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Costa Rica: pura vida en Tortuguero, San José, Tamarindo y más
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tucanes, ranas, monos...

Costa Rica: pura vida en Tortuguero, San José, Tamarindo y más

Volcanes, animales, lagos de colores inimaginables... Este país centroamericano es uno de los pulmones más verdes del mundo

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Un viaje de 1.000 millas comienza con un simple paso, y un viaje que recordará para siempre empieza poniendo sus miras en Costa Rica. Este país, una de las pocas naciones del mundo que no cuentan con ejército, es reconocido por su vegetación salvaje, sus playas y los múltiples volcanes que se dispersan por sus tierras. No se puede elegir un trío más ganador si lo que busca es un lugar donde la naturaleza salga a su encuentro y los animales se conviertan en sus compañeros de aventura.

Contratar un coche de alquiler es la mejor opción para recorrer los 51.000 kilómetros cuadrados de Costa Rica. En tan solo 15 días, será capaz de abordar todos los encantos de un país donde la biodiversidad es tal que incluso se pueden encontrar en sus terrenos ejemplos de bosques tropicales secos, espacios naturales tan singulares que no son los más frecuentes en el resto de países centroamericanos.

Para que no se escape ningún rincón costarricense, existen viajes programados donde se deja total libertad al aventurero para que disfrute del día a su antojo y, únicamente, se tiene predefinido el lugar en el que se pernoctará durante la noche. Así, la mejor opción es comenzar en San José, la capital del país, donde se recomienda pasar la tarde lo más relajadamente posible para que el madrugón del día siguiente no le pase factura y pueda disfrutar de la jornada. El despertador sonará temprano para que llegue a tiempo a subir a la lancha que le transportará por un sinfín de manglares hasta acceder al Parque Nacional de Tortuguero.

Este enclave verde es el mejor sitio de Costa Rica para disfrutar de la flora y la fauna en su esplendor, pues gracias al recorrido que se hace en el parque conocido como la 'Amazonia costarricense' es posible contemplar animales y vegetales de múltiples especies. Este 'safari' acuático le dejará con la boca abierta cuando las tortugas verdes aparezcan ante sus ojos —como curiosidad, recuerde que el cromático nombre de estos quelonios no deriva del color de su caparazón, sino del tono de su grasa corporal—.

Durante las dos noches que pasará en Tortuguero, podrá aprovechar para realizar excursiones que le llevarán a conocer perezosos, tucanes, serpientes, ranas, cocodrilos y una gran variedad de monos. El espectáculo de las tortugas tiene lugar entre junio y octubre, meses en los que es posible disfrutar del desove y salida al mar de estos peculiares animales del orden de los reptiles. Este precioso pueblo de Costa Rica también ofrece playas salvajes —no aptas para el baño, por lo revuelto de sus aguas— que pueden ser el escenario perfecto para contemplar una puesta de sol mientras toma algo en el Buda Café.

Puerto Viejo de Limón y volcán Arenal

Al día siguiente, volverá a montar en barca para llegar al muelle de La Pavona, desde donde se coge un autobús hasta el conocido Puerto Viejo del Limón. En esta localidad se respira un ambiente diferente a las demás ciudades de Costa Rica, pues los orígenes de las gentes que la habitan son afroamericanos y no mayas, como en el resto del país. Esta característica propicia el alias de 'mini Jamaica' con el que se conoce: en sus calles no falta la música calipso, el 'reggae' suena por doquier y entre sus recetas básicas no faltan las bananas ni la leche de coco.

Tendrá 48 horas para conocer Puerto Viejo a su aire, siendo muy recomendable el alquiler de bicicletas para recorrer los 15 kilómetros que unen Playa Cocles, Manzanillo, Puerto Uva y las bonitas playas del sur que se contemplan poniendo rumbo hacia la sureña frontera de Panamá. La vegetación y los animales son una constante, así que si le gusta la naturaleza, no puede dejar pasar la oportunidad de recorrer esta región de Costa Rica dando pedales.

Los volcanes también forman parte de la esencia más pura del país, siendo el más activo de ellos el que se localiza en la zona de Arenal. El volcán homónimo —cuya última erupción se registró en 2010— está ubicado en un parque nacional que se ofrece al visitante como el lugar perfecto para la práctica de las actividades multiaventura, pues en su extensión hay desde tirolinas hasta rutas para cabalgar a caballo, pasando por visitas naturales a su catarata de la Fortuna, las aguas termales del Tabacón o el río Celeste cuyo nombre no deja lugar a dudas del color de sus aguas.

'Non stop' de volcanes

En España solo se dejan ver rastros de actividad volcánica en las islas Canarias, pero en Costa Rica estas aberturas en la montaña desde donde se expulsa lava no resultan nada extrañas. Tan es así que, después de pasar dos noches en la zona del Arenal, al poner el pie en el Parque Nacional del Rincón de la Vieja podrá disfrutar de la contemplación del volcán de 1,9 kilómetros que lleva el mismo nombre. Esta región es la que acoge los mejores senderos del país, y durante su recorrido se pueden contemplar ceibas gigantes, matapalos y flora típica de los bosques tropicales secos que se mencionaron con anterioridad.

Lo más llamativo del volcán Rincón de la Vieja son las fumarolas que se crean en los alrededores del cráter —unos 'escapes' de gases y vapores que permiten la toma de fotografías impresionantes, aunque el olor a azufre no sea el más agradable del mundo— y las pailas de barro hirviendo que tan asombrosas resultan. En el Parque Nacional del Rincón de la Vieja también se ofrecen actividades tan divertidas como el 'tubing' —descenso en flotador por el caudal de un río— o tan relajantes como los baños en unas aguas termales algo más salvajes que las de Arenal.

Tamarindo y Parque Nacional Manuel Antonio

Su viaje autoguiado por Costa Rica continúa conduciendo su coche de alquiler hasta la costa de Tamarindo, perfecta para gente joven que quiere disfrutar del buen ambiente diurno y nocturno de esta localidad. Las familias quizás encuentren más atractivo otro destino, como es el Parque Nacional Manuel Antonio, donde se emplazan algunas de las playas más bonitas del país y donde resulta ideal la práctica de múltiples actividades acuáticas.

Su última noche en el país la pasará en San José, ciudad que le dio la bienvenida y será la que le despida de regreso a casa. Todos los vuelos de salida están organizados para las tardes, por lo que durante la mañana se puede aprovechar la estancia para ir a visitar los 2.700 metros del volcán Poás —con uno de los cráteres activos más grandes del mundo—; el Museo del Oro o alguna representación que tenga espacio en la cartelera del Teatro Nacional —edificio insignia de la nación—. Después de protagonizar este viaje, ¿quién duda de que Costa Rica sea pura vida?

Un viaje de 1.000 millas comienza con un simple paso, y un viaje que recordará para siempre empieza poniendo sus miras en Costa Rica. Este país, una de las pocas naciones del mundo que no cuentan con ejército, es reconocido por su vegetación salvaje, sus playas y los múltiples volcanes que se dispersan por sus tierras. No se puede elegir un trío más ganador si lo que busca es un lugar donde la naturaleza salga a su encuentro y los animales se conviertan en sus compañeros de aventura.

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