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Siete museos en los que hacer una parada sí o sí cuando se viaja con niños
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Siete museos en los que hacer una parada sí o sí cuando se viaja con niños

La vuelta a la rutina no tiene por qué significar el fin de los planes divertidos. En estos museos los más pequeños disfrutarán mientras aprenden ciencia, historia o biología

Foto: Zona infantil del Museo de las Artes y las Ciencias. (Musement)
Zona infantil del Museo de las Artes y las Ciencias. (Musement)

La rutina ha vuelto. Los más pequeños de la casa han empezado un nuevo curso en el colegio y ha llegado el momento de volver a luchar cada mañana por despegarse de las sábanas, reencontrarse con los viejos compañeros y de volver a lidiar con los deberes. Sin embargo, el arranque de un nuevo curso no tiene por qué significar el fin de los planes divertidos.

Fuera de temporada los viajes pueden resultar más asequibles y utilizar el tiempo libre que como este del 12 de octubre o las semanas blancas para conocer nuevos lugares puede ser muy educativo. Además, muchos destinos ofrecen alternativas de ocio y cultura que garantizarán que los más pequeños aprenden y disfrutan mientras viajan en familia.

Buena prueba de ello son los museos. Aunque no todos son aptos para niños, los hay que mediante exposiciones didácticas e instalaciones interactivas invitan a aprender a los más pequeños de la casa mientras les proporcionan una experiencia divertida.

En Valencia, la Ciudad de las Artes y las Ciencias

placeholder Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. (Pixabay)
Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. (Pixabay)

Para los que planean una escapada de fin de semana y buscan que tenga contenido cultural, Valencia es una buena opción. En la Ciudad de las Artes y las Ciencias, conocida por su icónica arquitectura, los niños pueden encontrar un apartado dedicado a ellos en el que monitores especializados les enseñarán pequeños conceptos científicos de manera divertida.

Además el museo también organiza los talleres ‘Ciencia en Escena’, a los que los niños se pueden apuntar.

En Barcelona, el museo del chocolate

placeholder Museo del Chocolate en Barcelona
Museo del Chocolate en Barcelona

La Ciudad Condal también tiene oferta de museos para niños. Allí destaca el Museo del Chocolate, donde se organizan actividades para niños entre 0 y 7 años que van desde la experimentación con chocolate para los más pequeños hasta las catas a ciegas para que los más mayores aprendan a distinguir los aromas de este producto y a diferenciar entre variantes del mismo.

Este museo, situado en el centro de la capital catalana, también ofrece talleres para toda la familia en los que se aprende a elaborar piruletas de chocolate.

En París, la Ciudad de las Ciencias y la Industria

placeholder Exposición de robótica en el Museo de las Ciencias y la Industria de París
Exposición de robótica en el Museo de las Ciencias y la Industria de París

Si el viaje es a París una buena idea es pasar por la Ciudad de las Ciencias y la Industria, un museo localizado en la capital francesa en el que se puede visatar un planetario, el cine Luis-Lumiere y el submarino Argonaute.

Visitar a las momias en el Museo Británico de Londres

placeholder Momia en el Museo Británico. (EFE/ Stephen Morrison)
Momia en el Museo Británico. (EFE/ Stephen Morrison)

Aprender historia es casi inevitable cuando se pisa el suelo del Museo Británico de Londres. Por eso, para los que se van de escapada a la capital británica, desde la plataforma Musement recomiendan adentrarse en el mundo que ofrece este emblemático museo. Allí los más pequeños podrán aprender mientras participan en actividades tan divertidas como resolver la búsqueda de un tesoro o participar en una carrera de momias.

Además, niños y adultos podrán disfrutar de la gran colección de objetos y momias que alberga el museo y conocer cuáles eran las tradiciones más extravagantes de nuestros antepasados.

Descubrir la vida microscópica en Ámsterdam

placeholder Bacterias. (Museo Micropia)
Bacterias. (Museo Micropia)

Si se vista la capital de los Países Bajos, además de recorrer sus calles en bicicleta también es recomendable hacer una parada en el Museo Microscopia. En este centro, los pequeños más curiosos podrán disfrutar descubriendo cuál es la forma de vida más poderosa e invisible: los microbios.

Durante la visita los niños podrán aprender mientras escanean su propio cuerpo para conocer a todos aquellos seres microscópicos que habitan en él a la vez que se les explica cómo funcionan estos organismos y cuál puede ser su impacto sobre la salud.

Al otro lado del charco, el Museo Intrépido del Mar, Aire y Espacio

placeholder Museo Intrépido del Mar, el Aire y el Espacio. (Musement)
Museo Intrépido del Mar, el Aire y el Espacio. (Musement)

Si se viaja con niños hasta Nueva York, además de recorrer la famosa Quinta Avenida y subir hasta lo más alto del Empire State Building, una buena idea es dedicar unas horas a descubrir los secretos que guarda el Museo Intrépido del Mar, el Aire y el Espacio.

Allí los más pequeños podrán observar obras de ingeniería como primer trasbordador espacial, los aviones de reacción más rápidos del mundo y la tecnología con la que se dotan a los submarinos militares.

En Orlando, el Museo Skeletons: Animals Unveiled

placeholder Cráneo de un Mamut. (Pixabay)
Cráneo de un Mamut. (Pixabay)

Más al sur, en Florida, también encontramos planes didácticos para los niños. En Orlando se puede visitar el Museo Skeletons , el segundo museo de osteología más grande del mundo en el que se exhiben más de 400 esqueletos de diferentes animales entre los que se encuentran huesos de rinocerontes, jirafas, manatíes y un elefante de más de cuatro metros de altura.

Además, para los más curiosos, el museo acoge también esqueletos con mutaciones extrañas como la de un becerro con dos cabezas.

La rutina ha vuelto. Los más pequeños de la casa han empezado un nuevo curso en el colegio y ha llegado el momento de volver a luchar cada mañana por despegarse de las sábanas, reencontrarse con los viejos compañeros y de volver a lidiar con los deberes. Sin embargo, el arranque de un nuevo curso no tiene por qué significar el fin de los planes divertidos.

Museo Niños Valencia
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