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De las rutas por Tramuntana al ‘brou’ menorquín: planes para descubrir Baleares durante todo el año

Por EC Brands

A la gastronomía, el senderismo y las actividades para bajar las revoluciones, como yoga o meditación, se suman las tradiciones navideñas y los mercadillos típicos de esta época

Las Islas Baleares siempre están en la lista de 'must', no importa la época del año en la que nos encontremos. Además de su clima privilegiado, es un destino para cualquier tipo de viajero. Ya seas un aventurero empedernido, un sibarita gastronómico o tu cuerpo (y mente) estén pidiendo a gritos desconectar, cada una de las cuatro grandes islas de este archipiélago mediterráneo cuenta con tal número de atractivos que no vale una sola vez para visitarlas; lo mejor es ir volviendo, en distintas estaciones, intercalando planes. Así pues si te mueres de ganas por visitar el paraíso balear en cualquier época del año, pero no tienes muy claro qué hacer, hemos preparado, junto a Vueling, algunas recomendaciones.

Mallorca paso a paso

Mallorca es para recorrerla. Esta es quizá la mejor manera de no perderse ni uno solo de sus encantos; desde las calas recónditas a las villas encaramadas en lugares imposibles. Por eso, la mayor de las Baleares cuenta con un buen número de rutas de senderismo en función de dificultad, tiempo y preferencias. Entre ellas destaca un itinerario que puede hacerse por tramos o recorrer por completo sus 170 kilómetros en ocho etapas mientras se descubren los pueblos de la sierra de Tramuntana, desde Andratx a Pollensa. Se le conoce como el ‘Camino de la piedra seca’ (o GR 221), ya que hace referencia a la técnica de construcción, típica de la zona, que sitúa una piedra junta a otra sin ningún tipo de argamasa y que puede verse habitualmente en muros, terrazas e, incluso, en viviendas.


La ruta comienza con la etapa que va de Port d’Andratx a Coma d’en Vidal; la segunda recorre los bancales de Estellencs hasta Esporles; la tercera llega hasta Can Boi en el pueblo de Deià; la cuarta se alarga hasta Muleta, sobre los impresionantes acantilados del cabo Gross en el puerto de Sóller; la quinta es una de las de más altura hasta Tossals verds; la sexta asciende hasta Son Amer en Escorca; la penúltima se adentra en el enigmático bosque de Lluc hasta Pont Romà de Pollença y en la última y octava etapa se alcanza el mar en el Port de Pollença. Además, para los amantes de la costa, existe una ruta sencilla que va desde Port de Pollença hasta Cala Bóquer. Con ella, no solo se llega a una recóndita playa de guijarros, sino que el camino transcurre siempre bajo la atenta presencia de un magnético Mediterráneo.


Y si después de una larga jornada caminando, quieres ser partícipe de una tradición navideña mallorquina, no te pierdas el ‘Cant de la Sibil•la’, en las ‘Matines o misas del Gallo, la noche del 24 de diciembre. Este canto de origen medieval y de melodía gregoriana, cantado por una sola persona y sin acompañamiento musical, es tan singular que ostenta el distintivo de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y solo ha sobrevivido al paso de los años en Mallorca y L’Alguer. Puedes disfrutarlo en cualquier iglesia de la isla, especialmente, en el Santuario de Lluc y la Catedral de Mallorca, en Palma.

‘Paladear’ Menorca de norte a sur

Si Mallorca es para recorrerla, Menorca es para degustarla. No en vano, ha sido declarada Región Europea de la Gastronomía 2022. Aquí la gastronomía es una experiencia marcada por la exquisitez, la relevancia del producto local y el mimo con el que se cuida cada plato, conscientes de que cada sabor habla de la idiosincrasia de esta tierra. Uno de los grandes productos menorquines es el queso de Maó, que cuenta con su propia Denominación de Origen desde 1985. A 12 kilómetros de Maó se encuentra Alaior, famosa por sus queserías. Y si continuamos la ruta ‘gourmet’ hasta Ferreries, no podemos perdernos el Museo Etnológico del Queso de Menorca y unos interesantes viñedos de merlot, cabernet Sauvignon y syrah en los que hacer una cata. Además, si coincide con día de mercado, es imprescindible hacerse con un buen arsenal de productos artesanales donde no debe faltar el queso, los embutidos, la confitura y la miel.


Aunque si hay un plato que se ha ganado el paladar de todo aquel que visita la isla, ese es la caldereta de langosta. Una receta que tradicionalmente hacían los pescadores con la captura del día y a la que posteriormente se le añadió la langosta roja, reina indiscutible de esta zona del Mediterráneo. La grandeza del plato reside en la calidad de sus productos: cebolla, pimientos rojo y verde, tomate, ajo, pimentón, aceite de oliva a los que se suma la picada de almendras, perejil, ajo, pan frito y un buen ejemplar de langosta. Todo cocinado en un caldero de barro y, a ser posible, degustado en Fornells, el pueblo marinero que guarda como nadie los secretos de este manjar, con el inconfundible sabor del Mediterráneo.


Otra receta típica de la cocina menorquina es el ‘brou’. Este guiso, que nos recuerda al cocido, se elabora con ternera, cerdo, pollo y albóndigas de carne picada, además de verduras como cebolla, puerro, patata, tomate, col y zanahoria, así como garbanzos y fideos para la sopa. Durante este mes de diciembre y enero, todos los miércoles podrás degustar este plato en los restaurantes de la isla.

Retiros 'slow' en Ibiza y Formentera

Ibiza lleva años ganándose su fama de noctámbula, fiestera y un poco excéntrica. Sin embargo, hay otra cara de la mayor de las Pitiusas que empieza a abrirse camino, la del escenario para dejarse llevar por la vida 'slow', es decir, un estilo de vida calmado y sin agobios. Tanto Ibiza como Formentera cuentan con espacios cautivadores en los que la naturaleza ayuda a desconectar gracias al envolvente ritmo de las olas del Mediterráneo, al mismo tiempo que uno se olvida por completo de cualquier tipo de prisa.


En las Pitiusas crecen no solo las propuestas de retiros de yoga, sino los hoteles que se basan en ese mismo concepto 'slow', donde se mezclan las clases de meditación mirando al mar, con las de yoga en tablas de 'paddle surf' u otra de sus variantes. Todo ello, bien salpimentado con tranquilas excursiones para descubrir los rincones más salvajes y desconocidos de las islas, mientras se degusta todo tipo de propuestas 'healthy' en las que mandan los productos de cercanía. En Ibiza, te recomendamos que realices la ruta que comienza en Cap de Ses Salines y termina en cala Llombards, donde recorrerás el Parque Natural de Ses Salines. En Formentera, cualquiera de sus 32 rutas verdes, que podrás realizar tanto a pie como en bici, son una manera de conectar con el entorno. ¿Nuestra preferida? La de Es Pujols a Illetes, cuatro kilómetros y medio por la zona de Es Trucadors y sus playas de arena blanca y fina.


Ibiza, además, es conocida por su multitud de mercadillos. Te recomendamos que hagas hueco en la agenda ‘slow’ para visitar el de Navidad de Sant Antoni y el del paseo de Vara del Rey, abiertos hasta el 6 y 8 de enero, respectivamente. En ambos podrás encontrar productos autóctonos y artesanales navideños, además de otras actividades. En Formentera también podrás disfrutar de un mercado navideño en la plaza de la Constitució de Sant Francesc hasta el 6 de enero, donde además de la artesanía, podrás degustar de la gastronomía típica de la época y la zona.


Además de la cantidad de planes diferentes que el archipiélago balear esconde, otra de sus ventajas es lo sencillo que resulta llegar en avión a cualquiera de sus islas, excepto a Formentera, que se llega en barco desde Ibiza. Precisamente, Vueling cuenta con una oferta de vuelos directos a Mallorca desde Barcelona, Málaga, Alicante, Bilbao, Granada, Oviedo, Santiago, Sevilla, Tenerife, Valencia y Jerez. Si, por el contrario, Ibiza es el destino, hay conexión directa desde Barcelona, Bilbao, Sevilla, Valencia y Madrid; y a Menorca desde Barcelona. Entre el 16 de diciembre y el 10 de enero, estas conexiones se reforzarán con vuelos especiales a Mallorca desde Gran Canaria, La Coruña y Lanzarote; a Ibiza desde Málaga y Alicante; y a Menorca desde Valencia. Asimismo, desde Barcelona, en el período invernal, la compañía ofrece vuelos directos a Ibiza (con hasta 45 frecuencias semanales), a Mallorca (con hasta 70 frecuencias semanales) y a Menorca (con hasta 40 frecuencias).

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