Descubre Tufia: la fusión de la playa negra y el pueblo blanco escondida en Gran Canaria

La isla de Gran Canaria esconde una de las playas más bonitas del país, pero no solo por el arenal en sí, también por el pueblecito blanco en el que se encuentra. Hablamos de Tufia, una villa escondida del municipio de Telde, cuyas claras casas están enclavadas en una montaña volcánica mirando a la playa homónima.

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Fran Sánchez Becerril

La cala y el pueblo de Tufia, protegidos de los vientos alisios que suelen golpear a Telde al estar orientada al sur, se asientan sobre un antiguo cono volcánico. Precisamente la composición de su terreno –de colores oscuros– hace más especial el pueblo por el contraste de las viviendas blancas.

Del mismo modo, el origen volcánico de la zona hace que la playa de Tufia sea una cala de arena negra, que cuenta con 40 metros de longitud y 20 de ancho.

Fondos marinos sorprendentes

Esta cala es perfecta para disfrutar de una sesión de submarinismo por sus sorprendentes fondos marinos, atrayendo diariamente a decenas de personas equipadas con sus aletas y bombonas de oxígeno.

La formación de la zona por una erupción volcánica provocó la formación de bonitas cuevas y estructuras bajo el agua. Estando la zona llena de vida gracias a que estas formaciones hacen de refugio para numerosas especies. En concreto las rayas comunes y rayas águilas son bastante fáciles de ver en estas aguas.

Además, para muchos submarinistas la comodidad para adentrarse al mar es un punto positivo, ya que es posible acceder fácilmente desde la orilla de la propia playa de Tufia.

Poblado aborigen

A escasos metros del pueblo, entre la playa de Tufia y la cercana de Aguadulce, se extiende un yacimiento arqueológico.

Se trata de un conjunto de cuevas que se abren en el lado sur, directamente sobre el mar y diversas construcciones, entre las que sobresalen estructuras habitacionales –casas de piedra– concentradas en dos núcleos separados.