Carnaval y Entroido 2018: guía para vivir las mejores fiestas de disfraces de España

Los canales de Venecia son cada año escenario de uno de los carnavales más reconocidos del mundo. Esculturas flotantes y carrozas acuáticas salen a las calles por las calles de la ciudad italiana en la tradicional 'Fiesta del Agua' para dar el pistoletazo de salida de uno de los carnavales más antiguos. Al otro lado del mundo, en Brasil, se aplauden cada año los impresionantes carnavales de Río de Janeiro, cargados de música, plumas y samba. Pero por mucho que miremos a uno y otro lado del globo, no hace falta salir de España para disfrutar de una buena fiesta de disfraces, ya que en España no estamos faltas de esta fiesta tan colorida.

Aunque esta fiesta se celebra en gran parte de la geografía española son tres los grandes, los que mueven masas y los que más espacio ocupan en los medios de comunicación durante estos días. En 2018 lunes y martes de Carnaval caen en 12 y 13 de febrero, y el día de San Valentín tendrá que competir con el miércoles de Ceniza, una celebración que tradicionalmente viene cargada de color rojo y corazones que compartirá jornada con una fiesta oscura, lúgubre y de despedida del Carnaval, con el histórico entierro de la sardina. En estas fechas, ¿por qué no visitar algunos de los grandes destinos más carnavaleros?

1. Cádiz: come y canta: la chirigota no descansa

Cuando se habla de los Carnavales de Cádiz siempre, sin ningún margen de error, nos viene una palabra a la cabeza: chirigota. Nadie queda exento del humor gaditano y uno de los últimos en caer en las zarpas de las chirigotas fue el propio Carles Puigdemont, a quien propusieron degollar en uno de sus temas. Para entender los Carnavales de Cádiz y vivirlos como un local lo que es imprescindible, sin lugar a dudas, es disfrazarse: la vergüenza no es amiga del gaditano en esta fecha y si no lo haces, te sentirás raro, muy raro. Se trata de una fiesta de Interés Turístico Nacional, por lo que atrae a cientos de miles de personas —¡recuerda reservar tu alojamiento con antelación!—.

El Carnaval de Cádiz va del 8 al 18 de febrero y a pesar de las grandes aglomeraciones es una estupenda oportunidad para poder disfrutar de la gastronomía gaditana: aprovecha para disfrutar de todo lo que ofrecen las freidurías, sin olvidarse de las tortitas de camarones o el delicioso cazón en adobo. Y si las fechas de lo impiden, la ciudad de Cádiz siempre da una segunda oportunidad a los más rezagados con su histórico y menos concurrido Carnaval Chico, el fin de semana siguiente a las fiestas grandes. Este año, el 25 de febrero los que no han podido disfrutar del grande o se les hizo poco —para algo también se le conoce como el Carnaval 'de los jartibles', los que nunca se 'jartan' de fiesta— podrán seguir a las agrupaciones ilegales que salen a las calles a interpretar sus repertorios en las principales plazas de la ciudad.

2. Ourense: hormigas, harina y otras delicias

No, no se comen, pero las hormigas son protagonistas indispensables del Entroido —o Antroido, o Introido, según la zona—, el carnaval rural más antiguo y uno de los más diversos de Europa. Aunque Galicia celebra sus Entroidos en diferentes puntos, la provincia de Ourense es clave y, más concretamente, las localidades de Xinzo de Limia, Verín y Laza, que componen el famoso 'triángulo del Entroido' ourensano. La belleza del Entroido gallego radica, en gran parte, en sus personajes característicos: cada localidad tiene su histórico disfraz. En Xinzo de Limia son las 'pantallas', de Verín son los 'cigarróns', los 'peliqueiros' de Laza o los 'felos' de Maceda.

La ruta perfecta pasar por tratar de no olvidarse ninguno de las tres puntas del triángulo carnavalero: en Verín las mejores opciones son el Xoves de Compadres, cuando la figura del 'cigarrón' sale a fustigar a los feligreses que acuden a la misa o el Xoves de Comadres, el día en que las mujeres mandan en la calle. De Xinzo de Limia es casi imprescindible no perderse el desfile del Martes de Entroido, aunque en las dos localidades cualquier día es bueno para disfrutar de una buena fiesta.

Desde luego el más extraño (¡y recomendable!) de los actos de la extensísima agenda del Entroido ourensano es el que tiene lugar el lunes de Entroido en Laza: toda una jornada en la que los asistentes, tapados en la medida de lo posible —con monos impermeables y el pelo tapado, a poder ser—, se pelean a base de barro ('farrapada'), harina y, sí, hormigas vivas. Llegado el 'lusco e fusco', uno de los miles de momentos del día gallego (el crepúsculo a la gallega), llega el momento de la 'baixada da Morena' —cuando uno de los vecinos circula con una cabeza de vaca de mentira que persigue a las mujeres mientras la delegación que lo acompaña lanza a la multitud harina y puñados de tierra con hormigas vivas, en muchas ocasiones pasadas por vinagre para 'hacerlas rabiar'. Lejos de lo que pueda parecer, es una de las tradiciones más seguidas por los gallegos y, sinceramente, de las más divertidas del año.

3. Santa Cruz de Tenerife: pura fantasía

De lo tradicional y rural de Galicia, el salto a las islas hace que lleguemos a un carnaval mucho más cargado de fantasía. El Carnaval de Santa Cruz de Tenerife es el único de las islas que es considerado Fiesta de Interés Turístico Internacional, por eso cuenta con una exhibición de color y magia que nada tiene que envidiar a los de Brasil. Durante 15 días, la ciudad se llena de ritmo y color al estilo de Río, y el plato fuerte se sirve en el desfile del Coso, una brutal cabalgata de disfraces de lo más vistosa.

El punto final lo pone el entierro de la sardina, una de las tradiciones que más se repiten por toda la geografía española: las calles se pueblan de comitivas fúnebres para despedir al carnaval con esta costumbre tan arraigada. La sardina se utiliza como símbolo del pasado y, al enterrarla, se espera que todo lo que antaño no fue bueno resurja en forma positiva.

Obviamente no son los únicos: en 2017, la lista de los diez mejores carnavales de España para Skyscanner fueron, además del de Cádiz, Laza y el de Santa Cruz, los de Sitges (Barcelona), Águilas (Murcia), Santoña (Cantabria), Isla Cristina (Huelva), Alcázar de San Juan (Ciudad Real), Badajoz (Extremadura) y Vinaròs (Castellón).