Es noticia
Sissi no tenía razón: siete lugares imprescindibles que debes visitar en Viena
  1. Viajes
Viajes

Sissi no tenía razón: siete lugares imprescindibles que debes visitar en Viena

Un recorrido por los mejores rincones de la capital austriaca con consejos para aprovechar nuestra visita turística

Foto: Jardines del Palacio de Schonbrunn (Fuente: iStock)
Jardines del Palacio de Schonbrunn (Fuente: iStock)

La vida de Isabel de Baviera siempre tuvo una gran historia detrás por contar, y el cine supo aprovecharlo. El largometraje de 'Sissí Emperatriz' (1956) fue uno de los primeros pasos para convertirla en mito. La que fue mujer del emperador Francisco José tenía, según los escritos de la época, criterio propio y belleza a partes iguales.

Su existencia, marcada por la falta de voz en la corte, el suicidio de su hijo y su asesinato a la edad de 61 años, es un hilo conductor muy interesante tanto para entender las monarquías europeas del siglo XIX como para visitar Viena, aunque ella no quisiera ver sus calles ni en pintura. Y es que, debido a sus circunstancias, Sissi hizo todo lo posible a lo largo de su vida para no pisar la ciudad desde la que su marido gobernaba buena parte de Europa. Podríamos decir que, en esto, la emperatriz se equivocaba: Viena es una ciudad preciosa (sobre todo si tienes la suerte de que te acompañe el buen tiempo).

placeholder La Emperatriz Sissi (Fuente: iStock)
La Emperatriz Sissi (Fuente: iStock)

La capital de Austria mezcla pasado y presente a un paseo de distancia. La mayoría de lugares para ver se encuentran en el centro de la ciudad, por lo que es muy recomendable realizar el primer día alguno de los muchos 'free tours' en castellano que se ofrecen y así hacernos una idea de los lugares en los que nos apetece más profundizar. Por si quieres más pistas, aquí van nuestras recomendaciones sobre los siete rincones de la ciudad que no te deberías perder:

Parque Prater

A diferencia de otras capitales europeas, las zonas verdes en Viena son muchas y muy variadas. Nuestra primera recomendación es un gran parque que podemos visitar dando un paseo desde el centro, ya que está a poco más de 20 minutos de la catedral. El Prater cuenta con el parque de atracciones más antiguo del mundo, perfectamente cuidado y ambientado y lleno de actividades diferentes. ¿El precio de su entrada? 0 euros. Puedes pasear por esta gran feria urbana sin pagar nada por entrar, caminando entre una gran variedad de atracciones (que van desde los coches de choque más típicos a montañas rusas y lanzaderas para amantes de las emociones fuertes). Si alguna de ellas te llama la atención entonces sí, será el momento de sacar el dinero en efectivo para subir.

placeholder Parque Prater (Fuente: iStock)
Parque Prater (Fuente: iStock)

A la entrada del parque podremos encontrar uno de los símbolos de la ciudad, la Noria Gigante de Viena. Es la más antigua del mundo. Fue inaugurada en 1897 para celebrar los 50 años en el trono del emperador Francisco José. Está perfectamente conservada y podremos subir a ella para contemplar unas buenas vistas de la ciudad.

Además de las atracciones, estos jardines cuentan con varios puestos de comida, bares y restaurantes donde parar a descansar y degustar alguno de los platos típicos del país. Y, si tenemos ganas de más, a la salida del recinto ferial podremos seguir caminando para acercarnos a echar un vistazo al Estadio Ernst Happel, en donde España conquistó la Eurocopa en el año 2008.

Palacio de Schönbrunn

La actividad más alejada del centro es ineludible, aunque no tendremos demasiado problema en llegar en transporte público (la línea U4 de metro es probablemente la mejor opción para llegar). Schönbrunn fue, además de la casa de verano de Sissi, el Versalles vienés. Una enorme residencia de verano en poder de la casa Habsburgo desde mediados del siglo XVI y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996. El conjunto arquitectónico y sus jardines forman uno de los palacios más imponentes de toda Europa.

placeholder Palacio de Schönbrunn (Fuente: iStock)
Palacio de Schönbrunn (Fuente: iStock)

Además de por su belleza, Schönbrunn es parada obligatoria por todo lo que nos va a enseñar sobre la historia del país, que en otro tiempo fue un gran imperio, y sobre la lujosa vida y costumbres de los que reinaron en ella durante siglos. La visita a la mayor parte de los jardines que rodean los edificios es gratuita, pero es muy recomendable pagar la entrada que nos permite ver el resto. Hay varias opciones de tickets en el que el precio va variando según las zonas adicionales que queramos ver. Por nuestra parte recomendamos aquella que incluya las mayores estancias del edificio principal posible (que podremos entender gracias a la audioguía), el invernadero, y, si viajamos con los más pequeños, el curioso laberinto.

Ringstrasse

placeholder Ringstrasse (Fuente: iStock)
Ringstrasse (Fuente: iStock)

Antes de entrar en los puntos de interés más céntricos es importante destacar una calle que nos ayudará a conocer y a movernos por la ciudad. Ringstrasse es el nombre con el que popularmente se conoce a la avenida que rodea el centro en forma de anillo. No lo encontrarás buscándola en Google, ya que ese no es su nombre real: en realidad son un conjunto de calles diferentes cuyo nombre acaba en 'ring', de ahí el apodo que acompaña al conjunto. Es aquí donde antiguamente se encontraba la muralla de la ciudad, hasta que en 1857, y tras el crecimiento de varios barrios a las afueras de fortificación, se procedió a derruirla para dejar paso a una gran avenida.

A ambos lados de la vía podemos localizar ahora varios edificios por los que no debemos dejar de pasar, aunque no tengamos tiempo para verlos en profundidad. Entre ellos se encuentra la famosa Ópera de Viena, los Museos de Historia Natural y de Historia del Arte, el Ayuntamiento, el Parlamento o la Iglesia Votiva.

Palacio Hofburg

En las primeras horas de nuestra visita a Viena, mientras estamos mirando guías y posibles planes, puede que no nos quede demasiado claro a qué se refiere todo el mundo cuando habla del Hofburg. La confusión viene dada porque nos lo imaginamos como un edificio al uso, que podemos visitar y rodear, y no es exactamente así. El Palacio Hofburg es un conjunto arquitectónico de doce edificios en el centro de la ciudad que conforman la que fue residencia oficial y sede del poder de la realeza austriaca durante seis siglos. Además de la residencia imperial (la que usaban cuando no estaban en Schönbrunn) podemos encontrarnos allí con lugares tan importantes como la Biblioteca Nacional de Austria, la Escuela Española de Equitación (sí, española) o el actual despacho del Presidente de Austria.

placeholder Palacio Hofburg (Fuente: iStock)
Palacio Hofburg (Fuente: iStock)

Además de pasear por la zona, el plan imprescindible es entrar a un museo triple que nos permite acceder al interior. La entrada incluye la visita (con audioguía en castellano incorporada) a tres museos que se descubren en un mismo recorrido: el de la Platería de la Corte, el de Sissi y el de los Apartamentos Imperiales. Si no sois unos grandes amantes de las cuberterías de plata y los utensilios de cocina de cobre, nuestra recomendación es no cansarnos demasiado en el primero de ellos y continuar hacia el segundo y el tercero, que son con diferencia los más interesantes.

Catedral de San Esteban

placeholder Catedral de San Esteban (Fuente: iStock)
Catedral de San Esteban (Fuente: iStock)

Es el símbolo principal de Viena, el punto que marca el centro de la ciudad y el edificio gótico más importante de Austria. Su origen data del siglo XII, cuando se inicia la construcción de la primera iglesia, de estilo románico, sobre el terreno. La edificación estuvo en constante evolución desde entonces. Una segunda iglesia, la construcción de las dos torres, la colocación de la cúpula renacentista o la consagración del altar mayor barroco marcarán sus siguientes cuatro siglos. Ya en el siglo XX, durante los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, un incendio destruyó el tejado gótico de madera, provocando su reemplazo.

La entrada a San Esteban es gratuita, pero necesitaremos pagar entrada para ver alguna de las zonas de la catedral. Destacamos las que creemos que son las dos más interesantes: la subida (en ascensor) a la torre norte para apreciar el curioso tejado y las vistas, y la visita guiada a las catacumbas, que cuentan con una historia muy interesante.

Cripta Imperial de Viena

A cinco minutos de la Catedral se encuentra la Iglesia de los Capuchinos. Un sencillo templo barroco construido entre 1622 y 1632 que guarda un gran tesoro en su planta baja: la cripta con los restos mortales de más de 140 miembros de la antigua dinastía de los Habsburgo, entre los que se encuentran el espectacular sarcófago de María Teresa y los féretros del emperador Francisco José I y su mujer Sissi.

placeholder Cripta Imperial de Viena (Fuente: iStock)
Cripta Imperial de Viena (Fuente: iStock)

Este recinto subterráneo ha recibido diversas ampliaciones para poder albergar a toda la realeza austriaca, ya que los entierros en la cripta no han parado a lo largo de los siglos. Zita, la última emperatriz y reina consorte de Austria-Hungría que falleció en 1989, también fue enterrada aquí.

Burggarten y Volksgarten

placeholder Parque Burggarten (Fuente: iStock)
Parque Burggarten (Fuente: iStock)

Nuestra última recomendación de la ciudad son dos parques ideales para descansar después de una larga caminata por Viena. Se encuentran a ambos lados de Palacio Hofburg, lindando con Ringstrasse, y en ambas se reúnen muchos habitantes de la capital austriaca en cuanto hace buen tiempo.

En Burggarten podremos contemplar el monumento a Mozart y tomar algo en el bar/restaurante del invernadero. En cuanto al Volksgarten, además de varias zonas para relajarnos podremos encontrar la escultura de Sissi que su marido inauguró tras su trágico asesinato.

Se quedan fuera de esta selección otros muchos lugares de interés en Viena, como el Palacio Belvedere, el Mercado Naschmarkt o la Iglesia de San Carlos Borromeo, que deben ser visitados si el tiempo de estancia lo permite. La capital de Austria es también una ciudad para caminarla y admirar sus edificios monumentales, que no se circunscriben solo al casco histórico. Conocerla es saber más sobre el auge y caída de un imperio que antes dominó buena parte de nuestro continente y que ahora convive como país de menos de nueve millones de habitantes entre otros muchos territorios con los que en tiempos compartió destino.

La vida de Isabel de Baviera siempre tuvo una gran historia detrás por contar, y el cine supo aprovecharlo. El largometraje de 'Sissí Emperatriz' (1956) fue uno de los primeros pasos para convertirla en mito. La que fue mujer del emperador Francisco José tenía, según los escritos de la época, criterio propio y belleza a partes iguales.

El redactor recomienda