de Val d'Isere, Tignes, Les Arcs y La Plagne. El área de esquí se eleva de 1.550 metros a 2.620 metros y solo tiene seis remontes, pero sus características pistas ofrecen diversión para toda la familia. Cabe destacar el descenso hasta la histórica aldea de Le Monal.

En la conocida zona del Arlberg se sitúa Warth-Schrocken (Austria), una joya aún por descubrir y que ahora tiene la oportunidad de brillar. Este hermoso y desconocido pueblo ofrece tranquilas pendientes con abundante nieve con una buena relación calidad-precio. Lo mejor es Auenfeldjet, su ascensor de arrastre, de dos kilómetros y que une el tradicional enclave de Warth con el lujoso Lech. El circuito completo de Arlberg dispone de 305 kilómetros de pistas enlazadas y 88 ascensores.

Europa tiene innumerables estaciones de esquí, pero aún quedan tesoros por descubrir

Por último, Hodgetts destaca la estación de Baqueira-Beret, a la que define como "una perla de los Pirineos" que han disfrutado los esquiadores españoles, incluida la familia real, pero cuyos encantos apenas son conocidos más allá de nuestras fronteras. En total, 162 kilómetros de pistas preparadas, 36 remontes, con alturas que van desde los 1.5000 a los 2.600 metros, y un récord de nieve excepcional. A esto se añade una versión diferente del ‘apres-ski’ que incluye deliciosas tapas en los diferentes pueblos del valle de Arán.