Se alquila isla privada para pasar el verano soñado alejado del mundo (pero no es barata)

Diez personas (siete mujeres y tres hombres) se refugian en una villa a las afueras de Florencia, huyendo de la epidemia de peste bubónica que asola la ciudad. Así comienza el 'Decamerón', de Boccaccio, escrito entre 1351 y 1353, después de la pandemia de peste que había golpeado Florencia tan solo unos años antes. Igual que ha sucedido con 'La Peste', de Albert Camus, la novela ha adquirido en los últimos meses gran relevancia debido a las similitudes que guarda con la situación actual.

Porque probablemente cuando el confinamiento por coronavirus comenzó, tú no tuviste la oportunidad de huir a las afueras de Florencia para escapar del mundanal ruido. Con suerte poseerás un jardín en casa y habrás podido pasar las horas muertas en él, a la espera de buenas y nuevas noticias sobre cómo intentamos vencer la pandemia. En estos momentos en los que todos sufrimos una cierta melancolía por viajar muy lejos, a países inhóspitos y exóticos que no hemos visitado nunca, es normal envidiar a los diez jóvenes del 'Decamerón' que se entretenían contándose historias.

En los Hamptons la gente se está volviendo loca debido al síndrome de la cabaña y están pagando seis y siete cifras para poder huir de sus hogares

¿Y si hubieras tenido la oportunidad de pasar el confinamiento en una isla paradisíaca? Probablemente habrías vivido la situación con mejor humor. No solamente porque el encierro se habría hecho más llevadero, sino por las pocas probabilidades de poder contagiarte al encontrarte completamente solo, en un lugar recóndito de la Tierra. Tranquilo, no eres el único que ha pensado algo así, pues al parecer en los Hamptons la gente se está volviendo un poco loca debido al síndrome de la cabaña y están pagando entre seis y siete cifras para poder escapar de sus hogares a otros más apetecibles, como Maine, indica 'New York Post'.

Noah Gordon, propietario de House Island en Portland, Maine, utilizaba su isla en la época precoronavirus como espacio para celebrar eventos, pero ahora ha encontrado un mejor filón. "Iba a montar un club de yates, pero ahora todos esos planes tendrán que esperar", explicó. En cambio, ahora alquila la isla para todo aquel que, harto del confinamiento, pueda pagar 250.000 dólares por habitarla durante una semana. La mitad de la isla de Gordon cuenta con tres casas, cinco playas y exclusivas vistas panorámicas de Portland y Casco Bay. La primera casa tiene cinco dormitorios, la segunda, tres, y el tercero es un apartamento de dos habitaciones.

La mitad de la isla cuenta con tres casas, cinco playas y exclusivas vistas panorámicas de Portland. Cuesta 250.000 dólares por una semana

"Una vez que estás dentro de la burbuja, ya no quieres salir" informa el dueño. Aunque no hay piscinas, asegura que tienes protección privada las 24 horas, además de zonas de despegue y aterrizaje de helicópteros y anclajes en aguas profundas para yates. No pinta nada mal en caso de que haya rebrotes, igual que algunos países están proponiendo ofertas para que puedas visitarlos bien por vacaciones o para estancias más largas, gracias al trabajo remoto. Barbados, por ejemplo, ha levantado sus restricciones y permite que los viajeros la pisen de nuevo, además, ofrece, con motivo de atraer a nuevos visitantes, una estancia de 12 meses que anunció la semana pasada, lo que significa que permitirá vivir durante un año a todo aquel que decida cruzar sus fronteras. Start Up Chile, por su parte, ofrece programas para nuevas empresas de tecnología para reubicarse en el país y comenzar a construir negocios. Estos programas no solo proporcionan fondos a las nuevas empresas, sino que también otorgan visas de trabajo de hasta un año.